Co-Latino. Tras decretar paro técnico de labores por varios despidos injustificados realizados por la nueva administración edilicia, los trabajadores de la alcaldía de Cojutepeque fueron reprimidos por 100 agentes de la Unidad del Mantenimiento y el Orden (UMO). Los trabajadores cerraron desde las 5: 30 de la tarde de ayer, las instalaciones de la alcaldía para presionar a las autoridades municipales a negociar los despidos. Mientras estos exigían negociar, sus familiares apoyaban la acción y se concentraban frente a la comuna.La toma de la alcaldía y la concentración se realizaba de manera pacífica, sin embargo, al rededor de las 9:30 p.m. miembros de la UMO se presentaron con órdenes de desalojar a los manifestantes.
“Ustedes (UMO) deben defender los intereses del pueblo y no reprimir como se está haciendo ahorita, todos somos personas humildes, trabajadores, estamos aquí porque queremos defender la comida de nuestros hijos”, gritaba una de las familiares de los empleados despedidos.
Luego de varias horas de pedir a los miembros de la UMO que no utilizaran la fuerza y de manifestarles que la acción era pacífica, estos irrumpieron en la comuna, entrando por uno de los muros. “Denunciamos que los miembros de la UMO nos están reprimiendo, utilizando la fuerza, no nos vean como sus enemigos, no somos criminales, la pelea es contra la oligarquía, contra este sistema que nos trae más hambre y sufrimiento a nosotros que somos el pueblo”, gritaban.
Mientras los miembros de la UMO sacaban a la fuerza, utilizando gas pimienta y palos, a los trabajadores que se encontraban sentados en grupo, los familiares de estos también eran reprimidos de igual manera en la calle, a pesar que en el lugar se encontraban mujeres con menores en brazos.
Luego de varios minutos de tensión, representantes de los trabajadores y miembros del concejo municipal pactaron frente a un delegado de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos una mesa de negociación que se instalará el lunes, lo que hizo generar una aparente calma.
William Hernández, secretario de conflicto del sindicato de ASTRAM, manifestó que se acordó un cese a los despidos, al tiempo que denunció que existe una lista de al menos 45 empleados que están en posible suspensión.
“Han despedido a 14 compañeros entre miembros del CAM y gente de administración y sabemos que hay una lista de más despidos”, denunció. Por su parte, la alcaldesa de Cojutepeque, Guadalupe Serrano, no descartó los señalamientos de los sindicalistas y aseguró que el personal despedido es gente de confianza del partido FMLN.
“Son empleados de confianza, son gerencias los que se han cambiado y eso es apegado a la ley, hay militantes del FMLN en la alcaldía que no nos dejan trabajar y no se descartan más despidos”, dijo. El jefe de la Unidad Especializada, Douglas García Funes, dijo que la intervención de la UMO fue “normal, pacífica y que no hubo agresión”, Sin embargo, varios empleados mostraron a los periodistas las agresiones sufridas, incluso uno de los empleados que padece de epilepsis, sufrió un ataque a raíz del gas y los forcejeos. Diario Co Latino intentó conocer la versión de los delegados de derechos humanos sobre la problemática, pero estos se negaron a dar opinión, sin embargo, estos manifestaron a las partes (representantes de trabajadores y miembros del concejo municipal) que se levantaría un acta sobre la agresión y la violación sufrida por los trabajadores.
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