miércoles, julio 05, 2006

México: Las inconsistencias

Teodoro Rentería Arróyave

A todo lo que ha ocurrido desde la asombrosa jornada electoral, por la concurrencia y civilidad del pueblo mexicano, ahora tenemos que agregar las inconsistencias dadas a conocer y reconocidas por el propio Instituto Federal Electoral y el hallazgo de papelería electoral en el Bordo de Xochiaca, Estado de México; por lo anterior y para mayor incertidumbre en el desaseo, hay que agregar que se omitieron 2 millones 500 mil votos por inconsistencias, según declaró el propio IFE, es decir, son 11 mil 184 actas las que presentaron inconsistencias y que ahora dicen que los votos no contabilizados en el Programa de Resultados Electorales Preliminares PREP, podrían ser sumados en las 300 Juntas Distritales.


Sin embargo tuvieron que adelantarse y agregan que en materia de votos no contados en el mismo, estos equivalen a 743 mil 795 para el PAN, 809 mil 3 votos para la Alianza por México, 888 mil 971 votos para la coalición Por el Bien de Todos, 13 mil 946, para Nueva Alianza, 28 mil 40 para Alternativa Socialdemócrata, 15 mil 19 para candidatos no registrados y 82 mil 452 son votos nulos.

Contabilizados estos reducen la ventaja del panista, Felipe Calderón Hinojosa a sólo 257,532 votos, y no 402,708, o de otra manera, en lugar de 1.04 puntos porcentuales de diferencia bajó a sólo 0.64 por ciento.

También por eso extraña que presionado o no por los diecisiete gobernadores del Partido Revolucionario Institucional, el principal derrotado de la contienda electoral presidencial, Roberto Madrazo Pintado, al punto de las lágrimas, aceptó su fracaso, producto fundamentalmente de las miserables pugnas internas y se sumó al reconocimiento del Instituto Federal Electoral, el cual alargará, seguramente hasta este fin de semana o días más, su decisión final. ¿Quién cargará con lo que queda del PRI, el cual desde la pérdida de Los Pinos en el dos mil, nunca aprendió a ser partido?

Extraña ciertamente la actitud asumida por la cúpula tricolor, pues no obstante que había sido ponderada su anterior presencia de la noche del día de las elecciones al haberse convertido en el muro de contención de un posible madruguete al que se le llamó el parón del PRI, 24 horas después sin tener argumento alguno para hacerlo se adelanta a las autoridades electorales y se dedica a la práctica fácil de los reconocimientos, probablemente interesados.

Tan malo es que en estos momentos de incertidumbre se descalifique como se reconozcan triunfos, o se manifiesten perdedores como triunfadores, antes de que las autoridades, precisamente encargadas de sancionar el ejercicio democrático, den a conocer su dictamen final.

Todavía faltas muchos pasos por dar para que el pueblo de México, que se dividió en tres por las luchas electorales, conozca de la decisión final y que la misma sea creíble.

El propio consejero presidente, Luis Carlos Ugalde, tal parece que está haciendo llamados al aire a actores políticos sordos que se niegan a escuchar y menos a atender las recomendaciones de la autoridad electoral, que están basadas en la Ley misma.

Ya se dijo que este miércoles de acuerdo de las disposiciones normativas se iniciará el recuento de las actas correspondientes de los 300 distritos electorales, que tomará desde luego en cuenta las 11,184 actas de las inconsistencias, misma contabilidad que se llevará al cabo en sesión pública.

Además del descubrimiento del material electoral encontrado en un basurero de Ciudad Netzahualcoyolt, tendrá que ser analizado minuciosamente, no sólo por las autoridades electorales sino también por las autoridades federales de procuración de justicia, esto es, por la Fiscalía Especial de Delitos Electorales de la Procuraduría General de la República.

Decíamos al principio qué pasará con los despojos del Partido Revolucionario Institucional, que desde que perdió la Presidencia de la República en el año 2000, jamás aprendió a ser partido y continuó siendo una agencia de colocaciones sin tener mayores puestos que ofertar. La derrota ignominiosa, como en el fútbol, valga el símil, obliga a la renuncia de todos y cada uno de sus actuales dirigentes, y como dice y exige el senador Manuel Bartlet Díaz, a refundarlo a partir de sus bases sólidas, consistentes y leales.

Por ahora, lo que importa es que el proceso electoral concluya de acuerdo a la civilidad y a la entrega de la ciudadanía mexicana sufragante. Simple y llanamente, que sea convincente y que convenza.

- Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor, vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP.

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