(PL) El Salvador debe ratificar los convenios internacionales sobre libre sindicalización y contratos colectivos, aunque ello obligue a reformar la constitución, demandaron hoy varios funcionarios y sectores sociales.
Beatrice de Carrillo, Procuradora de Derechos Humanos, consideró que el Parlamento de este país no ha aprobado esos acuerdos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) porque con ellos se avalaría la sindicalización hasta en el ejército y la policía.
Además, la legitimación de esos convenios, favorables a las mayorías, sobre todo el 87 y el 98, obligaría al Estado a permitir las huelgas incluso entre sus fuerzas de apoyo.
La desatención a esas disposiciones, aceptadas por múltiples estados, podría redundar en que la Unión Europea se abstuviera de establecer convenios comerciales beneficiosos para la economía local, alertó la funcionaria.
Los acuerdos laborales no se han ratificado en El Salvador porque no convienen al empresariado y a las autoridades, enfatizó Wiliam Huezo, dirigente del gremio de los empleados estatales.
El opositor Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional también llamó al ejecutivo a ratificar esos acuerdos, que constituyen compromisos internacionales preestablecidos.
En opinión de los demandantes, la legitimación de esos tratados posibilitaría a esta nación gozar de los favores del Sistema Generalizado de Preferencias que promueve el foro europeo.
Recordaron que la Constitución de El Salvador prohíbe la sindicalización en el Estado, las huelgas y los contratos colectivos, por lo que sería necesario una reforma para aprobar los convenios de la OIT.
Diputados salvadoreños explicaron que un proceso de esa naturaleza sólo podría hacerse efectivo en un período de unos tres años, mientras que la UE exigió cumplir esas regulaciones antes de finalizar el presente.
Beatrice de Carrillo, Procuradora de Derechos Humanos, consideró que el Parlamento de este país no ha aprobado esos acuerdos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) porque con ellos se avalaría la sindicalización hasta en el ejército y la policía.
Además, la legitimación de esos convenios, favorables a las mayorías, sobre todo el 87 y el 98, obligaría al Estado a permitir las huelgas incluso entre sus fuerzas de apoyo.
La desatención a esas disposiciones, aceptadas por múltiples estados, podría redundar en que la Unión Europea se abstuviera de establecer convenios comerciales beneficiosos para la economía local, alertó la funcionaria.
Los acuerdos laborales no se han ratificado en El Salvador porque no convienen al empresariado y a las autoridades, enfatizó Wiliam Huezo, dirigente del gremio de los empleados estatales.
El opositor Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional también llamó al ejecutivo a ratificar esos acuerdos, que constituyen compromisos internacionales preestablecidos.
En opinión de los demandantes, la legitimación de esos tratados posibilitaría a esta nación gozar de los favores del Sistema Generalizado de Preferencias que promueve el foro europeo.
Recordaron que la Constitución de El Salvador prohíbe la sindicalización en el Estado, las huelgas y los contratos colectivos, por lo que sería necesario una reforma para aprobar los convenios de la OIT.
Diputados salvadoreños explicaron que un proceso de esa naturaleza sólo podría hacerse efectivo en un período de unos tres años, mientras que la UE exigió cumplir esas regulaciones antes de finalizar el presente.
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