miércoles, mayo 24, 2006

Pierden terreno indocumentados en EE.UU. en debate sobre inmigración

Washington, 24 may (PL) La negativa del Senado estadounidense a legalizar a los indocumentados resta terreno hoy a los inmigrantes, quienes esperan aún mayor flexibilidad de esta instancia del congreso ante las medidas severas propuestas por la Cámara de Representantes.

Junto a la oposición de los senadores al proyecto de ley que otorgaba la ciudadanía a millones de personas, fueron aprobadas enmiendas que establecen mayores multas a los empresarios que empleen indocumentados y hasta penas de prisión a aquellos reincidentes.


Las penalidades a los empleadores podrán llegar hasta 20 mil dólares, según la iniciativa, rubricada la víspera por 58 votos a favor y 40 en contra.

En opinión del senador demócrata Barack Obama, las enmiendas constituyen "probablemente el paso singular más importante para detener el flujo de ilegales".

Esta semana el Senado prevé culminar los debates sobre la reforma de inmigración y emitir su proyecto de ley, el cual deberá ser conciliado en el Comité de Conferencias del Congreso con la propuesta aprobada en diciembre último por la Cámara de Representantes.

La víspera, los legisladores de la Cámara alta lanzaron un balde de agua fría sobre los entre 10 millones y 12 millones de indocumentados, al rechazar la enmienda presentada por la senadora demócrata Dianne Feinstein.

El texto de la congresista californiana otorgaba la residencia legal en el país de manera automática a toda persona que hubiese entrado a Estados Unidos antes del 1 de enero de 2006.

La propuesta de Feinstein recibió 61 votos en contra y sólo 37 a favor.

No obstante, continúa latente la posibilidad de que el Senado apruebe un proyecto de ley más amplio, que no sea bloqueado por los sectores republicanos más conservadores.

Varios demócratas alegaron que su voto en contra se debió a la necesidad de dar luz verde a una iniciativa más integral, que sea del agrado de los republicanos.

El proyecto por el cual abogan algunos legisladores progubernamentales, y que al final debe tener el apoyo de los demócratas, permitiría que dos tercios de los indocumentados se queden en el país y obligaría al resto a partir.

Se espera que los grandes enfrentamientos surjan a la hora de armonizar el texto del Senado con el de la Cámara de Representantes.

Los senadores aprobaron cerca de 20 enmiendas, entre ellas algunas polémicas, como la construcción de vallas y muros en la frontera con México y el idioma inglés como lengua nacional.

La Cámara baja rubricó en diciembre una dura iniciativa que, a la vez que convierte en criminales a los indocumentados establece el reforzamiento de la seguridad en la franja limítrofe del sur.

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