San Salvador, 21 mar (PL) Grupos religiosos salvadoreños criticaron hoy la presencia de soldados nacionales en Iraq, país que cumple tres años de intervención estadounidense.
"La ocupación norteamericana de Iraq es ilegítima, y la permanencia de tropas locales allí equivale a seguridad sólo para empresas privadas", aseveró Miguel Guzmán, de la Coordinación Ecuménica de la Iglesia de los Pobres en El Salvador (CEIPES).
Integrada por 20 organizaciones de diversas religiones cristianas, CEIPES y la Asociación Pro Búsqueda de Niñas y Niños Desaparecidos, afirmaron que la verdadera responsable de impulsar esa guerra es la minoría rica, dueña del petróleo.
La conflagración militar puede producir una paz de cementerio o fecundar más violencia en los sobrevivientes, agregaron.
"El terror engendra terror. Estamos ante un acto cruel, reflejo de la invalidez mental de aquellos que la llevan a cabo", aseguraron.
La Coordinación sostuvo que no se puede invocar obediencia, cuando se trata del asesinato en masa, la tortura y la degradación del ser humano.
Esa es la realidad de Iraq, donde acontece una catástrofe humana, en la cual el derecho a la vida es pisoteado, señalaron.
El Salvador es el único país latinoamericano con tropas en la nación árabe desde junio de 2003, cuando el gobierno envió el primer contingente de 360 soldados, a fin de colaborar junto a una coalición liderada por Estados Unidos en la reconstrucción de ese país.
Por segundo día consecutivo, estadounidenses residentes en El Salvador exigieron frente a la embajada de su país en esta capital el retiro inmediato de las tropas norteamericanas de Iraq.
Miembros de "Ciudadanos Estadounidenses por la Paz" manifestaron que la protesta forma parte de una acción mundial contra la conflagración en la nación del Golfo Pérsico.
La pacifista Patricia Adams detalló que esa guerra ha cobrado la vida de al menos dos mil 320 soldados norteamericanos y unos 70 mil civiles iraquíes.
Los invasores violan los derechos humanos y los convenios internacionales al torturar y usar armas prohibidas en detrimento de la vida de civiles en Iraq", denunció Adams.
Tales acciones se efectúan al unísono de multitudinarias marchas que colman calles, plazas y parques estadounidenses y de otros países del mundo.
"La ocupación norteamericana de Iraq es ilegítima, y la permanencia de tropas locales allí equivale a seguridad sólo para empresas privadas", aseveró Miguel Guzmán, de la Coordinación Ecuménica de la Iglesia de los Pobres en El Salvador (CEIPES).
Integrada por 20 organizaciones de diversas religiones cristianas, CEIPES y la Asociación Pro Búsqueda de Niñas y Niños Desaparecidos, afirmaron que la verdadera responsable de impulsar esa guerra es la minoría rica, dueña del petróleo.
La conflagración militar puede producir una paz de cementerio o fecundar más violencia en los sobrevivientes, agregaron.
"El terror engendra terror. Estamos ante un acto cruel, reflejo de la invalidez mental de aquellos que la llevan a cabo", aseguraron.
La Coordinación sostuvo que no se puede invocar obediencia, cuando se trata del asesinato en masa, la tortura y la degradación del ser humano.
Esa es la realidad de Iraq, donde acontece una catástrofe humana, en la cual el derecho a la vida es pisoteado, señalaron.
El Salvador es el único país latinoamericano con tropas en la nación árabe desde junio de 2003, cuando el gobierno envió el primer contingente de 360 soldados, a fin de colaborar junto a una coalición liderada por Estados Unidos en la reconstrucción de ese país.
Por segundo día consecutivo, estadounidenses residentes en El Salvador exigieron frente a la embajada de su país en esta capital el retiro inmediato de las tropas norteamericanas de Iraq.
Miembros de "Ciudadanos Estadounidenses por la Paz" manifestaron que la protesta forma parte de una acción mundial contra la conflagración en la nación del Golfo Pérsico.
La pacifista Patricia Adams detalló que esa guerra ha cobrado la vida de al menos dos mil 320 soldados norteamericanos y unos 70 mil civiles iraquíes.
Los invasores violan los derechos humanos y los convenios internacionales al torturar y usar armas prohibidas en detrimento de la vida de civiles en Iraq", denunció Adams.
Tales acciones se efectúan al unísono de multitudinarias marchas que colman calles, plazas y parques estadounidenses y de otros países del mundo.
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