Leonel Herrera
Redacción Diario Co Latino
El director de la Policía Nacional Civil, Rodrigo Ávila, admitió que dio la orden de disparar desde un helicóptero UH 1H contra cualquier sujeto armado que estuviera disparando desde el interior de la Universidad de El Salvador, durante los sucesos del 5 de julio; pero aseguró que no se realizó ningún disparo.
“Esa orden yo la di, porque es doctrina policial disparar a alguien que esté disparando”, aseguró el jefe policial ayer en la comisión especial del Congreso que investiga los acontecimientos en los que murieron dos agentes de la UMO y otros 14 resultaron heridos.
Ávila afirma que al no visualizar a ningún tirador dentro del campus, los policías que sobrevolaban la zona no necesitaron realizar ningún disparo, por lo que rechaza la tesis de las autoridades de la UES de que el disparo sobre el edificio de rectoría fue hecho desde el helicóptero.
El jefe policial también negó que los francotiradores apostados en la azotea del Hospital de Niños Benjamín Bloom y en otros edificios aledaños hayan disparado hacia el interior de la Universidad, acusación que también hacen los representantes de la Máxima Casa de Estudios del país.
Pero el director de la PNC sí aceptó que la Policía disparó contra los manifestantes que estaban frente a la UES y daban cobertura al presunto asesino de los policías, Mario Belloso Castillo; mas inisistió en que el proyectil que lesionó al empleado universitario, Herbert Rivas, pudo ser una “bala perdida”.
El jefe policial considera que el disparo fue hecho desde el interior de la Universidad, pero que al chocar con el vidrio cambió de dirección. “Por eso se ve que fue disparado desde arriba, a pesar de que todo indica fue hecho desde abajo”, aseguró.
Las autoridades universitarias sostienen que la bala que hirió a Rivas fue disparada por los ocupantes del helicóptero, entre los que se encontraba el jefe de unidades especializadas de la PNC, Douglas Omar García Funes, o por los franco tiradores policiales ubicados en el Bloom. Por eso han solicitado una exhaustiva investigación a la Fiscalía General de la República.
Redacción Diario Co Latino
El director de la Policía Nacional Civil, Rodrigo Ávila, admitió que dio la orden de disparar desde un helicóptero UH 1H contra cualquier sujeto armado que estuviera disparando desde el interior de la Universidad de El Salvador, durante los sucesos del 5 de julio; pero aseguró que no se realizó ningún disparo.
“Esa orden yo la di, porque es doctrina policial disparar a alguien que esté disparando”, aseguró el jefe policial ayer en la comisión especial del Congreso que investiga los acontecimientos en los que murieron dos agentes de la UMO y otros 14 resultaron heridos.
Ávila afirma que al no visualizar a ningún tirador dentro del campus, los policías que sobrevolaban la zona no necesitaron realizar ningún disparo, por lo que rechaza la tesis de las autoridades de la UES de que el disparo sobre el edificio de rectoría fue hecho desde el helicóptero.
El jefe policial también negó que los francotiradores apostados en la azotea del Hospital de Niños Benjamín Bloom y en otros edificios aledaños hayan disparado hacia el interior de la Universidad, acusación que también hacen los representantes de la Máxima Casa de Estudios del país.
Pero el director de la PNC sí aceptó que la Policía disparó contra los manifestantes que estaban frente a la UES y daban cobertura al presunto asesino de los policías, Mario Belloso Castillo; mas inisistió en que el proyectil que lesionó al empleado universitario, Herbert Rivas, pudo ser una “bala perdida”.
El jefe policial considera que el disparo fue hecho desde el interior de la Universidad, pero que al chocar con el vidrio cambió de dirección. “Por eso se ve que fue disparado desde arriba, a pesar de que todo indica fue hecho desde abajo”, aseguró.
Las autoridades universitarias sostienen que la bala que hirió a Rivas fue disparada por los ocupantes del helicóptero, entre los que se encontraba el jefe de unidades especializadas de la PNC, Douglas Omar García Funes, o por los franco tiradores policiales ubicados en el Bloom. Por eso han solicitado una exhaustiva investigación a la Fiscalía General de la República.
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