Una de las últimas imágenes del "Che" antes de su ejecución "es una mirada desafiante, casi se podría decir como de ingreso a la eternidad en la memoria colectiva de hombres y mujeres”.Santiago Estrella Garcés. Corresponsal en Buenos Aires
Una tercera foto de Ernesto Guevara, el revolucionario argentino, empieza a recorrer el mundo.
La revista semanal argentina Noticias publicó, en su último número, la primicia mundial de las imágenes del ‘Che’ poco antes de morir, en Bolivia.
La foto llegó a manos del prestigioso y serio historiador argentino Pacho O'Donnell. “El envío no tenía remitente aunque sospecho que quien lo mandó fue uno de los colaboradores bolivianos del ‘Che’ a quien entrevisté a raíz de la publicación de mi biografía sobre el revolucionario argentino”, escribe O'Donnell en el artículo que acompaña la foto.
Es una primicia de la que diarios ni agencias internacionales han hecho eco, pese a que el historiador asegurará que es así. Seguramente, con el paso del tiempo, podrá tener la misma repercusión y trascendencia que la que tomó Korda, la cual aparece en todas las manifestaciones, en las canchas de fútbol y en las camisetas en cualquier país del mundo. O aquella del boliviano Freddy Alborta, cuando se ve el cadáver de l rebelde argentino sobre una pileta, en la lavandería del hospital de Vallegrande.
Esta foto es distinta. Se evidencia que está sentando en un banco pequeño y mira hacia quienes podrán ser sus asesinos. Pero se lo ve con la serenidad, sabiendo que pronto se enfrentará con la muerte. Y que no la teme. Es una mirada desafiante, casi se podría decir como de ingreso a la eternidad en la memoria colectiva de hombres y mujeres.
La foto tiene una larga historia hasta aparecer a la luz pública, según relata O'Donnell. Cuando en octubre de 1967 el ‘Che’ es apresado por los militares bolivianos, llega la orden superior de matarlo. El coronel Zenteno es el encargado de transmitir la decisión. El helicóptero que debió llevarlo hacia La Higuera, solo tenía espacio para dos personas. Viajaron Arnaldo Saucedo Parada, coronel cde la 8va. División y el agente de la CIA, Félix Rodríguez, quien se identificaba como Félix Ramos.
Parada encarga al piloto del helicóptero, Niño de Guzmán, que le tome fotos. Pero Rodríguez, o Ramos, se encarga de velar las fotos, pues deseaba que las imágenes del guerrillero sólo permanecieran en manos de la CIA.
Sin embargo, Guzmán logra volver a tomar fotos, entre las que se encuentra la que reprodujo esta semana la revista Noticias, que no se caracteriza, precisamente por ser una publicación de izquierda, aunque sí es parte de una empresa editorial que cuestiona todo lo que ocurre en cualquier esfera de la vida pública.
El agente de la CIA Rodríguez exigió que Zenteno decomise el material. Pero por razones de jerarquía, el rollo sin revelar pasó a manos del general Ovando quien, a su vez, depositó en las oficinas de Arana Serrado. Éste las habría dado a conocer con un comentario que perjudica la ganada imagen del argentino-cubano.
No es la única foto. Pero el tiempo las ha arruinado. Apenas se puede ver otras en que está sentado, con las manos atadas. Aún vivo. En las otras, ya casi borrosas, está ensangrentado, y muerto.
Pero lo que está en el pie de foto es lo que más llama la atención, como escribió el autor del artículo que la acompaña.
“Cuando el piloto disparó su cámara en ese lugar humildísimo, el ‘Che’, rodeado de enemigos, en el más absoluto desamparo, herido de bala, habiendo escuchado cómo se asesinaba al heroico Willie Cuba en la habitación de al lado, mostró que sí es verdad, como escribió Sartre, que ‘la vida no es más que un chispazo entre dos tinieblas’. El único sentido de la misma es lograr que ese chispazo se vuelva una llamarada que perdure en las retinas de las mujeres y los hombres de buena voluntad, cualquiera sea su ideología”.
Ícono revolucionario
El rebelde argentino Ernesto ‘Che’ Guevara fue ejecutado en la localidad de Higuera, en Bolivia, el 9 de octubre de 1967. Luego de su muerte, se convirtió en un ícono de los movimientos de izquierda del mundo
En 1966, desde Cuba partió rumbo a Bolivia, convencido de que era el país sudamericano que mejores condiciones ofrecía para una revolución socialista. Pero allí halló la muerte.
Una tercera foto de Ernesto Guevara, el revolucionario argentino, empieza a recorrer el mundo.
La revista semanal argentina Noticias publicó, en su último número, la primicia mundial de las imágenes del ‘Che’ poco antes de morir, en Bolivia.
La foto llegó a manos del prestigioso y serio historiador argentino Pacho O'Donnell. “El envío no tenía remitente aunque sospecho que quien lo mandó fue uno de los colaboradores bolivianos del ‘Che’ a quien entrevisté a raíz de la publicación de mi biografía sobre el revolucionario argentino”, escribe O'Donnell en el artículo que acompaña la foto.
Es una primicia de la que diarios ni agencias internacionales han hecho eco, pese a que el historiador asegurará que es así. Seguramente, con el paso del tiempo, podrá tener la misma repercusión y trascendencia que la que tomó Korda, la cual aparece en todas las manifestaciones, en las canchas de fútbol y en las camisetas en cualquier país del mundo. O aquella del boliviano Freddy Alborta, cuando se ve el cadáver de l rebelde argentino sobre una pileta, en la lavandería del hospital de Vallegrande.
Esta foto es distinta. Se evidencia que está sentando en un banco pequeño y mira hacia quienes podrán ser sus asesinos. Pero se lo ve con la serenidad, sabiendo que pronto se enfrentará con la muerte. Y que no la teme. Es una mirada desafiante, casi se podría decir como de ingreso a la eternidad en la memoria colectiva de hombres y mujeres.
La foto tiene una larga historia hasta aparecer a la luz pública, según relata O'Donnell. Cuando en octubre de 1967 el ‘Che’ es apresado por los militares bolivianos, llega la orden superior de matarlo. El coronel Zenteno es el encargado de transmitir la decisión. El helicóptero que debió llevarlo hacia La Higuera, solo tenía espacio para dos personas. Viajaron Arnaldo Saucedo Parada, coronel cde la 8va. División y el agente de la CIA, Félix Rodríguez, quien se identificaba como Félix Ramos.
Parada encarga al piloto del helicóptero, Niño de Guzmán, que le tome fotos. Pero Rodríguez, o Ramos, se encarga de velar las fotos, pues deseaba que las imágenes del guerrillero sólo permanecieran en manos de la CIA.
Sin embargo, Guzmán logra volver a tomar fotos, entre las que se encuentra la que reprodujo esta semana la revista Noticias, que no se caracteriza, precisamente por ser una publicación de izquierda, aunque sí es parte de una empresa editorial que cuestiona todo lo que ocurre en cualquier esfera de la vida pública.
El agente de la CIA Rodríguez exigió que Zenteno decomise el material. Pero por razones de jerarquía, el rollo sin revelar pasó a manos del general Ovando quien, a su vez, depositó en las oficinas de Arana Serrado. Éste las habría dado a conocer con un comentario que perjudica la ganada imagen del argentino-cubano.
No es la única foto. Pero el tiempo las ha arruinado. Apenas se puede ver otras en que está sentado, con las manos atadas. Aún vivo. En las otras, ya casi borrosas, está ensangrentado, y muerto.
Pero lo que está en el pie de foto es lo que más llama la atención, como escribió el autor del artículo que la acompaña.
“Cuando el piloto disparó su cámara en ese lugar humildísimo, el ‘Che’, rodeado de enemigos, en el más absoluto desamparo, herido de bala, habiendo escuchado cómo se asesinaba al heroico Willie Cuba en la habitación de al lado, mostró que sí es verdad, como escribió Sartre, que ‘la vida no es más que un chispazo entre dos tinieblas’. El único sentido de la misma es lograr que ese chispazo se vuelva una llamarada que perdure en las retinas de las mujeres y los hombres de buena voluntad, cualquiera sea su ideología”.
Ícono revolucionario
El rebelde argentino Ernesto ‘Che’ Guevara fue ejecutado en la localidad de Higuera, en Bolivia, el 9 de octubre de 1967. Luego de su muerte, se convirtió en un ícono de los movimientos de izquierda del mundo
En 1966, desde Cuba partió rumbo a Bolivia, convencido de que era el país sudamericano que mejores condiciones ofrecía para una revolución socialista. Pero allí halló la muerte.
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