(PL) La Policía Nacional Civil (PNC) de El Salvador informó hoy que se registraron 582 víctimas fatales de la violencia, en los dos últimos meses, para un promedio de casi 10 crímenes diarios.
Pedro González, subdirector policial, aseguró que las estadísticas reflejan un alza en la cantidad de homicidios, cuyas cifras podrían aumentar pese a los planes gubernamentales por erradicar la extrema agresividad.
"Es evidente el incremento delictivo si comparamos los números actuales con el monto de homicidios de abril de 2005, cuando hubo 280 asesinatos", puntualizó.
Mientras, el año pasado ocurrieron mil 88 decesos, durante los cuatro primeros meses de 2006 acontecieron mil 143, equivalentes a 55 más en el mismo período.
A principios del mes anterior, la PNC y el ejército desplegaron 290 efectivos, integrantes de Grupos de Tarea Antipandillas (GTA), en los principales municipios de San Salvador.
Ellos, según el gobierno, mantendrán por tiempo indefinido la búsqueda y captura de malhechores para contrarrestar crímenes y otros delitos.
El presidente salvadoreño, Antonio Saca, impulsa el Plan Súper Mano Dura desde 2004 a la fecha, pero sólo ha conseguido abarrotar las cárceles de pandilleros o miembros de Maras.
Un estudio de Naciones Unidas señaló que alrededor de 300 mil menores salvadoreños se dedican a actividades laborales, la mayor parte a las peores formas de trabajo infantil.
La mayoría no alcanza si quiera a iniciar sus estudios básicos, crecen en trabajos forzados, utilizados por elementos inescrupulosos en el narcotráfico y terminan, como sus propios padres, en la pobreza extrema, que afecta a más del 50 por ciento de la población.
Alejandro Alvarez, investigador del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, criticó la falta de integración de las políticas públicas contra la inseguridad ciudadana, que basan sus estrategias en la represión.
Las autoridades persiguen pandilleros, quienes no son los únicos responsables de la extrema agresividad, pues el crimen organizado y la violencia doméstica añaden víctimas a la lista de 10 homicidios diarios, especificó el experto.
Estimó que la estrategia antimaras brinda solo una aparente seguridad a los salvadoreños, porque el sistema que engendra esa violencia sigue en pie, y para los gobernantes resulta inamovible.
Pedro González, subdirector policial, aseguró que las estadísticas reflejan un alza en la cantidad de homicidios, cuyas cifras podrían aumentar pese a los planes gubernamentales por erradicar la extrema agresividad.
"Es evidente el incremento delictivo si comparamos los números actuales con el monto de homicidios de abril de 2005, cuando hubo 280 asesinatos", puntualizó.
Mientras, el año pasado ocurrieron mil 88 decesos, durante los cuatro primeros meses de 2006 acontecieron mil 143, equivalentes a 55 más en el mismo período.
A principios del mes anterior, la PNC y el ejército desplegaron 290 efectivos, integrantes de Grupos de Tarea Antipandillas (GTA), en los principales municipios de San Salvador.
Ellos, según el gobierno, mantendrán por tiempo indefinido la búsqueda y captura de malhechores para contrarrestar crímenes y otros delitos.
El presidente salvadoreño, Antonio Saca, impulsa el Plan Súper Mano Dura desde 2004 a la fecha, pero sólo ha conseguido abarrotar las cárceles de pandilleros o miembros de Maras.
Un estudio de Naciones Unidas señaló que alrededor de 300 mil menores salvadoreños se dedican a actividades laborales, la mayor parte a las peores formas de trabajo infantil.
La mayoría no alcanza si quiera a iniciar sus estudios básicos, crecen en trabajos forzados, utilizados por elementos inescrupulosos en el narcotráfico y terminan, como sus propios padres, en la pobreza extrema, que afecta a más del 50 por ciento de la población.
Alejandro Alvarez, investigador del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, criticó la falta de integración de las políticas públicas contra la inseguridad ciudadana, que basan sus estrategias en la represión.
Las autoridades persiguen pandilleros, quienes no son los únicos responsables de la extrema agresividad, pues el crimen organizado y la violencia doméstica añaden víctimas a la lista de 10 homicidios diarios, especificó el experto.
Estimó que la estrategia antimaras brinda solo una aparente seguridad a los salvadoreños, porque el sistema que engendra esa violencia sigue en pie, y para los gobernantes resulta inamovible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario