Equipo Mapache
Los jóvenes de Radio Zurda abren su blog: http://feliciano.blogon.es/
En nuestras escuelas, aún hoy, en pleno siglo XXI se nos enseña que Cristóbal Colón representaba al hombre civilizado, cuya destreza física y mental lo llevó a descubrir los misterios del océano y a encontrar pueblos que vivían en el atraso y la ignorancia, que la conquista fue un hecho inevitable, porque implicó la victoria de la civilización sobre la barbarie. Se nos enseña que los hombres blancos traían consigo el adelanto: la Biblia, la pólvora, las armas de fuego, los instrumentos de navegación, la economía mercantilista, el hierro, la rueda y otros, mientras los indígenas seguían luciendo tocados de plumas en la cabeza y profesando religiones bárbaras. Sin embargo, no se enseña el florecimiento cultural y científico de las civilizaciones americanas, no se enseña que los mayas hubiesen confeccionado un calendario mucho más exacto que el de Occidente, que empleaban el sistema vigesimal en matemáticas y usaban una escritura similar a los jeroglíficos egipcios; que los incas construyeron terrazas y canales para la producción agrícola, que practicaban la trepanación de cráneos y tenían un sistema social que respetaba la comunidad colectiva de la tierra y donde todos los miembros de la comunidad colaboraban en la construcción de obras públicas, nada de eso es menciona. Bien dicen por ahí que la historia la escriben los vencedores.
Fue un día 12 octubre de 1492 a las 2 de la mañana, que Colón y sus putrefactas carabelas llegan a Guanahaní, una pequeña isla del Caribe, a la cual nombró San Salvador: es ese momento el que marcará para siempre la historia de España, de América Latina y del mundo entero. Es ese el momento del comienzo del imperialismo, día del comienzo de nuestro perenne yugo, día del comienzo de nuestra mala suerte, día del comienzo de nuestro atraso en toda rama. Ahí, empiezan 514 años de violencia, militarismo, oscuridad, maldad, retraso, decadencia, masacre y explotación del continente y los pueblos americanos. En ese momento Europa –sin saberlo-, comienza a tener en sus manos el control del mundo; las bases para la acumulación originaria que daría pie al surgimiento del capitalismo voraz, antihumano y explotador estaban sentadas.
Día del descubrimiento –le llaman-, Ja! Como si antes de 1492 el continente americano no hubiera existido. Lo que sucedía era que como ellos, es decir, el hombre blanco (acuerpados por la Iglesia Católica del momento), pensaba idiotamente que la tierra era plana y que después de cierta distancia navegando uno llegaba a un precipicio, no se podían siquiera imaginar que había todo un territorio más inmenso que su ínfima península, tan mestiza como luego lo sería toda América. Porque hay que decir que la España actual es una región multicultural, surgida de la fusión de arábes, berebéres, moros, judíos, gitanos y demás; hay que decir que el sojuzgamiento de nuestros pueblos bajo el yugo español, si bien es cierto, destruyó nuestras identidades originarias, vino a darles identidad a ellos, ellos se consolidaron a ellos mismos como los enviados de Dios, como los herederos de la Santa Trinidad: Dios, Patria, Rey. De la integración de sentimientos nacionalistas y religiosos surgen las festividades del día de la raza, hoy llamado día de la hispanidad.
La resistencia y rechazo por parte de la población indígena ante los tontos invasores no se hizo esperar y ya a mediados de 1493, tras sufrir los primeros signos de explotación y abuso de parte de los castellanos, se subleva y exterminan la primera colonia europea en América, el llamado "Fuerte Navidad". Era el principio de un extenso período de luchas de América Latina por su autodeterminación, luchas que aún continúan. Solamente en el periodo de la conquista (1500-1524) cayo un 1/3 de la población indígena y cada cuarto de siglo la mitad del resto de la población. ¿Hay algo que festejar? Absolutamente, no. Lo que aquí sucedió fue un auténtico genocidio español en América: torturas, abusos, violaciones, asesinatos, trabajos forzados, carencias higiénicas y alimenticias, pérdida total de cultivos propios, epidemias y enfermedades. Nada de encuentros ni descubrimientos ni intercambios; fueron sojuzgamientos, vejaciones, aniquilamientos.
Maldito sea el 12 de octubre de 1492. El requerimiento de 1513, que era un documento que se leía cuando los españoles llegaban a cualquier tierra americana, que se leía en español y que por tanto, nuestros indígenas no entendían, rezaba textualmente: " Y si no os sometierais, y en ello maliciosamente dilación pusierais, yo entrare poderosamente contra vosotros y os haré guerra y os sujetare al yugo y obediencia de la iglesia y la corona, y os tomare y a vuestras mujeres e hijos, los haré esclavos, los venderé , tomare vuestros bienes y os haré todos los daños y males que pudiere, siendo todo ello vuestra culpa": ("Historia general y natural de las indias", Gonzalo Fernández de Oviedo, 1535-1548)
Ellos si que tienen mucho que celebrar, nosotros, no. Que celebren pues ellos, que tengan sus fiestas dizque en honor a la Virgen del Pilar y la fiesta de la raza y demás, pero no festejemos nosotros ni nosotras, no le digamos más a nuestros niños y niñas que el 12 de octubre es una fecha de felicidad, de alegría. Que celebren los por hoy, vencedores, y que recuerden que aquí, en Latinoamérica, no hay sojuzgamiento sin emancipación, no hay conquista sin resistencia, no hay imposiciones sin rebeliones, no hay ataques…sin respuesta!
Equipo Mapache.
San Salvador, octubre 14, 2006.
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