martes, septiembre 19, 2006

Centroamérica busca la manera de frenar emigración ilegal

Tegucigalpa, 19 sep (PL) El II Seminario Taller de Capacitación sobre Control Migratorio, que finaliza hoy en Honduras, instaló un comité regional para buscar la manera de frenar los desplazamientos ilegales.

Ahora es el momento propicio para conocer las nuevas tendencias del éxodo ilícito y los mecanismos que se deben aplicar en la detención del fenómeno, afirmó Enrique Reina, vicecanciller hondureño.


Representantes de varios países centroamericanos, Estados Unidos, México, Canadá y República Dominicana acordaron intensificar los controles para detener las salidas de indocumentados y el tráfico de personas.

Durante el encuentro, los expertos debatieron acerca de la distinción entre trasiego y trata de seres humanos, así como los tipos de chequeos efectuados por la policía de aduanas a personas que se movilizan de un país a otro.

Las autoridades deberán a partir de ahora coordinar el trabajo con las oficinas de Migración y Fronteras para mejorar las operaciones y aplacar el éxodo de indocumentados, aseguró el director hondureño de Migración, German Espinal.

Lo anterior redunda en una mejor forma de inspección del comercio, de los bienes, de las personas y del turismo, señaló.

Sigifredo Ochoa, embajador de El Salvador en Honduras, destacó la importancia de establecer las líneas para contener la emigración de centroamericanos hacia Norteamérica y Europa.

El Foro Nacional para las Migraciones en Honduras (FONAMIH) reveló que 80 mil nacionales salen cada año hacia diversos países, al mes se registra un promedio de cinco mil 951, a la semana mil 538 y 219 a diario, lo cual equivalente a nueve por hora.

Cerca de un millón radica en Estados Unidos, y otros 50 mil permanecen en naciones como España y Canadá.

FONAMIH estimó que en territorio estadounidense viven 200 mil hondureños de forma regular, de ellos 78 mil están amparados bajo el Estatuto de Protección Temporal, prorrogado hasta julio de 2007.

Según el Foro, las causas de la creciente migración se sintetizan en la pobreza, falta de empleos, y la marginalidad de las poblaciones del área.

Precisó la necesidad de impulsar programas de atención a esas personas, que al regresar a su lugar de origen tienen peores condiciones de vida.

Registros del FONAMIH testifican que un promedio de 120 hondureños son deportados vía aérea cada día desde Norteamérica.

En el caso de El Salvador, cifras oficiales aseveran que la búsqueda de mejores condiciones de vida en la nación norteña provocó la muerte de 83 personas en apenas 13 meses.

Los fallecimientos fueron contabilizados entre junio de 2005 y julio de 2006 y ocurrieron a consecuencia de enfermedades y accidentes ocasionados en el trayecto ilegal.

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