San Salvador, 9 oct (PL) La Asociación Pro Búsqueda criticó hoy el funcionamiento de la Comisión Interinstitucional de Búsqueda de Niños y Niñas Desaparecidos a Consecuencia del Conflicto Armado en El Salvador.
Según esta Asociación, el Estado no ha adecuado a la Comisión a los parámetros de funcionamiento del máximo Tribunal de las Américas.
Desde sus orígenes, dicha comisión estatal ha requerido de otras instituciones del país para investigar sobre los menores desaparecidos durante la guerra, refiere un comunicado de Pro Búsqueda.
De acuerdo con el documento esa Organización No Gubernamental conformada por familiares de los desaparecidos, la Comisión carece de facultades para obligar a las instituciones involucradas a aportar información.
Además, asegura el texto, tampoco tiene definidas sus funciones ni su metodología de trabajo, está compuesta sólo por instituciones estatales, y no reconoce los deberes de respeto y garantía en relación con las desapariciones.
Por otra parte, el decreto mismo de su creación niega la existencia de las desapariciones y la responsabilidad gubernamental al referirse a eso menores como la niñez "extraviada".
Los Comités de Derechos Humanos y de Derechos del Niño, de Naciones Unidas, recomendaron al estado salvadoreño asumir directamente la atención de la problemática y conformara una Comisión Nacional de Búsqueda.
Cuando el 18 de junio de 2003 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos decidió remitir a El Salvador a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el Organo Ejecutivo dio vida legal a la Comisión Interinstitucional, recuerda Probúsqueda.
La ONG asegura que se creó con el fin de adelantarse a la posible sentencia condenatoria contra el Estado, más que al deber oficial de garantizar los derechos de las víctimas de desaparición forzada y de sus familiares.
El Salvador atravesó por un conflicto armado que dejó como saldo unas 75 mil víctimas de violaciones de derechos humanos, incluyendo ejecuciones extrajudiciales, tortura y desapariciones.
Muchos de los niños desaparecidos fueron víctimas de un macabro negocio con vidas humanas practicado por sectores vinculados al ejército, amparados en el estilo de secreto y conspiración característico de los conflictos bélicos, reveló Probúsqueda.
Según esta Asociación, el Estado no ha adecuado a la Comisión a los parámetros de funcionamiento del máximo Tribunal de las Américas.
Desde sus orígenes, dicha comisión estatal ha requerido de otras instituciones del país para investigar sobre los menores desaparecidos durante la guerra, refiere un comunicado de Pro Búsqueda.
De acuerdo con el documento esa Organización No Gubernamental conformada por familiares de los desaparecidos, la Comisión carece de facultades para obligar a las instituciones involucradas a aportar información.
Además, asegura el texto, tampoco tiene definidas sus funciones ni su metodología de trabajo, está compuesta sólo por instituciones estatales, y no reconoce los deberes de respeto y garantía en relación con las desapariciones.
Por otra parte, el decreto mismo de su creación niega la existencia de las desapariciones y la responsabilidad gubernamental al referirse a eso menores como la niñez "extraviada".
Los Comités de Derechos Humanos y de Derechos del Niño, de Naciones Unidas, recomendaron al estado salvadoreño asumir directamente la atención de la problemática y conformara una Comisión Nacional de Búsqueda.
Cuando el 18 de junio de 2003 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos decidió remitir a El Salvador a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el Organo Ejecutivo dio vida legal a la Comisión Interinstitucional, recuerda Probúsqueda.
La ONG asegura que se creó con el fin de adelantarse a la posible sentencia condenatoria contra el Estado, más que al deber oficial de garantizar los derechos de las víctimas de desaparición forzada y de sus familiares.
El Salvador atravesó por un conflicto armado que dejó como saldo unas 75 mil víctimas de violaciones de derechos humanos, incluyendo ejecuciones extrajudiciales, tortura y desapariciones.
Muchos de los niños desaparecidos fueron víctimas de un macabro negocio con vidas humanas practicado por sectores vinculados al ejército, amparados en el estilo de secreto y conspiración característico de los conflictos bélicos, reveló Probúsqueda.
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