Managua, 17 abr (PL) El presidente Daniel Ortega agradeció hoy aquí la mano solidaria tendida por Cuba y Venezuela para ayudar a paliar la crisis energética que padece Nicaragua, mediante el suministro de 32 plantas eléctricas con capacidad para generar 60 megavatios.
Estas plantas son resultado de la unidad en la acción de los pueblos nicaragüense, cubano y venezolano, en beneficio del propio pueblo nicaragüense, aseveró el líder sandinista, durante el acto de inauguración oficial de los grupos electrógenos.
En su discurso de alrededor de una hora, Ortega contrapuso la celeridad con que respondieron los gobiernos de Cuba y Venezuela a la solicitud de ayuda hecha por Nicaragua, con la actitud indolente asumida por Estados Unidos durante los últimos 16 años.
Los revolucionarios no estamos esperando 100 días para actuar, y así lo entendieron muy bien Cuba y Venezuela, que no dudaron en enviarnos estas plantas, aseveró.
El mandatario, quien asumió el poder el 10 de enero pasado, denunció que ninguno de los tres gobiernos anteriores, incorporó "un solo megavatio" al sistema electro-energético nacional, pese a contar con el apoyo de Washington.
Estas plantas son fruto de la solidaridad de hombres y mujeres que estamos convencidos de que el egoísmo no es el único camino, de que el neoliberalismo no es el único camino, recalcó.
Ortega, quien señaló que el compromiso del gobierno sandinista es acabar con los apagones, aseguró que en dos meses y medio se ha logrado instalar el equivalente al 20 por ciento de la capacidad de generación de electricidad heredada de las autoridades anteriores.
Explicó que como resultado de las medidas tomadas por su gobierno, el déficit de generación de energía se redujo del 30 por ciento que existía en agosto de 2006, al cinco que persiste actualmente.
A los 60 megavatios que generan los 32 grupos electrógenos suministrados por Cuba y Venezuela en el marco de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), se sumará otra cantidad similar antes de fin de año, anunció el presidente nicaragüense.
Además de los técnicos cubanos y venezolanos que trabajaron en la instalación de las plantas, en el acto participaron los 130 trabajadores sociales de la isla caribeña que ayudarán a cambiar casi dos millones de bombillos en los hogares nicaragüenses.
Según los cálculos, el cambio de las bujías incandescentes por otras fluorescentes de menor consumo, contribuirá a disminuir la demanda de energía de Nicaragua en alrededor de 70 megavatios.
Estas plantas son resultado de la unidad en la acción de los pueblos nicaragüense, cubano y venezolano, en beneficio del propio pueblo nicaragüense, aseveró el líder sandinista, durante el acto de inauguración oficial de los grupos electrógenos.
En su discurso de alrededor de una hora, Ortega contrapuso la celeridad con que respondieron los gobiernos de Cuba y Venezuela a la solicitud de ayuda hecha por Nicaragua, con la actitud indolente asumida por Estados Unidos durante los últimos 16 años.
Los revolucionarios no estamos esperando 100 días para actuar, y así lo entendieron muy bien Cuba y Venezuela, que no dudaron en enviarnos estas plantas, aseveró.
El mandatario, quien asumió el poder el 10 de enero pasado, denunció que ninguno de los tres gobiernos anteriores, incorporó "un solo megavatio" al sistema electro-energético nacional, pese a contar con el apoyo de Washington.
Estas plantas son fruto de la solidaridad de hombres y mujeres que estamos convencidos de que el egoísmo no es el único camino, de que el neoliberalismo no es el único camino, recalcó.
Ortega, quien señaló que el compromiso del gobierno sandinista es acabar con los apagones, aseguró que en dos meses y medio se ha logrado instalar el equivalente al 20 por ciento de la capacidad de generación de electricidad heredada de las autoridades anteriores.
Explicó que como resultado de las medidas tomadas por su gobierno, el déficit de generación de energía se redujo del 30 por ciento que existía en agosto de 2006, al cinco que persiste actualmente.
A los 60 megavatios que generan los 32 grupos electrógenos suministrados por Cuba y Venezuela en el marco de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), se sumará otra cantidad similar antes de fin de año, anunció el presidente nicaragüense.
Además de los técnicos cubanos y venezolanos que trabajaron en la instalación de las plantas, en el acto participaron los 130 trabajadores sociales de la isla caribeña que ayudarán a cambiar casi dos millones de bombillos en los hogares nicaragüenses.
Según los cálculos, el cambio de las bujías incandescentes por otras fluorescentes de menor consumo, contribuirá a disminuir la demanda de energía de Nicaragua en alrededor de 70 megavatios.
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