Roberto Torres Collazo*
El espionaje a civiles en territorio de Estados Unidos no es nuevo, especialmente desde la II Guerra Mundial y en contra de los comunistas en el extranjero y locales por motivos políticos y militares. En el plano nacional las aseguradoras, banqueros, agencias de prestamistas tomaban datos personales de clientes para vender mejor sus productos, hasta el día de hoy.
Boston (EEUU) - Julio de 2006
También se vigiló los líderes de los derechos civiles en los años 60’ bajo las agencias de seguridad del estado. Lo novedoso actualmente es la alta tecnología que se usa para espionaje en una extraña alianza entre grandes firmas, agencias de seguridad privadas y recientes administraciones gobernamentales para espiarnos.
Esta alianza es muy peligrosa. Es a partir de la tragedia del 11 de Septiembre el espiar es un asunto cotidiano que se ha intensificado de manera alarmante. El acta Patriótica aprobada unas semanas despues del atentado, contenía claúsulas que le permite al Presidente Bush y sus agencias gubernamentales de seguridad intervenir llamadas telefónicas, emails, celulares que sospeche sus agencias de seguridad de sospechosos de terrorismo. El acta Patriótica fue rechazada su prolongación en diciembre pasado, pero recientemente el Presidente Bush sigue defendiendo su excesivo poder para vigilar los ciudadanos estadounidenses que puedan tener comunicación con terroristas nacionales y extrangeros, según la agencia de noticias Rusters.
Instituciones financieras como Axion Corp., ChoicePoint firmas como Seisint, Verint System, Pricewaterhouse, entre muchas otras, estan tomando datos personales de millones de ciudadanos en representación de investigadores para vender la información y entregarselos al gobierno y sus agencias de seguridad, aún cuando usted sea un ciudadano decente que cumple con todas las leyes. Cuando usted va en su automovil y paga su peaje, va a trabajar, compra algo en la tienda con tarjeta de crédito, introduce su tarjeta bancaria, paga con cheques, hace un vuelo por avión o en tren, envia un email o navega en el Internet, simplemente camina por su ciudad, el gobierno atraves del Buró de Investigaciones Federales FBI por sus siglas en Inglés, la Agencia de Investigación Criminal, CIA, el Departamento de Seguridad Nacional estan vigilando sus pasos. Saben también donde usted vive, el valor de sus casa, el nombre de sus amistades, cuantos hijos tiene, donde toma vacaciones, su estatus financiero. En algunos casos saben qué usted lee, todo esto en nombre de la seguridad nacional para prevenir posibles ataques de terroristas. Para más detalles vea: "No Place To Hide (2005) [No Hay Lugar Para Esconderte] de Robert O’ Harrow, Jr..
Todos sabemos que se nos vigila, o al menos sospechabamos que esa práctica esté sucediendo. El problema es que esta es una guerra indefinida en el tiempo y espacio, no es contra un gobierno en particular o ejército convencional y menos aún se sabe donde estan especificamente los terroristas. Es decir, si tomara esta guerra contra el terrorismo por ejemplo 10 ó 20 años, viviríamos 10 ó 20 años vigilados. Todo en nombre de la seguridad nacional. Esto nos recuerda muy bien la "Doctrina de Seguridad Nacional" que se empleó por varios gobiernos de Latinoamérica con el respaldo del gobierno de Estados Unidos contra el comunismo en la década de los 50’ 60’ y 70’. Todos sabemos que miles de inocentes sólo por promover la justicia o ser sospechos de ser comunistas fueron asesinados, encarcelados y torturados sistematicamente.
En Estados Unidos de hoy es muy probable que no se asesine a nadie, pero esta vigilancia hacia civiles es muy peligrosa en un estado de derecho y democrático. Es un peligro porque atenta contra la esencia de la democracia: la libertad. Amenaza el derecho a la privacidad, intimida a quien cuestione abiertamente la guerra contra el terrorismo, se presta para vigilar organizaciones pacifistas que se oponen a a la guerra, a los que se oponen a la Globalización financiera o a movimientos que luchan por los derechos humanos. Es decir se le reprime los derechos a expresarse y la libre asociación garantizadas por la primera enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
Se podrá objetar que todo es por nuestra seguridad, ¿Quién nos garantiza que nuestros datos personales adquiridos en total secretividad no serán usados para otros fines que no sean para nuestra seguridad como para vigilar los inmigrantes latinos y Arabes u grupos disidentes respetuosos de la ley?, ¿El gobierno?. Creemos que mucho que se pueda considerar bueno un gobierno es muy mala idea creer ciegamente en cualquier gobierno del mundo. Hay que tener mucho cuidado de no caer en una especie de culto a la seguridad. El Presidente Bush nos repite cientos de veces de muchas maneras que el intervenir llamadas, colertar datos e interceptar las comunicaciones es para nuestra seguridad. El Hermano Mayor de "George Orwell: 1984" también usaba la vigilancia como excusa para la "seguridad". Debemos recordar las palabras del Ex-Presidente Benjamin Franklin: "Quien sacrifica la libertad por la seguridad, no merece ninguna de las dos".
Roberto Torres Collazo
Activista y Educador puertorriqueño residente en Boston
El espionaje a civiles en territorio de Estados Unidos no es nuevo, especialmente desde la II Guerra Mundial y en contra de los comunistas en el extranjero y locales por motivos políticos y militares. En el plano nacional las aseguradoras, banqueros, agencias de prestamistas tomaban datos personales de clientes para vender mejor sus productos, hasta el día de hoy.
Boston (EEUU) - Julio de 2006
También se vigiló los líderes de los derechos civiles en los años 60’ bajo las agencias de seguridad del estado. Lo novedoso actualmente es la alta tecnología que se usa para espionaje en una extraña alianza entre grandes firmas, agencias de seguridad privadas y recientes administraciones gobernamentales para espiarnos.
Esta alianza es muy peligrosa. Es a partir de la tragedia del 11 de Septiembre el espiar es un asunto cotidiano que se ha intensificado de manera alarmante. El acta Patriótica aprobada unas semanas despues del atentado, contenía claúsulas que le permite al Presidente Bush y sus agencias gubernamentales de seguridad intervenir llamadas telefónicas, emails, celulares que sospeche sus agencias de seguridad de sospechosos de terrorismo. El acta Patriótica fue rechazada su prolongación en diciembre pasado, pero recientemente el Presidente Bush sigue defendiendo su excesivo poder para vigilar los ciudadanos estadounidenses que puedan tener comunicación con terroristas nacionales y extrangeros, según la agencia de noticias Rusters.
Instituciones financieras como Axion Corp., ChoicePoint firmas como Seisint, Verint System, Pricewaterhouse, entre muchas otras, estan tomando datos personales de millones de ciudadanos en representación de investigadores para vender la información y entregarselos al gobierno y sus agencias de seguridad, aún cuando usted sea un ciudadano decente que cumple con todas las leyes. Cuando usted va en su automovil y paga su peaje, va a trabajar, compra algo en la tienda con tarjeta de crédito, introduce su tarjeta bancaria, paga con cheques, hace un vuelo por avión o en tren, envia un email o navega en el Internet, simplemente camina por su ciudad, el gobierno atraves del Buró de Investigaciones Federales FBI por sus siglas en Inglés, la Agencia de Investigación Criminal, CIA, el Departamento de Seguridad Nacional estan vigilando sus pasos. Saben también donde usted vive, el valor de sus casa, el nombre de sus amistades, cuantos hijos tiene, donde toma vacaciones, su estatus financiero. En algunos casos saben qué usted lee, todo esto en nombre de la seguridad nacional para prevenir posibles ataques de terroristas. Para más detalles vea: "No Place To Hide (2005) [No Hay Lugar Para Esconderte] de Robert O’ Harrow, Jr..
Todos sabemos que se nos vigila, o al menos sospechabamos que esa práctica esté sucediendo. El problema es que esta es una guerra indefinida en el tiempo y espacio, no es contra un gobierno en particular o ejército convencional y menos aún se sabe donde estan especificamente los terroristas. Es decir, si tomara esta guerra contra el terrorismo por ejemplo 10 ó 20 años, viviríamos 10 ó 20 años vigilados. Todo en nombre de la seguridad nacional. Esto nos recuerda muy bien la "Doctrina de Seguridad Nacional" que se empleó por varios gobiernos de Latinoamérica con el respaldo del gobierno de Estados Unidos contra el comunismo en la década de los 50’ 60’ y 70’. Todos sabemos que miles de inocentes sólo por promover la justicia o ser sospechos de ser comunistas fueron asesinados, encarcelados y torturados sistematicamente.
En Estados Unidos de hoy es muy probable que no se asesine a nadie, pero esta vigilancia hacia civiles es muy peligrosa en un estado de derecho y democrático. Es un peligro porque atenta contra la esencia de la democracia: la libertad. Amenaza el derecho a la privacidad, intimida a quien cuestione abiertamente la guerra contra el terrorismo, se presta para vigilar organizaciones pacifistas que se oponen a a la guerra, a los que se oponen a la Globalización financiera o a movimientos que luchan por los derechos humanos. Es decir se le reprime los derechos a expresarse y la libre asociación garantizadas por la primera enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
Se podrá objetar que todo es por nuestra seguridad, ¿Quién nos garantiza que nuestros datos personales adquiridos en total secretividad no serán usados para otros fines que no sean para nuestra seguridad como para vigilar los inmigrantes latinos y Arabes u grupos disidentes respetuosos de la ley?, ¿El gobierno?. Creemos que mucho que se pueda considerar bueno un gobierno es muy mala idea creer ciegamente en cualquier gobierno del mundo. Hay que tener mucho cuidado de no caer en una especie de culto a la seguridad. El Presidente Bush nos repite cientos de veces de muchas maneras que el intervenir llamadas, colertar datos e interceptar las comunicaciones es para nuestra seguridad. El Hermano Mayor de "George Orwell: 1984" también usaba la vigilancia como excusa para la "seguridad". Debemos recordar las palabras del Ex-Presidente Benjamin Franklin: "Quien sacrifica la libertad por la seguridad, no merece ninguna de las dos".
Roberto Torres Collazo
Activista y Educador puertorriqueño residente en Boston
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