lunes, abril 02, 2007

CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE DE GUATEMALA ÓSCAR BERGER PERDOMO DE PARTE DEL DR. JAVIER FIGUEROA EX SUBDIRECTOR DE INVESTIGACIONES E INTELIGENCIA PNC

27 de marzo 2007
Señor Presidente de Guatemala
Óscar Berger Perdomo:
oberger@presidencia.gob.gt
varroyave@presidencia.gob.gt
mgarcia@presidencia.gob.gt
Con copia para el Licenciado Juan Luís Florido Solís, Fiscal General de la Republica y Jefe del Ministerio Público:
fiscalgeneral@mp.lex.gob.gt

He sido informado oficialmente que mi petición, en relación a la nota que le envié desde donde solicité protección y medidas mínimas de seguridad para mi persona y familia y poder relatar e informar lo que me consta del Caso de los diputados salvadoreños y su chofer asesinados y de los cuatro elementos del DINC que estaban bajo mi dirección, también asesinados en El Boquerón, ha sido rechazada por usted y su Gobierno y que, por el contrario, se ha ordenado, no sólo que se me conduzca por la fuerza pública a rendir mi declaración ante el Ministerio Público, sino que se solicitó ya la respectiva orden de aprehensión en mi contra para que la dicte el respectivo Juez de Instrucción Penal que controla la investigación del caso y así la INTERPOL proceda a localizarme y aprehenderme.

Lamento profundamente que se me de la espalda de esta manera tan ingrata, puesto que, como a usted y a su señora esposa les consta, he sido un leal servidor de su familia, anteponiendo inclusive la propia seguridad y estabilidad de mi persona, esposa e hijos, y de mi familia periférica, llegando, inclusive, a saltarme los límites permisibles en una sociedad normal.

No me queda más que, haciendo uso de los pocos recursos que me quedan, accionar ante la torpe negativa de acceder a mi petición, y proceder a desligarme de toda consideración y respeto hacia su persona, su familia y funcionarios de alto y medio nivel de su Gobierno, puesto que he sido vilmente abandonado y burlado.

ME CONSIDERO TRAICIONADO POR USTED. Y NO LE DEBO NADA, MUCHO MENOS LEALTAD O RESPETO. Y ASÍ, Y EN ESA LÍNEA, VOY A ACTUAR A PARTIR DE ESTE MOMENTO.

Localizarme en el corto plazo les resultará sumamente complicado, puesto que me encuentro fuera de toda posibilidad de ser aprehendido para ser conducido a Guatemala; es más, a usted y a su familia, no digamos a los miembros más encopetados de su Gobierno, LES CONVENÍA Y LES CONVIENE que yo esté fuera de circulación para "evitar" embarazosas sindicaciones y tener que buscar y dar "explicaciones" a tantas situaciones que han protagonizado en perjuicio de nuestro país.

A ustedes les conviene, al igual que con los cuatro elementos del DINC involucrados en el crimen de lo salvadoreños, mi silencio que es igual a mi muerte.

Eso sí, Señor Presidente, a partir de este preciso momento me considero blanco de sus sicarios para ser el siguiente en la larga lista de asesinados por el bien del Estado y de la estabilidad de su Gobierno; y por lo tanto también estoy tomando las providencias necesarias para defenderme y, si fuere el caso, actuar en cualquier línea que me permita vivir para contar lo que me consta y conseguir sobrevivir a lo que me depara el destino por haber creído en usted y en Carlos Vielman.

Las órdenes de lo que se hacía y se hace en la Policía Nacional Civil, que riñe con las buenas costumbres, las leyes, la decencia y derechos humanos, muchas de las veces las escuché darlas directamente de sus propios labios, Señor Presidente, en su propio despacho y, otras veces, en lugares "especialmente acordados"; y, junto al ahora ex ministro de Gobernación, Carlos Vielman, y de Víctor Rivera, se nos ordenó realizar operativos que buscaban únicamente dar la sensación que se hacía algo a favor de la prevención y protección ciudadana, y otras limpiar el país, a como diera lugar, de conocidos delincuentes, mareros y ladronzuelos de poca monta.

El "coordinador" de tales órdenes e instrucciones, como verdadero enlace ejecutor, con el respaldo directo de su persona y del ex ministro, era el ahora ex director de la PNC, Erwin Sperisen, cuya misión específica era proteger, cuidar y garantizarle a usted, Señor Presidente, que nada les pasara a los peces gordos en sus personas o actividades y mercaderías o hechos propios de los ilícitos realizados, no digamos en las personas y acciones de sus allegados, familia y amigos.

De Víctor Rivera hay tanto que contar y describir, que me reservo el derecho de hacerlo en otra oportunidad, puesto que en sus hombros descansa todo el andamiaje de "protección".

Espero que no se le haya olvidado el comentario, que a usted le sonó jocoso, que nos hizo en su despacho, sobre que el dinero, el billete, que procedía del pago de cualquier trabajo honrado, era igual al billete que procedía de algún secuestro, robo, asalto o narcotráfico, puesto que billete era billete. Con lo que nos dio, según usted, no solo la motivación que nos hubiese hecho falta, sino una lección con todo y moraleja: No importaba ni importa de dónde viene el dinero, lo que importa es que llegue, de manera constante y abundante.

¡Qué importaba si venía de un secuestro, de tráfico o trasiego de drogas, de tráfico de infantes, de mojados, de coyotes, de casas de tolerancia (recuérdese los operativos realizados para asustarlos y convencerlos de contribuir a la causa), de asaltos a residencias, de extorsiones o del robo descarado que se hizo en el aeropuerto o de la droga que ya se tenía confiscada y guardada en bodegas del Gobierno!

Con la jugada que se descubrió y además publicada por los medios de comunicación, en la que intervinieron directamente tanto el Chuc (su hijo Óscar) como la Ruca (su estimado yerno Ricardo), con y por medio de Emilio Pacheco en la SAT, para hacerse de unos billetes por medio de la Secretaría de Asuntos Sociales de su señora esposa, la SOSEP, que les permitió meter o introducir más de dos mil contenedores de contrabando con todo tipo de artículos, mercadería y "productos no tradicionales", con los que se bañaron en millones de dólares sus familiares, se puede comprobar su gusto por los billetes provenientes de cualquier situación, ¿no es verdad, Señor Presidente?

A mi salida del territorio nacional, BUSCANDO ESCAPAR A UNA EVENTUAL TRAICIÓN DE SU PARTE Y DE LOS SUYOS (que hoy se dio) y por supuesto a ser asesinado por sus sicarios, a los pocos días de mi salida "curiosamente" se incendiaron algunas instalaciones ubicadas en el predio que ocupa la Academia de la PNC en la zona 6. ¿Quiere que le recuerde qué había y qué ya no había en esas instalaciones pasto de las tan oportunas llamas que devoraron cualquier curiosidad futura?...

La imagen de viejito bonachón con la que ha manipulado a la opinión pública, Señor Presidente, sólo en eso se queda, en imagen; puesto que usted, en una sola palabra, es un raterito igual que cualquier roba vueltos que cae preso por clavarse un celular, una cadena o un anillo en la 18 calle de la zona 1.

¿Cuántas veces no se les protegió a usted, a su familia y a sus amigos de "indiscreciones" sobre grandes negocios ilícitos que relucían en cualquier pequeña investigación realizada? ¿Qué piensa hacer con Miguel Fernández, Richard Aitkenhead Castillo, el "perico" Pellecer su hermano del alma, y con tanto amiguete corrupto y depredador que como sanguijuelas han sorbido gota a gota el presupuesto de cuatro años de Gobierno?

A su yerno, Ricardo Ortiz, alias la ruca, lo busca afanosamente el Cartel de Cali para que rinda cuentas sobre "mercadería" que transó fuera de borda… A su hijito, Óscarito Berger, alias el chuc, lo buscan "inversionistas" de varios lugares para que reparta, por fin, las utilidades que tuvo y que se alzó con ellas sin compartirlas con aquellos que creyeron en cantos de sirena…

Y por si no bastara, a ambos, hijo y yerno, la familia Gutiérrez/Bosch busca venganza porque permitieron que su competencia, el negro García Granados, "ingresara" varios de esos miles de contenedores que se transaron por medio del gordo Pacheco en la SAT que contenían productos y mercadería en la que la familia descrita tiene y ha basado su imperio.

Es necesario que se sepa, en relación los más de dos mil millones de quetzales de la reconstrucción, lo que tranzaron su hijito y yerno con el famoso y picarazo "Canela" (Roberto Gonzáles, que fue Coordinador de la Reconstrucción), junto a Fernando Monroy (socio de Luis Pedro Chang en la Empresa Equipos del Puerto S.A., y financistas, ambos, de la campaña electoral de Colom, aprovechando que Monroy fungió como secretario general adjunto de la UNE y es íntimo de Álvaro Colom), y algunos "empresarios" allegados a su Gobierno, lo que permitió que a ustedes, a la familia real de Guatemala, les quedara untada la mano en la miseria y en la pobreza de nuestra gente que sufrió el embate del Stan, con varios millones de quetzales que en concepto de comisiones (15%) se le exigió a los contratistas para "ganar" las obras.

Es necesario que se den a conocer las VERDADERAS CIFRAS de los hechos delictivos, criminales y los directamente relacionados con el famoso crimen organizado que le reditúan a usted y allegados millonarias cifras mensualmente.

Y por último, pero no por ello lo menos importante ni lo que cierra mis denuncias públicas (porque apenas empiezan), le recuerdo que la situación que "se salió de las manos" con lo ocurrido a los diputados salvadoreños, usted en persona delante de mí y de Sperisen fue debida y directamente informado, y luego, junto a Carlos Vielman se instruyó al respecto de lo que se tenía que hacer para "borrar cualquier huella" por la "burrada" cometida por los policías.

Con lo que no contaron ustedes, es que la cadena es incontrolable, puesto que, si el jefe inmediato es largo, los jefes superiores son más largos, no digamos el Director, el Ministro y el Señor Presidente, lo que "motivó" a personal y elementos de bajo y medio nivel a realizar trabajitos por su cuenta para nivelar el sueldo y las ganancias que tienen los jefecitos… Total ¿quién se va animar a denunciar si todos son iguales de cochinos y corruptos?

El asesinato en El Boquerón, de los cuatro elementos que estaban directamente bajo mis órdenes en el DINC y que por instrucciones precisas ejecutaron a los diputados salvadoreños y a su chofer, se planificó y se ordenó en las altas esferas del Gobierno y de su persona; por eso a usted le dio "temor" irse a El Salvador a dar el pésame y a demostrar que el viaje a ese país era "seguro".

Usted, muy confiado y seguro, se acostó tranquilamente con que al día siguiente ese crimen en los salvadoreños se tomaría como otro crimen más producto de la guerra entre narcos o pandillas o maras; sin imaginarse, tan siquiera, que las repercusiones del caso se revertirían, ya que se tocaron altos intereses del crimen organizado que tiene sus asientos en las más altas esferas del Gobierno del Presidente de El Salvador, Antonio Saca; sin que necesariamente sean los mismos jugosos negocios que usted comparte aquí en Guatemala con nuestros propios criminales.

¿Qué fue a hacer el Jefe del DINC a San Salvador tres días antes de los hechos ocurridos con la droga, dinero lavado y diputados salvadoreños?

Le recuerdo, Señor Presidente, que yo lo sé, puesto que estuve allí…

En otra oportunidad voy a denunciar, y hacer del conocimiento público, lo que verdaderamente se le mandó a hacer a Víctor Soto a El Salvador, unos días antes del crimen contra los salvadoreños, y quién se lo ordenó.

Dr. Javier Figueroa

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