Tenemos un destino común: origen, colonización, exterminio, explotación, hambre, cultura , neocolonización con el neoliberalismo, lucha popular prolongada por la verdadera independencia.
El pueblo salvadoreño como los pueblos del Norte de Guatemala y el Sur de México tenemos un destino común y ese destino nos lleva como siempre nos ha llevado a luchar mano a mano contra las fuerzas opresoras. Desde los tiempos de Farabundo Marti y quizá mucho antes, el pueblo salvadoreño siempre ha estado unido al pueblo mexicano en las sangrientas luchas por nuestra liberación.
Durante nuestra Guerra Popular Prolongada que dista desde 1833 con Anastasio Aquino a la cabeza de los Nonualcos, pasando por 1932 con Farabundo Marti al frente de los Comandos Insurrectos Salvadoreños hasta llegar a la guerra actual, el pueblo mexicano siempre ha acogido con sus brazos abiertos al pueblo salvadoreño. Miles han sido los salvadoreños que durante la época del genocidio de las dictaduras militares de la última treintena del siglo XX encontraron en México el hogar que en Cuscatlán les fue arrebatado por los opresores, muchos salvadoreños que ahora viven en Canadá, Europa, Suecia, Australia y Estados Unidos son mexicanos de nacimiento de lo cual se sienten muy orgullosos y agradecidos. El los tiempos de la guerra frontal de 1981-92, muchos mexicanos@ dejaron su sangre en la montaña salvadoreña, nicaragüense y guatemalteca, hasta llegar, uno de los hijos de la patria de Zapata y Benito Juárez a ser del Directorio Revolucionario Sandinista, Víctor Tirado López, Comandante de la Revolución Sandinista. El Viejo Tirado, como le llamamos sus hermanos de armas que ya no somos jóvenes, sigue de frente en la lucha por la liberación de los sufridos pueblos latinoamericanos. Así como el comandante Tirado, muchos mexicanos@ dejaron sus vidas en la tierra de Atlacat, Anastasio Aquino, Farabundo Marti y San Romero de América,asi como en la tierra de Augusto Cesar Sandino, Carlos Fonseca Amador y German Pomarez Ordóñez, "El Danto" y en la tierra de Otto Rene Castillo y Gaspar Illón.
Es hora que todos los latinoamericanos, especialmente salvadoreños, guatemaltecos, nicaragüenses, chilenos, argentinos, venezolanos, cubanos, bolivianos nos unamos organizando los Comités de Solidaridad con los aguerridos pueblos del Sur de México y no está lejos que algunos nos ofrezcamos para ir a dispara contra el enemigo aunque sea las últimas descargas de nuestra vida.
Ponciano Montañés y Ermitaño
El pueblo salvadoreño como los pueblos del Norte de Guatemala y el Sur de México tenemos un destino común y ese destino nos lleva como siempre nos ha llevado a luchar mano a mano contra las fuerzas opresoras. Desde los tiempos de Farabundo Marti y quizá mucho antes, el pueblo salvadoreño siempre ha estado unido al pueblo mexicano en las sangrientas luchas por nuestra liberación.
Durante nuestra Guerra Popular Prolongada que dista desde 1833 con Anastasio Aquino a la cabeza de los Nonualcos, pasando por 1932 con Farabundo Marti al frente de los Comandos Insurrectos Salvadoreños hasta llegar a la guerra actual, el pueblo mexicano siempre ha acogido con sus brazos abiertos al pueblo salvadoreño. Miles han sido los salvadoreños que durante la época del genocidio de las dictaduras militares de la última treintena del siglo XX encontraron en México el hogar que en Cuscatlán les fue arrebatado por los opresores, muchos salvadoreños que ahora viven en Canadá, Europa, Suecia, Australia y Estados Unidos son mexicanos de nacimiento de lo cual se sienten muy orgullosos y agradecidos. El los tiempos de la guerra frontal de 1981-92, muchos mexicanos@ dejaron su sangre en la montaña salvadoreña, nicaragüense y guatemalteca, hasta llegar, uno de los hijos de la patria de Zapata y Benito Juárez a ser del Directorio Revolucionario Sandinista, Víctor Tirado López, Comandante de la Revolución Sandinista. El Viejo Tirado, como le llamamos sus hermanos de armas que ya no somos jóvenes, sigue de frente en la lucha por la liberación de los sufridos pueblos latinoamericanos. Así como el comandante Tirado, muchos mexicanos@ dejaron sus vidas en la tierra de Atlacat, Anastasio Aquino, Farabundo Marti y San Romero de América,asi como en la tierra de Augusto Cesar Sandino, Carlos Fonseca Amador y German Pomarez Ordóñez, "El Danto" y en la tierra de Otto Rene Castillo y Gaspar Illón.
Es hora que todos los latinoamericanos, especialmente salvadoreños, guatemaltecos, nicaragüenses, chilenos, argentinos, venezolanos, cubanos, bolivianos nos unamos organizando los Comités de Solidaridad con los aguerridos pueblos del Sur de México y no está lejos que algunos nos ofrezcamos para ir a dispara contra el enemigo aunque sea las últimas descargas de nuestra vida.
Ponciano Montañés y Ermitaño
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