Néstor Marín
Managua, 13 abr (PL) El creciente poder que detentan hoy las pandillas en Centroamérica, conocidas como maras, pudiera dar lugar a un fenómeno similar al de Colombia, donde los tentáculos del narcotráfico llegaron hasta las más altas esferas políticas.
En opinión del sociólogo Oscar René Vargas, quien en conversación con Prensa Latina acuñó el término "marapolítica" para referirse al caso centroamericano, el peligro de que esto suceda en el istmo centroamericano es inminente.
"En Centroamérica no va a ser la narcopolítica, como en el caso colombiano, sino lo que podría llamarse la marapolítica, la que dirigirá la política regional", aseveró.
De acuerdo con Vargas, si no se les pone freno, las pandillas se van a transformar en un grupo de presión muy fuerte en la región.
La realidad indica que todo grupo que adquiere relevancia social, adquiere también relevancia política, y después pide sus espacios políticos, alertó.
Según Vargas, el reciente asesinato en Guatemala de tres diputados salvadoreños del Parlamento Centroamericano, a manos de agentes policiales, que a su vez habrían trabajado de sicarios para una banda de narcotraficantes, podría ser considerado un adelanto.
Ahí se dio una combinación del narcotráfico, las maras y la Policía, y la prueba está en que no se han querido aclarar las cosas, por la mezcla de intereses existentes, aseveró el analista.
En el caso de los parlamentarios salvadoreños, los cuatro autores materiales del asesinato fueron ejecutados posteriormente en una cárcel de máxima seguridad donde esperaban la conclusión de las investigaciones.
"Esa es la punta del iceberg que nos indica por dónde va la cosa", recalcó Vargas, tras advertir que las maras van en aumento en Guatemala, Honduras y El Salvador, mientras existe el peligro de que comiencen a organizarse en Costa Rica, y en la propia Nicaragua.
El reconocido sociólogo local considera, sin embargo, que el fenómeno de las pandillas debe enfrentarse no solamente a través de la represión, sino atacando los problemas de fondo, como son, dijo, la marginación social, la pobreza y la concentración de la riqueza.
Managua, 13 abr (PL) El creciente poder que detentan hoy las pandillas en Centroamérica, conocidas como maras, pudiera dar lugar a un fenómeno similar al de Colombia, donde los tentáculos del narcotráfico llegaron hasta las más altas esferas políticas.
En opinión del sociólogo Oscar René Vargas, quien en conversación con Prensa Latina acuñó el término "marapolítica" para referirse al caso centroamericano, el peligro de que esto suceda en el istmo centroamericano es inminente.
"En Centroamérica no va a ser la narcopolítica, como en el caso colombiano, sino lo que podría llamarse la marapolítica, la que dirigirá la política regional", aseveró.
De acuerdo con Vargas, si no se les pone freno, las pandillas se van a transformar en un grupo de presión muy fuerte en la región.
La realidad indica que todo grupo que adquiere relevancia social, adquiere también relevancia política, y después pide sus espacios políticos, alertó.
Según Vargas, el reciente asesinato en Guatemala de tres diputados salvadoreños del Parlamento Centroamericano, a manos de agentes policiales, que a su vez habrían trabajado de sicarios para una banda de narcotraficantes, podría ser considerado un adelanto.
Ahí se dio una combinación del narcotráfico, las maras y la Policía, y la prueba está en que no se han querido aclarar las cosas, por la mezcla de intereses existentes, aseveró el analista.
En el caso de los parlamentarios salvadoreños, los cuatro autores materiales del asesinato fueron ejecutados posteriormente en una cárcel de máxima seguridad donde esperaban la conclusión de las investigaciones.
"Esa es la punta del iceberg que nos indica por dónde va la cosa", recalcó Vargas, tras advertir que las maras van en aumento en Guatemala, Honduras y El Salvador, mientras existe el peligro de que comiencen a organizarse en Costa Rica, y en la propia Nicaragua.
El reconocido sociólogo local considera, sin embargo, que el fenómeno de las pandillas debe enfrentarse no solamente a través de la represión, sino atacando los problemas de fondo, como son, dijo, la marginación social, la pobreza y la concentración de la riqueza.
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