Bagdad, 16 jun (PL) Casi 60 iraquíes fueron víctimas de la violencia que azota hoy esta capital, a despecho de una ofensiva de gran envergadura que llevan a cabo las fuerzas norteamericanas y sus colaboradores locales.
Dos personas murieron y otras 16 resultaron heridas al impactar varios proyectiles de mortero en la barriada Saaba al Bour, en el sector norte metropolitano.
En la jornada 11 personas murieron y 25 fueron heridas en un atentado suicida en una mezquita de la rama islámica chiíta en Bagdad. El incidente ocurrió cuando un hombre hizo estallar una carga explosiva adosada a su cuerpo, en el santuario de Al Burasa, en el barrio de Al Ubaifia.
Expertos comentaron que este hecho aviva las tensiones entre las dos principales ramas del islamismo en este país árabe.
Recientemente, el Instituto de Medicina Legal reportó la muerte de seis mil personas en lo que va de año por la violencia de corte confesional, agregaron los analistas.
El recrudecimiento de esta situación se inició el 22 de febrero pasado luego de un atentado dinamitero en una mezquita chiíta en la ciudad sunita de Samarra, al norte de Bagdad.
Ambos episodios coinciden con la tercera jornada de la ofensiva Adelante juntos que se lleva a cabo en Bagdad tropas ocupantes extranjeras y locales.
La víspera, medios regionales adelantaron que la operación era un fracaso desde el inicio luego que se reportaron siete personas muertas a tiros y con signos de torturas.
La ofensiva, para la cual se movilizaron 40 mil efectivos entre norteamericanos y nativos, incluye la inspección de automóviles, allanamientos de viviendas y un toque de queda desde las 21.00 hora local hasta las 06.00.
Para los viernes, día de plegarías musulmanas, quedó prohibido la circulación de vehículos durante cuatro horas con el objetivo de evitar incidentes que pongan en peligro la vida de miles de fieles.
El plan de seguridad es un intento por restablecer el orden en la nación árabe, según la proyección del nuevo gobierno encabezado por el primer ministro Nuri al Maliki.
Televisoras árabes recordaron que Adelante juntos no es la primera operación de gran envergadura que emprenden los ocupantes norteamericanos contra la insurgencia, la cual ocasionó dos mil 500 bajas mortales a los invasores desde marzo de 2003.
En el mismo lapso 18 mil 490 efectivos resultaron heridos.
Expertos en la zona adelantaron que la maniobra no arrojará los resultados esperados por los agresores, máximos responsables del caos que vive este país del Golfo Pérsico.
Dos personas murieron y otras 16 resultaron heridas al impactar varios proyectiles de mortero en la barriada Saaba al Bour, en el sector norte metropolitano.
En la jornada 11 personas murieron y 25 fueron heridas en un atentado suicida en una mezquita de la rama islámica chiíta en Bagdad. El incidente ocurrió cuando un hombre hizo estallar una carga explosiva adosada a su cuerpo, en el santuario de Al Burasa, en el barrio de Al Ubaifia.
Expertos comentaron que este hecho aviva las tensiones entre las dos principales ramas del islamismo en este país árabe.
Recientemente, el Instituto de Medicina Legal reportó la muerte de seis mil personas en lo que va de año por la violencia de corte confesional, agregaron los analistas.
El recrudecimiento de esta situación se inició el 22 de febrero pasado luego de un atentado dinamitero en una mezquita chiíta en la ciudad sunita de Samarra, al norte de Bagdad.
Ambos episodios coinciden con la tercera jornada de la ofensiva Adelante juntos que se lleva a cabo en Bagdad tropas ocupantes extranjeras y locales.
La víspera, medios regionales adelantaron que la operación era un fracaso desde el inicio luego que se reportaron siete personas muertas a tiros y con signos de torturas.
La ofensiva, para la cual se movilizaron 40 mil efectivos entre norteamericanos y nativos, incluye la inspección de automóviles, allanamientos de viviendas y un toque de queda desde las 21.00 hora local hasta las 06.00.
Para los viernes, día de plegarías musulmanas, quedó prohibido la circulación de vehículos durante cuatro horas con el objetivo de evitar incidentes que pongan en peligro la vida de miles de fieles.
El plan de seguridad es un intento por restablecer el orden en la nación árabe, según la proyección del nuevo gobierno encabezado por el primer ministro Nuri al Maliki.
Televisoras árabes recordaron que Adelante juntos no es la primera operación de gran envergadura que emprenden los ocupantes norteamericanos contra la insurgencia, la cual ocasionó dos mil 500 bajas mortales a los invasores desde marzo de 2003.
En el mismo lapso 18 mil 490 efectivos resultaron heridos.
Expertos en la zona adelantaron que la maniobra no arrojará los resultados esperados por los agresores, máximos responsables del caos que vive este país del Golfo Pérsico.
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