Guatemala, 9 may (PL) Con un rechazo al endurecimiento de la política migratoria en Estados Unidos y a las violaciones de los derechos humanos de los indocumentados, concluyó hoy en Guatemala una reunión regional sobre el tema.
"Los abusos cometidos contra los migrantes se agravaron al tratarse indebidamente un fenómeno económico y social como un asunto de seguridad nacional", señala la declaración final de la cita, a la que asistieron más de un centenar de delegados.
El texto reflejó la preocupación regional por el incremento de las deportaciones desde Estados Unidos, así como por las grandes falencias de los Estados centroamericanos para defender a sus connacionales y prestarles asistencia básica.
Interrogada por Prensa Latina sobre las críticas a los gobiernos por no tomar posiciones más fuertes a favor de los migrantes, la vicecanciller guatemalteca Marta Altolaguirre expresó que se han hecho gestiones pero no siempre se obtienen los resultados esperados.
"Decir que se va a ser enérgico es fácil, actuar con energía también, tener una respuesta no siempre es posible", dijo Altolaguirre, quien expresó su preocupación por la desintegración familiar que están ocasionando las deportaciones.
En el encuentro se puso de manifiesto la importancia de que tanto las Procuradurías de los Derechos Humanos, como los gobiernos y la sociedad civil formen una alianza para respaldar una reforma migratoria integral, basada en el respeto a los derechos humanos.
A la reunión, que sesionó durante tres días en esta capital, asistieron representantes de todos los países centroamericanos, México, Panamá y Belice, de organizaciones defensoras de los migrantes, iglesias y entidades regionales e internacionales.
El Magistrado de Conciencia de Guatemala, Sergio Morales, consideró que los resultados del encuentro superaron todas las expectativas y se trabajará ahora por hacer realidad sus conclusiones y recomendaciones.
"Los abusos cometidos contra los migrantes se agravaron al tratarse indebidamente un fenómeno económico y social como un asunto de seguridad nacional", señala la declaración final de la cita, a la que asistieron más de un centenar de delegados.
El texto reflejó la preocupación regional por el incremento de las deportaciones desde Estados Unidos, así como por las grandes falencias de los Estados centroamericanos para defender a sus connacionales y prestarles asistencia básica.
Interrogada por Prensa Latina sobre las críticas a los gobiernos por no tomar posiciones más fuertes a favor de los migrantes, la vicecanciller guatemalteca Marta Altolaguirre expresó que se han hecho gestiones pero no siempre se obtienen los resultados esperados.
"Decir que se va a ser enérgico es fácil, actuar con energía también, tener una respuesta no siempre es posible", dijo Altolaguirre, quien expresó su preocupación por la desintegración familiar que están ocasionando las deportaciones.
En el encuentro se puso de manifiesto la importancia de que tanto las Procuradurías de los Derechos Humanos, como los gobiernos y la sociedad civil formen una alianza para respaldar una reforma migratoria integral, basada en el respeto a los derechos humanos.
A la reunión, que sesionó durante tres días en esta capital, asistieron representantes de todos los países centroamericanos, México, Panamá y Belice, de organizaciones defensoras de los migrantes, iglesias y entidades regionales e internacionales.
El Magistrado de Conciencia de Guatemala, Sergio Morales, consideró que los resultados del encuentro superaron todas las expectativas y se trabajará ahora por hacer realidad sus conclusiones y recomendaciones.
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