El Salvador, 30 jun (PL) Varias organizaciones ciudadanas de Centroamérica, Estados Unidos y Europa advirtieron hoy en esta capital sobre la creciente militarización de las instituciones encargadas de la seguridad pública en la región.
Destacaron que esa situación es más crítica en Guatemala, Honduras y El Salvador. Los denunciantes explicaron que en la región cada vez es mayor la participación de miembros de las fuerzas armadas en funciones que corresponden a los cuerpos policiales, como la seguridad interna.
En tal sentido subrayaron que esas acciones distorsionan los conceptos de seguridad pública y defensa nacional.
Según la Fundación Arias para la Paz, Washington Office on Latin America (WOLA), Internacional Peacebuilding, de Suiza, entre otras, la región enfrenta complejos desafíos debido a la violencia generada por el crimen organizado, el narcotráfico y las pandillas.
Para contrarrestar esos flagelos, las citadas agrupaciones destacaron la necesidad de consolidar las fuerzas policiales y los sistemas de justicia de la región, así como diseñar políticas integrales y estratégicas para garantizar la seguridad pública.
Los denunciantes recuerdan que las funciones de las fuerzas armadas son defender la soberanía nacional y ayudar a la población en caso de desastres.
Roberto Burgos, del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, enfatizó en que la mayoría de los gobiernos centroamericanos están creando unidades élites de la policía con enfoques militaristas.
Añadió que cada vez se hace más frecuente la incorporación de miembros del ejército a las actividades contra la delincuencia, lo que en vez de reducirla, violenta la institucionalidad, los derechos humanos y el estado de derecho.
Como conclusión de ese encuentro, las organizaciones pedirán a los presidentes y a los ministros de Defensa de los países centroamericanos hacer funcionar el Tratado Marco de Seguridad Democrática.
Destacaron que esa situación es más crítica en Guatemala, Honduras y El Salvador. Los denunciantes explicaron que en la región cada vez es mayor la participación de miembros de las fuerzas armadas en funciones que corresponden a los cuerpos policiales, como la seguridad interna.
En tal sentido subrayaron que esas acciones distorsionan los conceptos de seguridad pública y defensa nacional.
Según la Fundación Arias para la Paz, Washington Office on Latin America (WOLA), Internacional Peacebuilding, de Suiza, entre otras, la región enfrenta complejos desafíos debido a la violencia generada por el crimen organizado, el narcotráfico y las pandillas.
Para contrarrestar esos flagelos, las citadas agrupaciones destacaron la necesidad de consolidar las fuerzas policiales y los sistemas de justicia de la región, así como diseñar políticas integrales y estratégicas para garantizar la seguridad pública.
Los denunciantes recuerdan que las funciones de las fuerzas armadas son defender la soberanía nacional y ayudar a la población en caso de desastres.
Roberto Burgos, del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, enfatizó en que la mayoría de los gobiernos centroamericanos están creando unidades élites de la policía con enfoques militaristas.
Añadió que cada vez se hace más frecuente la incorporación de miembros del ejército a las actividades contra la delincuencia, lo que en vez de reducirla, violenta la institucionalidad, los derechos humanos y el estado de derecho.
Como conclusión de ese encuentro, las organizaciones pedirán a los presidentes y a los ministros de Defensa de los países centroamericanos hacer funcionar el Tratado Marco de Seguridad Democrática.
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