A la impactante sorpresa del asesinato de tres diputados de ARENA miembros del PARLACEN y la de su motorista ocurrida el lunes 19 de febrero, se agrego tambien la impactante noticia dada por el presidente de Guatemala Oscar Berger, de que el caso tenia que ver con los negocios de narcotráfico y que los autores materiales eran seis miembros de la PNC guatemalteca, de los cuales cuatro habían sido capturados pero los hechos de impacto no terminaron ahí, pues los policías acusados fueron ejecutados en el interior de una cárcel de máxima seguridad que el domingo 25 de febrero justo antes de que rindieran su declaración judicial.
Es evidente que los autores materiales de este nuevo crimen son personas vinculadas a las estructuras penitenciarias y policiales de Guatemala pues era fácil prever que los autores intelectuales buscarían y continuaran buscando la forma de dejar en la impunidad el asesinato de los parlamentarios cuyo móvil debe establecerse por parte de la investigación correspondiente.
Cualquiera podría decir que los policías acusados de los asesinatos de los diputados ya pagaron su culpa pues el que a hierro mata a hierro muere y por lo tanto lo que procede es la depuración de la PNC guatemalteca. Algo parecido a lo ordenado por Calderón Sol contra la extinta policía nacional de El Salvador luego de que se acusara al teniente José Rafael Coreas Orellana quien era jefe de la sección de investigaciones de asaltar una agencia del Banco de Comercio en junio de 1994, es curioso que en ambos hechos exista el paralelismo de que entre los acusados figurara el jefe de la unidad de investigaciones criminales, lo cual queda para un programa de Aunque usted no lo crea.
Ahora bien, en el ámbito de los medios de comunicación periodistas, políticos y autoridades difunden una y mil hipótesis entre ellas la de que con la muerte de los supuestos autores materiales le investigación se complica y respecto de los salvadoreños asesinados el caso podría cerrarse, pues debe investigarse quien ordeno y ejecuto a los policías guatemaltecos, punto de vista que no compartimos por cuanto ambos hechos de sangre son eslabones de la misma cadena delictiva que enlaza estructuras del crimen organizado tanto de Guatemala como de El Salvador.
Radio Maya Visión, Comunicación Total.
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