Tomodo de Co-Latino. El canciller Francisco Laínez pidió disculpas en nombre del estado, a la familia Serrano, en el atrio de la catedral de Chalatenango, en medio de gritos y abucheos de los asistentes.
La familia Serrano y el pueblo en general se mostraron inconformes porque no fue el presidente de la República, Antonio Saca, el que expresara las disculpas públicas como lo habría recomendado la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, y porque no pidieron perdón. El acto de desagravio convocado por la Cancillería de la República, se llevó a cabo a las 11 de la mañana, aunque estaba programado para celebrarse a las 10:00 a.m..
Las hermanas Serrano fueron desaparecidas durante la guerra, cuando huían en la “guinda de mayo” de 1982, por lo que la familia Serrano, junto a la organización Pro Búsqueda iniciaron una investigación para conocer el destino de Erlinda y Ernestina Serrano.
Esto las llevó a instancias internacionales de justicia, al no encontrar organismos adecuados en el país que dieran una respuesta al desaparecimiento de las niñas. José María Tojeira, sacerdote jesuita, dijo que es un incumplimiento de lo dictaminado por la CIDH y criticó la actitud del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Agustín García Calderón, “ya que no se cumple con lo dictaminado”. “Lo lamentable del presidente de la Corte Suprema de Justicia es que está avalando este tipo de situaciones”, dijo Tojeira.
Para Tojeira, en el acto se pidió “una disculpa bastante ridícula y es una manera de querer cumplir lo mínimo posible de la sentencia, pero en particular, no cumplieron la petición de perdón, no era totalmente indispensable que estuviera el presidente de la República, ya que el texto del fallo no lo decía así”.
Tojeira insistió en que es una vergüenza que Saca no se atreva a pedir perdón y es una vergüenza que mande a una persona, al Ministro de Relaciones Exteriores, quien no pronunció la palabra “perdón”.
Además, el sacerdote y rector de la UCA señaló como un incumplimiento de una sentencia internacional, que puede proceder jurídicamente contra el mismo presidente de la República,.
La familia Serrano y el pueblo en general se mostraron inconformes porque no fue el presidente de la República, Antonio Saca, el que expresara las disculpas públicas como lo habría recomendado la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, y porque no pidieron perdón. El acto de desagravio convocado por la Cancillería de la República, se llevó a cabo a las 11 de la mañana, aunque estaba programado para celebrarse a las 10:00 a.m..
Las hermanas Serrano fueron desaparecidas durante la guerra, cuando huían en la “guinda de mayo” de 1982, por lo que la familia Serrano, junto a la organización Pro Búsqueda iniciaron una investigación para conocer el destino de Erlinda y Ernestina Serrano.
Esto las llevó a instancias internacionales de justicia, al no encontrar organismos adecuados en el país que dieran una respuesta al desaparecimiento de las niñas. José María Tojeira, sacerdote jesuita, dijo que es un incumplimiento de lo dictaminado por la CIDH y criticó la actitud del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Agustín García Calderón, “ya que no se cumple con lo dictaminado”. “Lo lamentable del presidente de la Corte Suprema de Justicia es que está avalando este tipo de situaciones”, dijo Tojeira.
Para Tojeira, en el acto se pidió “una disculpa bastante ridícula y es una manera de querer cumplir lo mínimo posible de la sentencia, pero en particular, no cumplieron la petición de perdón, no era totalmente indispensable que estuviera el presidente de la República, ya que el texto del fallo no lo decía así”.
Tojeira insistió en que es una vergüenza que Saca no se atreva a pedir perdón y es una vergüenza que mande a una persona, al Ministro de Relaciones Exteriores, quien no pronunció la palabra “perdón”.
Además, el sacerdote y rector de la UCA señaló como un incumplimiento de una sentencia internacional, que puede proceder jurídicamente contra el mismo presidente de la República,.
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