Licda. Norma Guevara de Ramirios
El 1 de junio de 1989 asumió la Presidencia Alfredo Cristiani y se inauguró un período de gobiernos areneros que el próximo jueves llegan al año 17. Con excepción de la negociación y firma de los Acuerdos de Paz, un intento de reforma de la educación interrumpida y sin soporte financiero propio, y las carreteras de alto precio que se han construido, las acciones de los gobiernos areneros han representado desmejoramiento para la población pobre y las capas medias que juntas representamos la mayor parte de nuestro país.
La negociación de la paz respondió a la lucha popular y la denuncia internacional que se transformaron en demanda y por eso a pesar de la visión de nuevo país que ellos contienen, ahora se revierten, se deforman o denigran las entidades nuevas como la PNC, el TSE y la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos. La visión de los Acuerdos de Paz «estorba» el modelo que han impulsado e impulsan los gobiernos areneros de Cristiani, Calderón Sol, Flores Pérez y ahora Saca. Sin cumplir el compromiso más importante de país que hayamos logrado, ahora se demanda frecuentemente un «nuevo pacto» a lo mejor pensando que en el contexto actual se puede imponer el interés de la argolla que está detrás de estos gobiernos determinando un rumbo desastroso para las mayorías.
Se nos arrebataron las instituciones públicas de servicio: IRA, Refinería, Bancos, Ingenios azucareros, las funciones y entidades de pensiones, las que manejan los puertos y el aeropuerto, la telefonía y telecomunicaciones, los trenes, gran parte de la generación de energía eléctrica, de toda la distribución de energía, las funciones principales del Banco Central de Reserva, y en cada función estatal o institución privatizada hemos perdido las mayorías; pero han ganado muchísimo dinero unos cuantos empresarios que son al mismo tiempo los reales dirigentes del partido en el gobierno.
Para justificar la fanática línea privatizadora se promueve permanentemente y por todos los medios la idea de que lo público es lento, malo, caro, y que lo privado es ágil, bueno y barato al tiempo que sus tecnócratas dirigen las instituciones públicas principales del Estado con total menosprecio a la Constitución de la República.
El resultado está a la vista: más pobreza, mayor emigración, mayor desigualdad en la distribución del ingreso, mayor corrupción, mayores abusos contra los consumidores, más altos precios de los servicios públicos básicos, más desempleo, más violencia, más criminalidad, más impunidad, mayor manipulación de la información y abuso de la propaganda; retomo del fraude electoral, pérdida del colón e imposición del dólar como moneda, en resumen, mayor autoritarismo político.
En la campaña electoral de 2003-2004, se amenazó a la población y se aterrorizó a parte de la misma con la sola idea de que si ganaba en el país el FMLN, cesarían las remesas que reciben cientos de miles de familias y se deportaría desde Estados Unidos a la población salvadoreña; ahora en la coyuntura del segundo año de Saca y 17 de gobernantes areneros, estamos ante el peor momento para la población salvadoreña residente en EE. UU.; se reciben deportados por centenares cada semana y se amenaza con deportar a cientos de miles. ¿Dónde quedó el engaño según el cual el partido de derecha era sombrilla para la emigración sin deportaciones?.
Y como si esto fuera poco se ciernen como continuidad de una línea de la argolla privatizadora, la privatización del agua, una nueva alza de la energía eléctrica, del gas propano, los pasajes del transporte público, más tiempo para que los trabajadores se pensionen, nuevos endeudamientos, desabastecimiento de medicinas en hospitales, es decir más de lo mismo!.
Pese a la propaganda, y la supuesta popularidad del Presidente lograda quién sabe como, en el seno más íntimo de cada familia hay desesperanza, preocupación y en consecuencia nada que celebrar; más bien crece la conciencia para defender al país del camino en que nos han colocado y disponernos a luchar para disminuir tanta desgracia que los gobiernos areneros nos han impuesto.
El 1 de junio de 1989 asumió la Presidencia Alfredo Cristiani y se inauguró un período de gobiernos areneros que el próximo jueves llegan al año 17. Con excepción de la negociación y firma de los Acuerdos de Paz, un intento de reforma de la educación interrumpida y sin soporte financiero propio, y las carreteras de alto precio que se han construido, las acciones de los gobiernos areneros han representado desmejoramiento para la población pobre y las capas medias que juntas representamos la mayor parte de nuestro país.
La negociación de la paz respondió a la lucha popular y la denuncia internacional que se transformaron en demanda y por eso a pesar de la visión de nuevo país que ellos contienen, ahora se revierten, se deforman o denigran las entidades nuevas como la PNC, el TSE y la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos. La visión de los Acuerdos de Paz «estorba» el modelo que han impulsado e impulsan los gobiernos areneros de Cristiani, Calderón Sol, Flores Pérez y ahora Saca. Sin cumplir el compromiso más importante de país que hayamos logrado, ahora se demanda frecuentemente un «nuevo pacto» a lo mejor pensando que en el contexto actual se puede imponer el interés de la argolla que está detrás de estos gobiernos determinando un rumbo desastroso para las mayorías.
Se nos arrebataron las instituciones públicas de servicio: IRA, Refinería, Bancos, Ingenios azucareros, las funciones y entidades de pensiones, las que manejan los puertos y el aeropuerto, la telefonía y telecomunicaciones, los trenes, gran parte de la generación de energía eléctrica, de toda la distribución de energía, las funciones principales del Banco Central de Reserva, y en cada función estatal o institución privatizada hemos perdido las mayorías; pero han ganado muchísimo dinero unos cuantos empresarios que son al mismo tiempo los reales dirigentes del partido en el gobierno.
Para justificar la fanática línea privatizadora se promueve permanentemente y por todos los medios la idea de que lo público es lento, malo, caro, y que lo privado es ágil, bueno y barato al tiempo que sus tecnócratas dirigen las instituciones públicas principales del Estado con total menosprecio a la Constitución de la República.
El resultado está a la vista: más pobreza, mayor emigración, mayor desigualdad en la distribución del ingreso, mayor corrupción, mayores abusos contra los consumidores, más altos precios de los servicios públicos básicos, más desempleo, más violencia, más criminalidad, más impunidad, mayor manipulación de la información y abuso de la propaganda; retomo del fraude electoral, pérdida del colón e imposición del dólar como moneda, en resumen, mayor autoritarismo político.
En la campaña electoral de 2003-2004, se amenazó a la población y se aterrorizó a parte de la misma con la sola idea de que si ganaba en el país el FMLN, cesarían las remesas que reciben cientos de miles de familias y se deportaría desde Estados Unidos a la población salvadoreña; ahora en la coyuntura del segundo año de Saca y 17 de gobernantes areneros, estamos ante el peor momento para la población salvadoreña residente en EE. UU.; se reciben deportados por centenares cada semana y se amenaza con deportar a cientos de miles. ¿Dónde quedó el engaño según el cual el partido de derecha era sombrilla para la emigración sin deportaciones?.
Y como si esto fuera poco se ciernen como continuidad de una línea de la argolla privatizadora, la privatización del agua, una nueva alza de la energía eléctrica, del gas propano, los pasajes del transporte público, más tiempo para que los trabajadores se pensionen, nuevos endeudamientos, desabastecimiento de medicinas en hospitales, es decir más de lo mismo!.
Pese a la propaganda, y la supuesta popularidad del Presidente lograda quién sabe como, en el seno más íntimo de cada familia hay desesperanza, preocupación y en consecuencia nada que celebrar; más bien crece la conciencia para defender al país del camino en que nos han colocado y disponernos a luchar para disminuir tanta desgracia que los gobiernos areneros nos han impuesto.
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