(PL) Los proyectos de explotación minera por empresas privadas en la zona norte de El Salvador ponen en juego el futuro del país, afirmó hoy la organización no gubernamental Oxfam.
Oxfam subrayó la importancia de un debate nacional en el que se involucren el gobierno y todos los sectores de la población, para reflexionar sobre los daños inevitables que causará la minería a los recursos hídricos, fundamentalmente.
Andrés McKinley, uno de los representantes de la ONG para México, Centroamérica y el Caribe, dijo que la preocupación por las consecuencias de la explotación minera no debe ser sólo de las organizaciones ecologistas y las comunidades afectadas.
Explicó que la discusión sobre las ventajas o no de esos proyectos va más allá de lo ideológico porque es un tema de relevancia nacional.
McKinley aseguró que se corre el riesgo de contaminación de los mantos acuíferos subterráneos y del río Lempa, de donde proviene el agua de esta capital y otros lugares del país.
El representante de Oxfam afirmó que -según investigaciones y análisis- El Salvador no es un territorio apropiado para realizar este tipo de proyectos por su densidad poblacional, el uso agrícola de la tierra y la disponibilidad del agua.
Advirtió que la explotación minera no generará ningún progreso porque los empleos serán pocos, temporales, mal remunerados y peligrosos.
Además, agregó el directivo de esa organización internacional de cooperación con países en vías de desarrollo, que sólo el dos por ciento de las ganancias de las empresas quedarían en el país.
"Nadie en El Salvador gana con la explotación minera, pero los daños serán para todos", aseveró.
Añadió que existe una relación directa entre explotación minera y pobreza, porque cuando las empresas se van dejan contaminado el ambiente con cianuro, plomo, arsénico, aluminio y otros químicos que impiden cualquier actividad productiva de las comunidades.
La empresa canadiense Pacific Rim pretende desarrollar el proyecto El Dorado en el municipio de San Isidro, en el departamento de Cabañas, 54 kilómetros al noreste de esta capital.
Según el cooperante, el estudio de impacto ambiental que ha presentado esta empresa oculta información elemental sobre los daños en el ecosistema, especialmente en el agua.
No menciona que las aguas residuales serán vertidas en un río que finalmente desemboca en el Lempa, señaló
En El Salvador, ya fueron otorgados más de 30 permisos de exploración por la Dirección de Minas e Hidrocarburos del Ministerio de Economía.
Por su parte, el Ministerio de Medioambiente y Recursos Naturales, estudia otorgar el primer permiso de explotación.
Oxfam subrayó la importancia de un debate nacional en el que se involucren el gobierno y todos los sectores de la población, para reflexionar sobre los daños inevitables que causará la minería a los recursos hídricos, fundamentalmente.
Andrés McKinley, uno de los representantes de la ONG para México, Centroamérica y el Caribe, dijo que la preocupación por las consecuencias de la explotación minera no debe ser sólo de las organizaciones ecologistas y las comunidades afectadas.
Explicó que la discusión sobre las ventajas o no de esos proyectos va más allá de lo ideológico porque es un tema de relevancia nacional.
McKinley aseguró que se corre el riesgo de contaminación de los mantos acuíferos subterráneos y del río Lempa, de donde proviene el agua de esta capital y otros lugares del país.
El representante de Oxfam afirmó que -según investigaciones y análisis- El Salvador no es un territorio apropiado para realizar este tipo de proyectos por su densidad poblacional, el uso agrícola de la tierra y la disponibilidad del agua.
Advirtió que la explotación minera no generará ningún progreso porque los empleos serán pocos, temporales, mal remunerados y peligrosos.
Además, agregó el directivo de esa organización internacional de cooperación con países en vías de desarrollo, que sólo el dos por ciento de las ganancias de las empresas quedarían en el país.
"Nadie en El Salvador gana con la explotación minera, pero los daños serán para todos", aseveró.
Añadió que existe una relación directa entre explotación minera y pobreza, porque cuando las empresas se van dejan contaminado el ambiente con cianuro, plomo, arsénico, aluminio y otros químicos que impiden cualquier actividad productiva de las comunidades.
La empresa canadiense Pacific Rim pretende desarrollar el proyecto El Dorado en el municipio de San Isidro, en el departamento de Cabañas, 54 kilómetros al noreste de esta capital.
Según el cooperante, el estudio de impacto ambiental que ha presentado esta empresa oculta información elemental sobre los daños en el ecosistema, especialmente en el agua.
No menciona que las aguas residuales serán vertidas en un río que finalmente desemboca en el Lempa, señaló
En El Salvador, ya fueron otorgados más de 30 permisos de exploración por la Dirección de Minas e Hidrocarburos del Ministerio de Economía.
Por su parte, el Ministerio de Medioambiente y Recursos Naturales, estudia otorgar el primer permiso de explotación.
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