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El director de la PNC Rodrigo Ávila atribuye las deficiencias de dicho cuerpo de seguridad y en general de nuestro sistema de justicia al hecho de que los ciudadanos que son victimas de la delincuencia no denuncien a sus victimarios, sin una denuncia, enfatiza, no se puede hacer nada, a pesar de que ellos, la policía, conozcan en detalle quien es el delincuente.
Con esa forma de ver el problema de la criminalidad por parte del máximo responsable operacional de la PCN, en El Salvador estamos condenados a soportar de forma perpetua a los delincuentes quienes ni siquiera tienen que actuar en la clandestinidad pues el señor director de la PCN no actuara en su contra mientas no halla un valiente que se atreva a denunciarlos.
Es evidente que don Rodrigo Ávila tiene parcialmente razón, si vemos el sistema de protección desde un punto de vista reactivo y no preventivo como debe ser todo cuerpo de seguridad moderno, el cual debe ser creativo en la investigación del delito y establecer estrategias por un combate preventivo el cual no depende de la denuncia del ciudadano sino de la inteligencia individual e institucional desarrollada por quienes dirigen a dicho cuerpo de seguridad, la cual parece que es muy escasa en el ámbito policial salvadoreño. Sin embargo el temor a la denuncia al que hace referencia don Rodrigo Ávila es una realidad pero habrá que preguntarse ¿a quien le teme la población?, ¿será al delincuente? ¿Será al policía que recibe la denuncia? ¿O será a los dos?
Muchos que se han atrevido a denunciar o a servir de testigos han sido asesinados por los mismos delincuentes, otros han sido objetos se acoso por parte de delincuentes infiltrados en la policía, quienes irrespetando el uniforme los intimidan para que no ejerzan esa obligación de denuncia que tanto reclama don Rodrigo Ávila, la verdad es que ante la ineficacia del sistema policial la gente tiene que aguantarse o alzarse con la venganza lo cual en todo caso refleja que ese temor a la denuncia es mas bien desconfianza y falta de credibilidad en un cuerpo de seguridad, que es mas seguro para los malhechores que para la gente honrada.
Radio Maya Visión, Comunicación Total.
Con esa forma de ver el problema de la criminalidad por parte del máximo responsable operacional de la PCN, en El Salvador estamos condenados a soportar de forma perpetua a los delincuentes quienes ni siquiera tienen que actuar en la clandestinidad pues el señor director de la PCN no actuara en su contra mientas no halla un valiente que se atreva a denunciarlos.
Es evidente que don Rodrigo Ávila tiene parcialmente razón, si vemos el sistema de protección desde un punto de vista reactivo y no preventivo como debe ser todo cuerpo de seguridad moderno, el cual debe ser creativo en la investigación del delito y establecer estrategias por un combate preventivo el cual no depende de la denuncia del ciudadano sino de la inteligencia individual e institucional desarrollada por quienes dirigen a dicho cuerpo de seguridad, la cual parece que es muy escasa en el ámbito policial salvadoreño. Sin embargo el temor a la denuncia al que hace referencia don Rodrigo Ávila es una realidad pero habrá que preguntarse ¿a quien le teme la población?, ¿será al delincuente? ¿Será al policía que recibe la denuncia? ¿O será a los dos?
Muchos que se han atrevido a denunciar o a servir de testigos han sido asesinados por los mismos delincuentes, otros han sido objetos se acoso por parte de delincuentes infiltrados en la policía, quienes irrespetando el uniforme los intimidan para que no ejerzan esa obligación de denuncia que tanto reclama don Rodrigo Ávila, la verdad es que ante la ineficacia del sistema policial la gente tiene que aguantarse o alzarse con la venganza lo cual en todo caso refleja que ese temor a la denuncia es mas bien desconfianza y falta de credibilidad en un cuerpo de seguridad, que es mas seguro para los malhechores que para la gente honrada.
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