Por: Pastor Valle-Garay
Senior Scholar, Universidad de York
Toronto – En el ataque al cuartel Moncada, Fidel puso la vida en la línea de fuego. Descartando momentáneo revés y apoyado por el pueblo, el revolucionario inmediatamente reanudó la noble tarea de fraguar la lucha final por la liberación.
En La Historia Me Absolverá, Fidel puso la vida en la línea de fuego. En apasionado discurso el magistral orador encendió el espíritu revolucionario de su pueblo.
En el desembarque del Granma, Fidel puso la vida en la línea de fuego. A la vanguardia del pueblo, el heroico guerrillero expulsó a la tiranía recuperando la dignidad de Cuba.
En la invasión de la Bahía de Cochinos Fidel puso la vida en la línea de fuego. Comandante y pueblo unidos derrotaron a los mercenarios del imperialismo.
En más de doscientos complots de asesinato, Fidel puso la vida en la línea de fuego. Defendido por el pueblo, el estadista resultó ileso en cada atentado.
En el internacionalismo humanitario, Fidel puso la vida en la línea de fuego. Su tesonera labor de misionero y su ejército de voluntarios conquistó los corazones y el agradecimiento del mundo entero.
En la intervención quirúrgica, Fidel puso la vida en la línea de fuego. Confiando en el amor de Cuba, demostrando sobrehumana fortaleza y extraordinario compromiso revolucionario, el paciente salió airoso de la prueba.
Ha dado todo y continúa adelante. No se le puede pedir más.
Pero así va Fidel … orador, revolucionario, guerrillero, comandante, estadista, misionero, paciente y cubano ante todo. Humano al fin. Súper hombre hasta la eternidad. Como pocos, hace caso omiso de cuanta adversidad le depara la vida. Y en la historia moderna ningún líder mundial brilla tanto como Fidel al defender pueblo y revolución. Fidel y Pueblo. Pueblo y Fidel. Hay para rato.
De ahí que no hay angustia en estos momentos. Cuba y la solidaridad mundial se cobijan en el fulgor de Fidel admirando la dignidad y la nobleza del mandatario y su tenaz compromiso con la causa de los desposeídos. Le abrazan con cariño, le desean lo mejor y le acompañan en cada paso de su recuperación.
Senior Scholar, Universidad de York
Toronto – En el ataque al cuartel Moncada, Fidel puso la vida en la línea de fuego. Descartando momentáneo revés y apoyado por el pueblo, el revolucionario inmediatamente reanudó la noble tarea de fraguar la lucha final por la liberación.
En La Historia Me Absolverá, Fidel puso la vida en la línea de fuego. En apasionado discurso el magistral orador encendió el espíritu revolucionario de su pueblo.
En el desembarque del Granma, Fidel puso la vida en la línea de fuego. A la vanguardia del pueblo, el heroico guerrillero expulsó a la tiranía recuperando la dignidad de Cuba.
En la invasión de la Bahía de Cochinos Fidel puso la vida en la línea de fuego. Comandante y pueblo unidos derrotaron a los mercenarios del imperialismo.
En más de doscientos complots de asesinato, Fidel puso la vida en la línea de fuego. Defendido por el pueblo, el estadista resultó ileso en cada atentado.
En el internacionalismo humanitario, Fidel puso la vida en la línea de fuego. Su tesonera labor de misionero y su ejército de voluntarios conquistó los corazones y el agradecimiento del mundo entero.
En la intervención quirúrgica, Fidel puso la vida en la línea de fuego. Confiando en el amor de Cuba, demostrando sobrehumana fortaleza y extraordinario compromiso revolucionario, el paciente salió airoso de la prueba.
Ha dado todo y continúa adelante. No se le puede pedir más.
Pero así va Fidel … orador, revolucionario, guerrillero, comandante, estadista, misionero, paciente y cubano ante todo. Humano al fin. Súper hombre hasta la eternidad. Como pocos, hace caso omiso de cuanta adversidad le depara la vida. Y en la historia moderna ningún líder mundial brilla tanto como Fidel al defender pueblo y revolución. Fidel y Pueblo. Pueblo y Fidel. Hay para rato.
De ahí que no hay angustia en estos momentos. Cuba y la solidaridad mundial se cobijan en el fulgor de Fidel admirando la dignidad y la nobleza del mandatario y su tenaz compromiso con la causa de los desposeídos. Le abrazan con cariño, le desean lo mejor y le acompañan en cada paso de su recuperación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario