martes, octubre 17, 2006

FMLN pide atender llamado de Embajada de EE. UU.

Co-Latino

En un discurso contundente que sorprendió a muchos, el embajador estadounidense, Douglas Barclay, exhortó al gobierno y a la sociedad salvadoreña a combatir la delincuencia y la corrupción. El diplomático también instó a los empresarios a pagar impuestos.

Para Barclay, los avances que ha tenido El Salvador podrían revertirse si no se detiene la inseguridad que vive el país. “La violencia criminal amenaza con detener el crecimiento económico y la inversión extranjera, incluso deshacer muchos de los logros alcanzados desde los Acuerdos de Paz”, aseguró.


Para esto, el diplomático estadounidense exigió a los tres órganos del Estado elaborar un plan integral del combate a la delincuencia, que lleve inmediatamente a la cárcel a todos los criminales y pandilleros, y desarrolle medidas de prevención y reinserción en el mediano y largo plazo.

En su diagnóstico sobre la delincuencia en el país, el funcionario señaló que en promedio son asesinadas diez personas. “El 3 de octubre hubo 22 asesinatos en un sólo día”, señaló. “En 2005 el promedio de asesinatos por cada 100 mil habitantes fue 55, cinco veces más de lo establecido por la OMS como epidemia”, recalcó.

El diplomático destacó que el costo de esto es grave. “El 11% de su Producto Interno Bruto (PIB), es decir más de 1.7 millones de dólares, se gasta en seguridad, en lugar de invertirse en la producción”, señaló. “Por eso, El Salvador debe poner un alto a la violencia criminal, ahora”, exhortó.

Barclay insistió en que la responsabilidad más importante de cualquier gobierno democrático es otorgar seguridad a sus ciudadanos bajo el estado de derecho. “Todo salvadoreño tiene el derecho a sentirse seguro en su hogar y en lugares públicos, no sólo los que pueden pagar seguridad privada”, planteó.

El embajador sugirió que lo primero a hacer es sacar a los criminales de las calles y meterlos en las cárceles, para lo cual tendría que mejorarse la fuerza policial con más policías bien pagados, aumentar la capacidad penitenciaria y, de ser necesario, tribunales especiales e impuestos de emergencia.

Pero para actuar, el gobierno necesita recursos, por eso “ya sea que se decida crear nuevos impuestos o no, las personas y los empresarios deben pagar los impuestos que deben, ahora”. Para eso, trabajen juntos y dejen de obstruir la aprobación de reformas que proveerán de recursos muy necesarios, aún si esto afecta sus propios bolsillos”, exhortó.

“Los salvadoreños deben pagar sus impuestos”, insistió, al tiempo que agregó que no debe “haber espacio para ‘gorrones’ que le roben la posibilidad de un mejor futuro a los ciudadanos”. “Exijan acceso público a la información gubernamental, y que los funcionarios corruptos sean expuestos y llevados ante la justicia”, sugirió. Barclay consideró que “El Salvador simplemente no se puede dar el lujo de que cualquiera robe fondos de las arcas públicas”, porque “cada dólar robado, es un dólar menos para seguridad, acceso a agua potable, salud y para educación”.

Tras su llamado a combatir la corrupción, el diplomático insistió en la reforma judicial y llamó a la despolarización política, pero sobre todo reclamó a los sectores de la sociedad por no actuar de inmediato y los convocó a la unidad: “¿Dónde está la condena pública masiva y la presión hacia sus representantes electos en el gobierno central y local, y al poder legislativo legislativo, para lograr un programa integrado contra la criminalidad?”, cuestionó.

“¿Dónde están las demostraciones de unidad y de voluntad política de los líderes de todos los sectores y tendencias para solucionar este problema nacional?”. “Trabajen juntos, y háganlo”, exhortó Douglas Barclay, en el evento al que no asistieron los principales funcionarios del Ejecutivo, especialmente los encargados de la seguridad pública.

FMLN pide atender llamado

El FMLN se mostró satisfecho por la mayoría de ideas planteadas por Barclay. “Compartimos el llamado urgente a la unidad, para resolver este problema”, expresó Sigfrido Reyes, portavoz del partido de izquierda.

Reyes incluso ironizó diciendo que quizá algún miembro del FMLN escribió el discurso de Barclay. “Lo que el embajador ha planteado es lo que nosotros y varios sectores de la sociedad civil hemos venido proponiendo, no sólo en materia de seguridad, sino también sobre la corrupción y reforma fiscal”, sostuvo.

Reyes espera que ahora que es la embajada estadounidense la que lo plantea, el Ejecutivo y la derecha legislativa no se hagan de “oídos sordos” y atiendan la exhortación.

En el mismo sentido, Beatrice de Carrillo, Procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos, consideró que “de alguna manera, varias de las afirmaciones de Barclay han sido planteadas constantemente por la PDDH, con la diferencia de que la preocupación central del embajador es el costo económico de la criminalidad, mientras que para la Procuraduría es la vida y la seguridad de la población.

Ejecutivo se justifica y contraataca

El director en funciones de la PNC, José Luis Tobar Prieto, dijo que “la institución está poniendo su parte para combatir la delincuencia con planes preventivos y represivos”. “Creemos que es responsabilidad compartida, y que el llamado es a la unidad, porque la seguridad es trabajo de todos”, consideró.

Tobar Prieto aseguró que la Policía ha desarticulado clicas, y capturado líderes de pandillas y homicidas, con el fin de cumplir los planes de seguridad y bajar los índices de delincuencia.

“Estamos haciendo un esfuerzo integral contra las estructuras delincuenciales, pero de una forma ordenada que nos permita impactar en la delincuencia”, sentenció.

Por su parte, el Ministro de Gobernación, René Figueroa, aseguró que los índices delincuenciales son producto de los deportados con antecedentes penales que envía Estados Unidos al país, y consideró que si el país norteamericano detiene las deportaciones contribuiría a combatir la delincuencia, ya que a diario llegan hasta 100 personas deportadas, de ellas el 50% con antecedentes.

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