Por Ernesto Carmona*
El diario en castellano Nuevo Herald de Miami reincorporó a tres periodistas despedidos en septiembre por recibir pagos del gobierno federal estadounidense, decidió no aplicar sanciones disciplinarias a otros seis y forzó la renuncia de quien decidió los despidos, Jesús Díaz Jr., “publisher” o editor del Miami Herald y de su versión en castellano El Nuevo Herald. Díaz también debió abandonar la presidencia de la empresa The Miami Herald Media Co., editora de ambos periódicos que en definitiva pertenecen a McClatchy Company.
Los despidos se produjeron cuando la empresa descubrió que nueve de sus reporteros y colaboradores, entre ellos Carlos Alberto Montaner , cobraban cheques federales por intervenir en las emisiones de Radio y TV Martí. Los despedidos fueron defendidos por influyentes cubano-americanos de Miami que exigieron la renuncia del Sr. Díaz, escribió Katharine Q. Seelye en el New York Times de hoy (miércoles 4 de octubre).
Para el diario El País de Madrid, “los anticastristas impusieron su ley en la prensa de Miami". Según el New York Times, todavía existe una pelea feroz entre las salas de redacción [de los dos Heralds] ante preguntas fundamentales sobre el papel de los periodistas, particularmente en lo que podría ser la propaganda y respecto a Fidel Castro. "Mientras The Miami Herald es un periódico norteamericano tradicional que aprecia la neutralidad, El Nuevo Herald tiende hacia la toma de partido, sobre todo contra el Sr. Castro", aseguró el NYT.
Los periodistas recuperaron sus empleos, pero salió lesionada la ética periodística. Las emisiones de la estación de radio y la señal de televisión están dirigidas a desestabilizar al gobierno de Cuba, pero no pueden oírse en EEUU porque lo prohíben las leyes que protegen a los ciudadanos de la propaganda política. Sin embargo, tampoco se sintoniza en Cuba porque el bimotor jet de 10 millones de dólares que debería hacer llegar la señal de TV no consigue romper la barrera de interferencia.
EEUU o el mundo al revés
En EEUU muchas cosas funcionan al revés. El Proyecto Censurado de la Universidad Sonoma State de California reveló que la Agencia de Protección al Medioambiente y otros organismos contralores federales, más bien están convirtiéndose en lobbystas de las corporaciones que se supone deberían regular y vigilar. El transformismo también alcanzó a la ética periodística, por lo menos en Miami, que ahora parece regida por la teoría de la relatividad.
Los periodistas reincorporados del Nuevo Herald que cobran por aparecer en Radio y TV Martí son Pablo Alfonso (175 mil dólares desde 2001), Olga Connor (71 mil dólares) y Wilfredo Cancio Isla (15 mil dólares en los últimos 5 años), pero en la lista figuran otros seis colaboradores de ese diario, entre ellos el propagandista profesionalizado Carlos Alberto Montaner , quien publica en El Nuevo Herald, The Miami Herald y en casi toda la red de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
La “pelea feroz” entre las salas de redacción que describe el New York Times se está convirtiendo “en una guerra entre los dos periódicos, con amenazas de renuncia de varios de los mas conocidos colaboradores de The Miami Herald en inglés, que se resisten a aceptar que colaboradores o periodistas de El Nuevo Herald escriban también en la edición en inglés”, comentó la columna El Duende , del programa Radio Miami, a cargo del periodista Max Lesnik, quien dio a conocer los pagos el 22 de agosto, una semana después de solicitada la investigación por la propia empresa editora invocando la Ley de Libertad de Información (FOIA, su sigla en inglés) y varias semanas antes del destape del affaire. El programa que dirige Lesnik se encuentra en http://www.LaRadioMiami.Com), aunque también se trasmite en Miami por Unión Radio, 1450 AM, de lunes a viernes, de 10:30 am a 12:00 m.
Para Lesnik, “la alusión está bien clara”. Los reclamos de la sala de redacción del Herald en inglés apuntan a Montaner. “Son un retrato pintado al óleo del jefe de la orquesta, Carlos Alberto Montaner. ¡Música maestro!”, afirmó un risueño Lesnik. Y ahora que se supo “quien paga la música” verdaderamente pareciera tratarse de una virtual orquesta de casi medio centenar de músicos, porque a los 9 periodistas vinculados al Herald habría que añadir a “otros 13 de diferentes medios, entre ellos, Juan Manuel Cao y Miguel Cosío del Canal 41 y Ninoska Pérez de Radio-Mambí así como otros muchos reporteros que laboran en el Diario Las Américas y las emisoras Telemundo y Univisión”, reveló Lesnik.
Pero esos no serían todos, porque en la información oficial proporcionada al Herald por el gobierno federal en virtud de la FOIA “hay un total de 49 periodistas de distintos medios locales de Miami que han venido recibiendo dinero de Radio y TV Martí desde octubre del año 2001 hasta el pasado mes de agosto de este año 2006” , dijo Lesnik. Sólo este año, Radio y TV Martí han recibido 37 millones de dólares del gobierno federal.
“Según nos dicen, la lista de los 49 periodistas que trabajan para medios supuestamente independientes y que también reciben dinero de Radio y TV Martí, la tiene en su despacho el editor ejecutivo del Herald en inglés Tom Fiedler pero hasta ahora no se atreve a publicarla, quizás por temor a las malas consecuencias que eso le pueda traer”, comentó El Duende.
Para Lesnik, “a quien hay que investigar es a Radio y TV Martí para saber si allí se cumple o se viola la ley federal que prohíbe terminantemente influir con propaganda oficial a la opinión pública de los Estados Unidos”.
La “interna” del Herald
Los periodistas reincorporados por las presiones de la mafia cubano-americana de Miami no podrán seguir cobrando en Radio y TV Martín ni en ningún otro medio del gobierno, alegó el Herald. Y la culpa del desaguisado se la echaron a un difunto, a Carlos Castañeda, director del diario que en vida habría autorizado un permiso no escrito para que sus periodistas cobraran los cheques federales. Humberto Castelló, el actual director del diario en español, también conocía el permiso. El único que lo ignoraba, al parecer, era el “publisher” y presidente de la empresa, Jesús Díaz.
La renuncia de Díaz no sólo fue un detalle formal exigido por los cubanos prominentes de Miami para recontratar a los despedidos. “La responsabilidad de lo que pasó en el Herald, según dicen ahora, fue del desaparecido ex director Carlos Castañeda. Le echaron la culpa al muerto, tuvo que renunciar Jesús Díaz, los cesanteados pueden volver a sus puesto y borrón y cuenta nueva. Mejor dicho, Borrón si, pero cuenta nueva no. Ya que está bien claro, que de Radio y TV Martí, si que no se puede cobra más. No, porque te quemas”, comentó el Duende.
David Landsberg, designado el martes como nuevo "publisher" para los dos periódicos por McClatchy Company, la propietaria final de la empresa The Miami Herald Media Co., dijo que sería “absolutamente fuera de límites” para los periodistas aceptar de nuevo pagos de Radio o TV Martí, pero pueden ir gratis si antes piden permiso. Añadió que pueden cobrar en otros programas que no sean de Martí, pero el permiso se decidiría caso por caso, informó el NYT.
Montaner, damnificado
El más damnificado resultó Montaner, que quedó en el descrédito y cuestionado ante la ética periodística, quien ahora asegura que es víctima de una campaña de difamación. Ha escrito numerosos artículos en su defensa, incluso le aceptaron uno en el Wall Street Journal del 21 de septiembre y sigue publicando en el Herald. Sin embargo, no tiene buen ambiente en el Herald en inglés, cuyos periodistas son renuentes a que se publiquen sus diatribas anti cubanas porque están subvencionadas por el gobierno de EEUU.
Un argumento clave que esgrimió Montaner en su defensa fue decir que su nombre jamás debió aparecer en la lista de los periodistas de Miami pagados por EEUU simplemente porque… no reside en esa ciudad, aunque cobre igual cobre. Otro argumento en su defensa fue comparar a Radio y TV Martín con la Radio Europa Libre , financiada por la CIA durante la época de la guerra fría de los años 50 y 60 y donde colaboraron muchos intelectuales latinoamericanos famosos. Pero esa radioemisora de la CIA nunca adquirió patente de credibilidad ética.
Montaner cayó en el descrédito ante sus pares, no sólo por mentir sino porque, además, cobra…
El avión, el aviónnn
El otro rififí que amenaza a TV Martí es su fracaso. El gobierno de EEUU está preocupado porque sus informantes le señalan que el jet bimotor de 10 millones de dólares que transmite la señal no logra penetrar la barrera interceptora de las autoridades cubanas. La ilegalidad de las transmisiones, prohibidas dentro de EEUU, ha sido cuestionada hasta por las organizaciones empresariales latinoamericanas de radiodifusión como un pésimo precedente.
De acuerdo a un comentario de El Duende-Max Lesnik, los técnicos norteamericanos recomendaron el uso de ese avión adaptado para transmitir desde 20 mil pies. A tal altitud “no sería posible interferir por Cuba las trasmisiones de TV Martí dirigidas a salir al aire por el Canal 13 en los receptores cubanos”, dijo Lesnik.
“Pero todo ha sido inútil”, añadió el valiente columnista de Radio Miami. “TV Martí no entra en Cuba de ninguna manera y ya se está cuestionando en Washington la inutilidad de ese esfuerzo que desde su fundación a la fecha, le ha costado más de 500 millones de dólares a los contribuyentes”.
Según El Duende-Lesnik, “si para fines de este año 2006 no se logra hacer llegar la señal de TV Martí a la isla, la operación corre el peligro de ser suspendida definitivamente si así lo recomienda una comisión del Congreso que es en definitiva el órgano que aprueba el presupuesto de gastos de esa emisora propiedad del gobierno de Estados Unidos. Digo, si antes no estalla un escándalo que precipite los acontecimientos”.
(*) Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno
El diario en castellano Nuevo Herald de Miami reincorporó a tres periodistas despedidos en septiembre por recibir pagos del gobierno federal estadounidense, decidió no aplicar sanciones disciplinarias a otros seis y forzó la renuncia de quien decidió los despidos, Jesús Díaz Jr., “publisher” o editor del Miami Herald y de su versión en castellano El Nuevo Herald. Díaz también debió abandonar la presidencia de la empresa The Miami Herald Media Co., editora de ambos periódicos que en definitiva pertenecen a McClatchy Company.
Los despidos se produjeron cuando la empresa descubrió que nueve de sus reporteros y colaboradores, entre ellos Carlos Alberto Montaner , cobraban cheques federales por intervenir en las emisiones de Radio y TV Martí. Los despedidos fueron defendidos por influyentes cubano-americanos de Miami que exigieron la renuncia del Sr. Díaz, escribió Katharine Q. Seelye en el New York Times de hoy (miércoles 4 de octubre).
Para el diario El País de Madrid, “los anticastristas impusieron su ley en la prensa de Miami". Según el New York Times, todavía existe una pelea feroz entre las salas de redacción [de los dos Heralds] ante preguntas fundamentales sobre el papel de los periodistas, particularmente en lo que podría ser la propaganda y respecto a Fidel Castro. "Mientras The Miami Herald es un periódico norteamericano tradicional que aprecia la neutralidad, El Nuevo Herald tiende hacia la toma de partido, sobre todo contra el Sr. Castro", aseguró el NYT.
Los periodistas recuperaron sus empleos, pero salió lesionada la ética periodística. Las emisiones de la estación de radio y la señal de televisión están dirigidas a desestabilizar al gobierno de Cuba, pero no pueden oírse en EEUU porque lo prohíben las leyes que protegen a los ciudadanos de la propaganda política. Sin embargo, tampoco se sintoniza en Cuba porque el bimotor jet de 10 millones de dólares que debería hacer llegar la señal de TV no consigue romper la barrera de interferencia.
EEUU o el mundo al revés
En EEUU muchas cosas funcionan al revés. El Proyecto Censurado de la Universidad Sonoma State de California reveló que la Agencia de Protección al Medioambiente y otros organismos contralores federales, más bien están convirtiéndose en lobbystas de las corporaciones que se supone deberían regular y vigilar. El transformismo también alcanzó a la ética periodística, por lo menos en Miami, que ahora parece regida por la teoría de la relatividad.
Los periodistas reincorporados del Nuevo Herald que cobran por aparecer en Radio y TV Martí son Pablo Alfonso (175 mil dólares desde 2001), Olga Connor (71 mil dólares) y Wilfredo Cancio Isla (15 mil dólares en los últimos 5 años), pero en la lista figuran otros seis colaboradores de ese diario, entre ellos el propagandista profesionalizado Carlos Alberto Montaner , quien publica en El Nuevo Herald, The Miami Herald y en casi toda la red de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
La “pelea feroz” entre las salas de redacción que describe el New York Times se está convirtiendo “en una guerra entre los dos periódicos, con amenazas de renuncia de varios de los mas conocidos colaboradores de The Miami Herald en inglés, que se resisten a aceptar que colaboradores o periodistas de El Nuevo Herald escriban también en la edición en inglés”, comentó la columna El Duende , del programa Radio Miami, a cargo del periodista Max Lesnik, quien dio a conocer los pagos el 22 de agosto, una semana después de solicitada la investigación por la propia empresa editora invocando la Ley de Libertad de Información (FOIA, su sigla en inglés) y varias semanas antes del destape del affaire. El programa que dirige Lesnik se encuentra en http://www.LaRadioMiami.Com), aunque también se trasmite en Miami por Unión Radio, 1450 AM, de lunes a viernes, de 10:30 am a 12:00 m.
Para Lesnik, “la alusión está bien clara”. Los reclamos de la sala de redacción del Herald en inglés apuntan a Montaner. “Son un retrato pintado al óleo del jefe de la orquesta, Carlos Alberto Montaner. ¡Música maestro!”, afirmó un risueño Lesnik. Y ahora que se supo “quien paga la música” verdaderamente pareciera tratarse de una virtual orquesta de casi medio centenar de músicos, porque a los 9 periodistas vinculados al Herald habría que añadir a “otros 13 de diferentes medios, entre ellos, Juan Manuel Cao y Miguel Cosío del Canal 41 y Ninoska Pérez de Radio-Mambí así como otros muchos reporteros que laboran en el Diario Las Américas y las emisoras Telemundo y Univisión”, reveló Lesnik.
Pero esos no serían todos, porque en la información oficial proporcionada al Herald por el gobierno federal en virtud de la FOIA “hay un total de 49 periodistas de distintos medios locales de Miami que han venido recibiendo dinero de Radio y TV Martí desde octubre del año 2001 hasta el pasado mes de agosto de este año 2006” , dijo Lesnik. Sólo este año, Radio y TV Martí han recibido 37 millones de dólares del gobierno federal.
“Según nos dicen, la lista de los 49 periodistas que trabajan para medios supuestamente independientes y que también reciben dinero de Radio y TV Martí, la tiene en su despacho el editor ejecutivo del Herald en inglés Tom Fiedler pero hasta ahora no se atreve a publicarla, quizás por temor a las malas consecuencias que eso le pueda traer”, comentó El Duende.
Para Lesnik, “a quien hay que investigar es a Radio y TV Martí para saber si allí se cumple o se viola la ley federal que prohíbe terminantemente influir con propaganda oficial a la opinión pública de los Estados Unidos”.
La “interna” del Herald
Los periodistas reincorporados por las presiones de la mafia cubano-americana de Miami no podrán seguir cobrando en Radio y TV Martín ni en ningún otro medio del gobierno, alegó el Herald. Y la culpa del desaguisado se la echaron a un difunto, a Carlos Castañeda, director del diario que en vida habría autorizado un permiso no escrito para que sus periodistas cobraran los cheques federales. Humberto Castelló, el actual director del diario en español, también conocía el permiso. El único que lo ignoraba, al parecer, era el “publisher” y presidente de la empresa, Jesús Díaz.
La renuncia de Díaz no sólo fue un detalle formal exigido por los cubanos prominentes de Miami para recontratar a los despedidos. “La responsabilidad de lo que pasó en el Herald, según dicen ahora, fue del desaparecido ex director Carlos Castañeda. Le echaron la culpa al muerto, tuvo que renunciar Jesús Díaz, los cesanteados pueden volver a sus puesto y borrón y cuenta nueva. Mejor dicho, Borrón si, pero cuenta nueva no. Ya que está bien claro, que de Radio y TV Martí, si que no se puede cobra más. No, porque te quemas”, comentó el Duende.
David Landsberg, designado el martes como nuevo "publisher" para los dos periódicos por McClatchy Company, la propietaria final de la empresa The Miami Herald Media Co., dijo que sería “absolutamente fuera de límites” para los periodistas aceptar de nuevo pagos de Radio o TV Martí, pero pueden ir gratis si antes piden permiso. Añadió que pueden cobrar en otros programas que no sean de Martí, pero el permiso se decidiría caso por caso, informó el NYT.
Montaner, damnificado
El más damnificado resultó Montaner, que quedó en el descrédito y cuestionado ante la ética periodística, quien ahora asegura que es víctima de una campaña de difamación. Ha escrito numerosos artículos en su defensa, incluso le aceptaron uno en el Wall Street Journal del 21 de septiembre y sigue publicando en el Herald. Sin embargo, no tiene buen ambiente en el Herald en inglés, cuyos periodistas son renuentes a que se publiquen sus diatribas anti cubanas porque están subvencionadas por el gobierno de EEUU.
Un argumento clave que esgrimió Montaner en su defensa fue decir que su nombre jamás debió aparecer en la lista de los periodistas de Miami pagados por EEUU simplemente porque… no reside en esa ciudad, aunque cobre igual cobre. Otro argumento en su defensa fue comparar a Radio y TV Martín con la Radio Europa Libre , financiada por la CIA durante la época de la guerra fría de los años 50 y 60 y donde colaboraron muchos intelectuales latinoamericanos famosos. Pero esa radioemisora de la CIA nunca adquirió patente de credibilidad ética.
Montaner cayó en el descrédito ante sus pares, no sólo por mentir sino porque, además, cobra…
El avión, el aviónnn
El otro rififí que amenaza a TV Martí es su fracaso. El gobierno de EEUU está preocupado porque sus informantes le señalan que el jet bimotor de 10 millones de dólares que transmite la señal no logra penetrar la barrera interceptora de las autoridades cubanas. La ilegalidad de las transmisiones, prohibidas dentro de EEUU, ha sido cuestionada hasta por las organizaciones empresariales latinoamericanas de radiodifusión como un pésimo precedente.
De acuerdo a un comentario de El Duende-Max Lesnik, los técnicos norteamericanos recomendaron el uso de ese avión adaptado para transmitir desde 20 mil pies. A tal altitud “no sería posible interferir por Cuba las trasmisiones de TV Martí dirigidas a salir al aire por el Canal 13 en los receptores cubanos”, dijo Lesnik.
“Pero todo ha sido inútil”, añadió el valiente columnista de Radio Miami. “TV Martí no entra en Cuba de ninguna manera y ya se está cuestionando en Washington la inutilidad de ese esfuerzo que desde su fundación a la fecha, le ha costado más de 500 millones de dólares a los contribuyentes”.
Según El Duende-Lesnik, “si para fines de este año 2006 no se logra hacer llegar la señal de TV Martí a la isla, la operación corre el peligro de ser suspendida definitivamente si así lo recomienda una comisión del Congreso que es en definitiva el órgano que aprueba el presupuesto de gastos de esa emisora propiedad del gobierno de Estados Unidos. Digo, si antes no estalla un escándalo que precipite los acontecimientos”.
(*) Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno
No hay comentarios:
Publicar un comentario