(PL) Líderes espirituales de diversas iglesias salvadoreñas se reunieron hoy con el fin de unificar criterios para dar respuestas a la situación de la pobreza y a otros problemas que aquejan a la sociedad.
En el cuarto encuentro de Religiones por la Paz-El Salvador, celebrado en esta capital, Medardo Gómez, obispo luterano, aseguró que los religiosos tienen que interesarse por las necesidades de la población.
Por su parte, el obispo Martín Barahona, de la Iglesia Episcopal Anglicana, dijo que en este encuentro de Religiones por la Paz, el objetivo es definir acciones por la paz y contra la violencia.
Entre las prioridades que acordaron atender desde sus credos están los temas relacionados con la pobreza, los emigrantes, los enfermos y otros sectores vulnerables del país.
En El Salvador, al menos 43 de cada 100 habitantes del país continúan siendo pobres, y 19 de cada 100 están en la pobreza absoluta, según datos de la organización internacional humanitaria CARE.
Por otra parte, cifras oficiales indican que la violencia en esta nación centroamericana deja diariamente 10 homicidios como promedio.
Sólo en el primer cuatrimestre de este año, el número de crímenes subió un cinco por ciento, en relación con el mismo período de 2005, lo que significa mil 143 homicidios.
Organismos huamnitarios y las distintas iglesias reconocen que la pobreza, la violencia que vive la sociedad salvadoreña, así como la carencia de oportunidades de empleo y estudio, entre otras, obliga a que cada año unas 720 mil personas abandonen el país.
En el cuarto encuentro de Religiones por la Paz-El Salvador, celebrado en esta capital, Medardo Gómez, obispo luterano, aseguró que los religiosos tienen que interesarse por las necesidades de la población.
Por su parte, el obispo Martín Barahona, de la Iglesia Episcopal Anglicana, dijo que en este encuentro de Religiones por la Paz, el objetivo es definir acciones por la paz y contra la violencia.
Entre las prioridades que acordaron atender desde sus credos están los temas relacionados con la pobreza, los emigrantes, los enfermos y otros sectores vulnerables del país.
En El Salvador, al menos 43 de cada 100 habitantes del país continúan siendo pobres, y 19 de cada 100 están en la pobreza absoluta, según datos de la organización internacional humanitaria CARE.
Por otra parte, cifras oficiales indican que la violencia en esta nación centroamericana deja diariamente 10 homicidios como promedio.
Sólo en el primer cuatrimestre de este año, el número de crímenes subió un cinco por ciento, en relación con el mismo período de 2005, lo que significa mil 143 homicidios.
Organismos huamnitarios y las distintas iglesias reconocen que la pobreza, la violencia que vive la sociedad salvadoreña, así como la carencia de oportunidades de empleo y estudio, entre otras, obliga a que cada año unas 720 mil personas abandonen el país.
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