San Salvador, 27 jul (PL) La Federación Sindical Salvadoreña (FSS) denunció hoy que los trabajadores organizados del país son acosados mediante anónimos, persecución de dirigentes y allanamiento de locales.
Aseguró que esas prácticas se verifican de modo sistemático y presuponen la existencia de un grupo cuyo principal propósito es aterrorizar y hostigar, al estilo de los "escuadrones de la muerte".
"Esto recuerda particularmente la etapa del sindicalismo en la década de los años setenta y ochenta, por eso pedimos que se denuncie internacionalmente", destacó Adán Calderón, dirigente del gremio.
La querella fue interpuesta ante la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, que deberá abrir un expediente de investigación al respecto.
Calderón alegó que un miembro del FSS fue víctima de anónimos que anuncian el "aniquilamiento" del movimiento sindical.
En ese contexto, ubicó el cateo del local de la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras el 5 de julio último.
Según relata el diario Colatino, un grupo de policías irrumpió con violencia en esas instalaciones, ocupadas entonces por el encargado de comunicaciones Daniel Ernesto Morales, a quien golpearon, amarraron y mantuvieron hincado contra la pared durante cinco horas.
Añade que los agentes encontraron en el lugar un arma registrada a nombre del responsable de la vigilancia, pero detuvieron a Morales tras acusarlo de portarla ilegalmente, lo cual no pudo demostrarse después ante la falta de evidencias.
La FSS criticó a la Fiscalía por no haber iniciado aún las pesquisas sobre esa violación y recordó que la libre sindicalización y el derecho a asociarse están reflejados en la Constitución.
Aseguró que esas prácticas se verifican de modo sistemático y presuponen la existencia de un grupo cuyo principal propósito es aterrorizar y hostigar, al estilo de los "escuadrones de la muerte".
"Esto recuerda particularmente la etapa del sindicalismo en la década de los años setenta y ochenta, por eso pedimos que se denuncie internacionalmente", destacó Adán Calderón, dirigente del gremio.
La querella fue interpuesta ante la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, que deberá abrir un expediente de investigación al respecto.
Calderón alegó que un miembro del FSS fue víctima de anónimos que anuncian el "aniquilamiento" del movimiento sindical.
En ese contexto, ubicó el cateo del local de la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras el 5 de julio último.
Según relata el diario Colatino, un grupo de policías irrumpió con violencia en esas instalaciones, ocupadas entonces por el encargado de comunicaciones Daniel Ernesto Morales, a quien golpearon, amarraron y mantuvieron hincado contra la pared durante cinco horas.
Añade que los agentes encontraron en el lugar un arma registrada a nombre del responsable de la vigilancia, pero detuvieron a Morales tras acusarlo de portarla ilegalmente, lo cual no pudo demostrarse después ante la falta de evidencias.
La FSS criticó a la Fiscalía por no haber iniciado aún las pesquisas sobre esa violación y recordó que la libre sindicalización y el derecho a asociarse están reflejados en la Constitución.
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