Paul Fortis
FMLN de Ottawa y RCN
Cuando me pongo a escribir sobre el significado de ser militante de un partido revolucionario me pongo a pensar si son valederos todos los esfuerzos puestos para tener alguna calidad de militante y mi respuesta ha sido siempre positiva. Me evito, sin embargo; de andar haciendo comparaciones con otras personas militantes y me satisfago a mi mismo sabiendo que dando amor, recibo amor y que de mi pequeña contribución algo bueno traerá para el pueblo.
Al parecer, mi posición me lleva a ser un militante ermitaño; pero muchas veces es mejor callar que estar hablando cuando nadie escucha. Todo partido revolucionario debe caracterizarse por la seriedad de sus militantes, por la crítica y la autocrítica, por la fraternidad y amor al trabajo de un proceso en el cual se cree y no por convertirse en un asalariado por lo poquito que pones para el partido mismo.
Las recientes elecciones han dejado al claro muchas cosas: se puede ver el interés personal manifiesto en las posiciones de algunos compañeros@ quienes piensan que el puesto para el cual unos fueron elegidos y otros nombrados@ los coloca en una posición de ventaja en relación a toda la militancia lo cual está completamente equivocado ya que con esas posiciones deshonran la voluntad del pueblo y el pueblo tarda; pero no olvida. Otros@ que dicen ser dirigentes se toman la libertad de hacer un montón de burradas en nombre del partido al cual ni siquiera han consultado acarreando un sin número de problemas y dando lugar a falsas interpretaciones sobre la posición del partido sobre X, o B postura política. Así, desgraciadamente van apareciendo diplomáticos trasnochados, representantes de relaciones internacionales auto designados, jefes políticos con mando militar y una secuela de infringidores de los estatutos partidarios que demuestran no ser lo que aparentan o quieren aparentar cuando el partido les designa verdaderas tareas donde tienen que comprometer tiempo y esfuerzo.
Entonces me vuelvo a preguntar: es válido tratar de seguir siendo un verdadero militante conociendo lo que otros militantes hacen? Mi respuesta es aun mas afirmativa: si el partido lo dejáramos a ese tipo de militantes ya no existiría el partido del pueblo y es por ese pueblo que trato y trataré por el resto de mi vida de ser un verdadero militante. El partido tiene filtros históricos y objetivos para ir apartando lo que no corresponde a los principios ideológicos del mismo.
FMLN de Ottawa y RCN
Cuando me pongo a escribir sobre el significado de ser militante de un partido revolucionario me pongo a pensar si son valederos todos los esfuerzos puestos para tener alguna calidad de militante y mi respuesta ha sido siempre positiva. Me evito, sin embargo; de andar haciendo comparaciones con otras personas militantes y me satisfago a mi mismo sabiendo que dando amor, recibo amor y que de mi pequeña contribución algo bueno traerá para el pueblo.
Al parecer, mi posición me lleva a ser un militante ermitaño; pero muchas veces es mejor callar que estar hablando cuando nadie escucha. Todo partido revolucionario debe caracterizarse por la seriedad de sus militantes, por la crítica y la autocrítica, por la fraternidad y amor al trabajo de un proceso en el cual se cree y no por convertirse en un asalariado por lo poquito que pones para el partido mismo.
Las recientes elecciones han dejado al claro muchas cosas: se puede ver el interés personal manifiesto en las posiciones de algunos compañeros@ quienes piensan que el puesto para el cual unos fueron elegidos y otros nombrados@ los coloca en una posición de ventaja en relación a toda la militancia lo cual está completamente equivocado ya que con esas posiciones deshonran la voluntad del pueblo y el pueblo tarda; pero no olvida. Otros@ que dicen ser dirigentes se toman la libertad de hacer un montón de burradas en nombre del partido al cual ni siquiera han consultado acarreando un sin número de problemas y dando lugar a falsas interpretaciones sobre la posición del partido sobre X, o B postura política. Así, desgraciadamente van apareciendo diplomáticos trasnochados, representantes de relaciones internacionales auto designados, jefes políticos con mando militar y una secuela de infringidores de los estatutos partidarios que demuestran no ser lo que aparentan o quieren aparentar cuando el partido les designa verdaderas tareas donde tienen que comprometer tiempo y esfuerzo.
Entonces me vuelvo a preguntar: es válido tratar de seguir siendo un verdadero militante conociendo lo que otros militantes hacen? Mi respuesta es aun mas afirmativa: si el partido lo dejáramos a ese tipo de militantes ya no existiría el partido del pueblo y es por ese pueblo que trato y trataré por el resto de mi vida de ser un verdadero militante. El partido tiene filtros históricos y objetivos para ir apartando lo que no corresponde a los principios ideológicos del mismo.
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