Licda. Norma Guevara
(Miembra del Concejo Municipal de la alcaldía de San Salvador)
El 1 de octubre en Brasil, el 5 de noviembre en Nicaragua y el 3 de diciembre en Venezuela se realizarán elecciones presidenciales y en los tres casos, la posibilidad de victoria de la izquierda está definida a pesar de las múltiples formas en que la derecha intenta arrebatar las predecibles victorias, y si eso se confirma antes que el año finalice el saldo, la tendencia, seguirá siendo el rechazo a los gobiernos privatizadores y esos pueblos tendrán esperanza de seguir luchando para resolver problemas importantes y edificar sociedades mejores.
Lula, Ortega y Chávez serían los Presidentes electos y eso dice mucho en el ejercicio de soberanía de los pueblos brasilero, nicaragüense y venezolano para proyectar a una América Latina con mayor libertad y autonomía a la hora de encarar los desafíos de nuestros pueblos.
En Brasil gobierna Lula aliado con fuerzas diversas, sin contar con mayoría en el Congreso ha dado pasos que demuestran su determinación para luchar contra el hambre y asegurar comida a los sectores más desposeídos, para elevar la educación a quienes estaban fuera del sistema educativo, inició procesos en el campo donde la población rural demanda nuevos avances. Aunque los medios de comunicación han pretendido sin lograr involucrar a Lula en fenómenos de corrupción, pero tal como lo revelan diferentes encuestas, la gente reconoce la honradez del Presidente Lula como persona pero sobre todo la honradez hacia la causa progresista de su gobierno, a escasos días de la elección le sigue favoreciendo; es cuestión de días para alcanzar su reelección presidencial.
Del proceso eleccionario en Nicaragua pese a la cercanía geográfica se nos informa poco; incluso se ocultan o se da bajo perfil a acusaciones del Concejo Supremo Electoral nicaragüense que señala a Arena, al Presidente del Tribunal Supremo Electoral Walter Araujo de pedir información hasta del gramaje del papel que utilizarán en las papeletas ¿ para qué puede quererlas?.
En Nicaragua las preferencias claramente se inclinan por el Frente Sandinista de Liberación Nacional FSL que participa unido a un conjunto de fuerzas sociales y políticas bajo la denominación de UNIDOS NICARAGUA GANA; y en un esfuerzo que denominan reconciliación; esa alianza abarca fuerzas que en el pasado, cuando el FSLN gobernó, fueron contrarias pero que recuperan su espíritu nacionalista ante las pretensiones de funcionarios de la administración estadounidense de imponerles candidaturas y postulados políticos ajenos a la realidad del pueblo nicaragüense. En Nicaragua la derecha compite con varias banderas, todas tienen en común el deseo de evitar la victoria de la izquierda, del FSLN y sus aliados.
En Venezuela serán las elecciones el 2 de Diciembre; pero por muy de lejos geográfica y temporalmente que se vea; el resultado es perfectamente predecible a favor de Hugo Chávez y su Movimiento Bolivariano igualmente unido a diferentes fuerzas y sobretodo enraizado en las amplias mayorías venezolanas que viven un proceso de franca transformación social, cultural y política del cual son ellas las principales artífices y defensoras; esta situación disgusta a sectores de derecha latinoamericana y por supuesto al gobierno estadounidense; con la diferencia de que ese país latinoamericano es una potencia petrolera con un gobierno antiimperialista y una sociedad que vive un proceso de revolución.
Estos procesos electorales próximos y sus previsibles resultados a favor de la izquierda constituyen una señal de los nuevos tiempos; de una ola de cambios en un momento de crisis de los modos de gobernar y de hacer más negocios que desarrollo económico por parte de gobiernos que, como los califica Alex Segovia, son en verdad o pro empresariales o empresariales.
Son inaguantables los gobiernos que aplican dogmáticamente las recetas fracasadas de organismos externos, las sociedades aprenden a salvarse del ahogamiento, a identificar las causas de la desigualdad, inseguridad y pobreza.
Es el despertar de Latinoamérica, incluso en procesos en que como Perú o México no alcanzaron, por las razones que sean la victoria electoral, la izquierda se ha fortalecido porque busca formas más libres, más justas de enfrentar los problemas que lastiman la vida de los pueblos. Ojalá celebremos antes de navidad, estas tres grandes victorias.
El 1 de octubre en Brasil, el 5 de noviembre en Nicaragua y el 3 de diciembre en Venezuela se realizarán elecciones presidenciales y en los tres casos, la posibilidad de victoria de la izquierda está definida a pesar de las múltiples formas en que la derecha intenta arrebatar las predecibles victorias, y si eso se confirma antes que el año finalice el saldo, la tendencia, seguirá siendo el rechazo a los gobiernos privatizadores y esos pueblos tendrán esperanza de seguir luchando para resolver problemas importantes y edificar sociedades mejores.
Lula, Ortega y Chávez serían los Presidentes electos y eso dice mucho en el ejercicio de soberanía de los pueblos brasilero, nicaragüense y venezolano para proyectar a una América Latina con mayor libertad y autonomía a la hora de encarar los desafíos de nuestros pueblos.
En Brasil gobierna Lula aliado con fuerzas diversas, sin contar con mayoría en el Congreso ha dado pasos que demuestran su determinación para luchar contra el hambre y asegurar comida a los sectores más desposeídos, para elevar la educación a quienes estaban fuera del sistema educativo, inició procesos en el campo donde la población rural demanda nuevos avances. Aunque los medios de comunicación han pretendido sin lograr involucrar a Lula en fenómenos de corrupción, pero tal como lo revelan diferentes encuestas, la gente reconoce la honradez del Presidente Lula como persona pero sobre todo la honradez hacia la causa progresista de su gobierno, a escasos días de la elección le sigue favoreciendo; es cuestión de días para alcanzar su reelección presidencial.
Del proceso eleccionario en Nicaragua pese a la cercanía geográfica se nos informa poco; incluso se ocultan o se da bajo perfil a acusaciones del Concejo Supremo Electoral nicaragüense que señala a Arena, al Presidente del Tribunal Supremo Electoral Walter Araujo de pedir información hasta del gramaje del papel que utilizarán en las papeletas ¿ para qué puede quererlas?.
En Nicaragua las preferencias claramente se inclinan por el Frente Sandinista de Liberación Nacional FSL que participa unido a un conjunto de fuerzas sociales y políticas bajo la denominación de UNIDOS NICARAGUA GANA; y en un esfuerzo que denominan reconciliación; esa alianza abarca fuerzas que en el pasado, cuando el FSLN gobernó, fueron contrarias pero que recuperan su espíritu nacionalista ante las pretensiones de funcionarios de la administración estadounidense de imponerles candidaturas y postulados políticos ajenos a la realidad del pueblo nicaragüense. En Nicaragua la derecha compite con varias banderas, todas tienen en común el deseo de evitar la victoria de la izquierda, del FSLN y sus aliados.
En Venezuela serán las elecciones el 2 de Diciembre; pero por muy de lejos geográfica y temporalmente que se vea; el resultado es perfectamente predecible a favor de Hugo Chávez y su Movimiento Bolivariano igualmente unido a diferentes fuerzas y sobretodo enraizado en las amplias mayorías venezolanas que viven un proceso de franca transformación social, cultural y política del cual son ellas las principales artífices y defensoras; esta situación disgusta a sectores de derecha latinoamericana y por supuesto al gobierno estadounidense; con la diferencia de que ese país latinoamericano es una potencia petrolera con un gobierno antiimperialista y una sociedad que vive un proceso de revolución.
Estos procesos electorales próximos y sus previsibles resultados a favor de la izquierda constituyen una señal de los nuevos tiempos; de una ola de cambios en un momento de crisis de los modos de gobernar y de hacer más negocios que desarrollo económico por parte de gobiernos que, como los califica Alex Segovia, son en verdad o pro empresariales o empresariales.
Son inaguantables los gobiernos que aplican dogmáticamente las recetas fracasadas de organismos externos, las sociedades aprenden a salvarse del ahogamiento, a identificar las causas de la desigualdad, inseguridad y pobreza.
Es el despertar de Latinoamérica, incluso en procesos en que como Perú o México no alcanzaron, por las razones que sean la victoria electoral, la izquierda se ha fortalecido porque busca formas más libres, más justas de enfrentar los problemas que lastiman la vida de los pueblos. Ojalá celebremos antes de navidad, estas tres grandes victorias.
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