San Salvador, 3 sep (PL) El presidente salvadoreño, Elías Antonio Saca, demandó hoy la realización de una cumbre regional de seguridad para frenar a las pandillas o maras, culpadas por las autoridades de la criminalidad ascendente en Centroamérica.
Estos pronunciamientos secundaron a los de su homólogo hondureño, Manuel Zelaya, quien propuso este viernes la celebración de un encuentro de los gobernantes del área para coordinar estrategias contra la delincuencia.
Emisoras radiales de este país, el de mayor incidencia de la violencia en la zona, transmitieron el mensaje de Saca a los salvadoreños.
Este se comprometió con sus coterráneos a alentar en ese foro la discusión de los problemas que aquejan no sólo a esta pequeña nación sino a todos los países centroamericanos.
Al estilo de su antecesor, Francisco Flores (1999-2004), Saca determinó priorizar la lucha contra los miembros de las pandillas, a las cuales se les involucra hasta con el crimen organizado.
Especialistas recordaron que reuniones como la propuesta, quizás con sede en Tegucigalpa, suelen desatenderse de la falta de perspectivas de empleo, estudios, o mejoras de vida, que ocasionan actitudes delincuenciales en los jóvenes.
Por lo general, los representantes gubernamentales de estos países sólo hablan de reprimir a tales grupos y a los sospechosos de pertenecer a los mismos, pero no de poner fin de una vez a los problemas sociales causantes de su expansión.
Estos pronunciamientos secundaron a los de su homólogo hondureño, Manuel Zelaya, quien propuso este viernes la celebración de un encuentro de los gobernantes del área para coordinar estrategias contra la delincuencia.
Emisoras radiales de este país, el de mayor incidencia de la violencia en la zona, transmitieron el mensaje de Saca a los salvadoreños.
Este se comprometió con sus coterráneos a alentar en ese foro la discusión de los problemas que aquejan no sólo a esta pequeña nación sino a todos los países centroamericanos.
Al estilo de su antecesor, Francisco Flores (1999-2004), Saca determinó priorizar la lucha contra los miembros de las pandillas, a las cuales se les involucra hasta con el crimen organizado.
Especialistas recordaron que reuniones como la propuesta, quizás con sede en Tegucigalpa, suelen desatenderse de la falta de perspectivas de empleo, estudios, o mejoras de vida, que ocasionan actitudes delincuenciales en los jóvenes.
Por lo general, los representantes gubernamentales de estos países sólo hablan de reprimir a tales grupos y a los sospechosos de pertenecer a los mismos, pero no de poner fin de una vez a los problemas sociales causantes de su expansión.
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