San Salvador, 12 abr (PL) La posible instalación en El Salvador de una planta piloto para la producción de etanol a partir de caña de azúcar, levantó hoy una encendida polémica.
De acuerdo con el presidente salvadoreño, Elías Antonio Saca, Estados Unidos y Brasil confirmaron su apoyo para la construcción de la planta.
Según el gobernante, apostarle al etanol es apostarle definitivamente al futuro.
Por su parte, miembros de Alianza Social Continental, reunidos en esta capital, advirtieron que la producción de biocombustibles amenaza la seguridad alimentaria de los pueblos de América Latina.
Añadieron que ese peligro es mayor para los países centroamericanos con la implementación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
La agricultura buscaría satisfacer la demanda de combustibles y no las necesidades de alimentación de la población, con el agravante de que el TLC ya causa daños al agro centroamericano, subrayaron.
Para enfrentar con éxito los proyectos de producción de biocombustibles es necesario intensificar la resistencia de todas las organizaciones campesinas e indígenas, alertó Carlos Aguilar, de la agrupación costarricense Encuentro Popular, que participa en la cita.
Alianza Social Continental es una red de organizaciones ciudadanas y movimientos sociales del continente que lucha contra los Tratados de Libre Comercio (TLC) y las políticas de los gobiernos neoliberales.
El pasado 31 de marzo, los presidentes de Estados Unidos, George W. Bush, y de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, anunciaron que habían seleccionado a El Salvador para la instalación de una planta piloto para la producción de etanol.
De acuerdo con Saca, ambos países proporcionarán ayuda técnica y financiera para ejecutar el proyecto.
Por ahora, podremos mezclar un 10 por ciento de ese producto a la gasolina, que se irá incrementando poco a poco, con lo cual se logrará algún tipo de ahorro, explicó el mandatario.
En la actualidad, la factura petrolera de la nación asciende a más de mil millones de dólares, informó.
Saca aseguró que se dará un impulso a la siembra de caña de azúcar en muchas tierras ociosas que pueden reactivarse con miras a la producción del biocombustible, lo cual redundará en la creación de empleo en el campo.
Yolanda de Gavidia, ministra de Economía, afirmó que con la producción de etanol el país podría ahorrarse cerca de 40 millones de dólares y, por tanto, lograr la consiguiente disminución de la importación de petróleo.
En tanto, una encuesta realizada por el diario vespertino Colatino indica que la mayoría de los consultados piensan que el etanol sería una solución pasajera a los altos precios de los combustibles.
Destaca la publicación digital que la propia Asociación Salvadoreña de Distribuidores de Productos de Petróleo (ASDPP) aseguró que ese proyecto no disminuirá los actuales precios de los carburantes.
En tal sentido, el director ejecutivo de la ASDPP, Julio Villagrán, afirmó que los precios de la gasolina no "bajarán en lo más mínimo", y en caso de que la producción de ese alcohol propiciara otros beneficios, ninguno será económico para la población salvadoreña.
De acuerdo con el presidente salvadoreño, Elías Antonio Saca, Estados Unidos y Brasil confirmaron su apoyo para la construcción de la planta.
Según el gobernante, apostarle al etanol es apostarle definitivamente al futuro.
Por su parte, miembros de Alianza Social Continental, reunidos en esta capital, advirtieron que la producción de biocombustibles amenaza la seguridad alimentaria de los pueblos de América Latina.
Añadieron que ese peligro es mayor para los países centroamericanos con la implementación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
La agricultura buscaría satisfacer la demanda de combustibles y no las necesidades de alimentación de la población, con el agravante de que el TLC ya causa daños al agro centroamericano, subrayaron.
Para enfrentar con éxito los proyectos de producción de biocombustibles es necesario intensificar la resistencia de todas las organizaciones campesinas e indígenas, alertó Carlos Aguilar, de la agrupación costarricense Encuentro Popular, que participa en la cita.
Alianza Social Continental es una red de organizaciones ciudadanas y movimientos sociales del continente que lucha contra los Tratados de Libre Comercio (TLC) y las políticas de los gobiernos neoliberales.
El pasado 31 de marzo, los presidentes de Estados Unidos, George W. Bush, y de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, anunciaron que habían seleccionado a El Salvador para la instalación de una planta piloto para la producción de etanol.
De acuerdo con Saca, ambos países proporcionarán ayuda técnica y financiera para ejecutar el proyecto.
Por ahora, podremos mezclar un 10 por ciento de ese producto a la gasolina, que se irá incrementando poco a poco, con lo cual se logrará algún tipo de ahorro, explicó el mandatario.
En la actualidad, la factura petrolera de la nación asciende a más de mil millones de dólares, informó.
Saca aseguró que se dará un impulso a la siembra de caña de azúcar en muchas tierras ociosas que pueden reactivarse con miras a la producción del biocombustible, lo cual redundará en la creación de empleo en el campo.
Yolanda de Gavidia, ministra de Economía, afirmó que con la producción de etanol el país podría ahorrarse cerca de 40 millones de dólares y, por tanto, lograr la consiguiente disminución de la importación de petróleo.
En tanto, una encuesta realizada por el diario vespertino Colatino indica que la mayoría de los consultados piensan que el etanol sería una solución pasajera a los altos precios de los combustibles.
Destaca la publicación digital que la propia Asociación Salvadoreña de Distribuidores de Productos de Petróleo (ASDPP) aseguró que ese proyecto no disminuirá los actuales precios de los carburantes.
En tal sentido, el director ejecutivo de la ASDPP, Julio Villagrán, afirmó que los precios de la gasolina no "bajarán en lo más mínimo", y en caso de que la producción de ese alcohol propiciara otros beneficios, ninguno será económico para la población salvadoreña.
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