(PL) La Policía Nacional Civil de El Salvador informó hoy que dos de sus agentes murieron y otros tres resultaron heridos al enfrentar, con armas de fuego, una manifestación de cientos de estudiantes universitarios.
Los integrantes de la Unidad de Mantenimiento del Orden dispararon gases lacrimógenos y balas de goma contra los jóvenes, quienes exigían la derogación del aumento de cinco centavos de dólar en el pasaje del transporte público, admitió un subcomisionado de ese cuerpo.
Douglas Hernández, vocero de la Universidad de El Salvador (UES), denunció que dos de sus compañeros fueron arrestados y que algunos estudiantes resultaron heridos a raíz de los disparos cruzados entre policías y manifestantes.
Eduardo Espinoza, secretario de Relaciones Internacionales de ese centro de estudios, aseguró que los disparos de la policía provocaron heridas al administrador financiero de la UES en Santa Ana, Herbert Rivas, quien se encontraba dentro del recinto.
Varios helicópteros sobrevolaron los predios universitarios transportando a francotiradores, lo cual obligó también a evacuar al personal hacia los sótanos de los edificios, explicó el secretario de Comunicaciones de esa institución educacional, Felipe Vargas.
Testigos de los hechos afirmaron que los estudiantes del Instituto Nacional Francisco Morazán marchaban de manera pacífica hacia la estatal UES, cuando fueron dispersados por la Policía y respondieron al ataque con armas cortas.
Avanzada la tarde, la policía aún mantenía agentes y helicópteros en la zona y tenía cercado a un grupo de manifestantes en la proximidades de la universidad.
Los participantes en la protesta demandaban el cobro de medio pasaje, pues a partir del sábado regirá el incremento de la tarifa del transporte urbano aprobado por el gobierno.
De 20 centavos de dólar, esta ascendió a 25, mientras que los microbuses subieron de 23 a 28 centavos, explicaron.
En este ámbito, la Procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos, Beatrice de Carrillo, condenó la violencia exhibida durante la jornada y reclamó que se aplique la ley contra quienes dispararon de uno y otro bando.
Siempre es el pueblo salvadoreño "el que paga el pato por las políticas desatinadas que estamos viendo. Condenamos cien por ciento todo tipo de violencia", declaró la funcionaria.
Mientras, las autoridades atribuyeron a los jóvenes la rotura de vidrios de vehículos particulares y autobuses, y el ataque a una sucursal del Banco Salvadoreño, donde fueron destruidos algunos cristales y un cajero automático.
Por su parte, el presidente Saca calificó los hechos de "actos terroristas" y responsabilizó de ellos al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, principal fuerza opositora en este país.
Aunque la radio local reportó varios casos de jóvenes lesionados durante los enfrentamientos con las fuerzas del orden, el mandatario se limitó a declarar que sólo ordenará una investigación exhaustiva para capturar a los responsables de la muerte de los policías.
Los integrantes de la Unidad de Mantenimiento del Orden dispararon gases lacrimógenos y balas de goma contra los jóvenes, quienes exigían la derogación del aumento de cinco centavos de dólar en el pasaje del transporte público, admitió un subcomisionado de ese cuerpo.
Douglas Hernández, vocero de la Universidad de El Salvador (UES), denunció que dos de sus compañeros fueron arrestados y que algunos estudiantes resultaron heridos a raíz de los disparos cruzados entre policías y manifestantes.
Eduardo Espinoza, secretario de Relaciones Internacionales de ese centro de estudios, aseguró que los disparos de la policía provocaron heridas al administrador financiero de la UES en Santa Ana, Herbert Rivas, quien se encontraba dentro del recinto.
Varios helicópteros sobrevolaron los predios universitarios transportando a francotiradores, lo cual obligó también a evacuar al personal hacia los sótanos de los edificios, explicó el secretario de Comunicaciones de esa institución educacional, Felipe Vargas.
Testigos de los hechos afirmaron que los estudiantes del Instituto Nacional Francisco Morazán marchaban de manera pacífica hacia la estatal UES, cuando fueron dispersados por la Policía y respondieron al ataque con armas cortas.
Avanzada la tarde, la policía aún mantenía agentes y helicópteros en la zona y tenía cercado a un grupo de manifestantes en la proximidades de la universidad.
Los participantes en la protesta demandaban el cobro de medio pasaje, pues a partir del sábado regirá el incremento de la tarifa del transporte urbano aprobado por el gobierno.
De 20 centavos de dólar, esta ascendió a 25, mientras que los microbuses subieron de 23 a 28 centavos, explicaron.
En este ámbito, la Procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos, Beatrice de Carrillo, condenó la violencia exhibida durante la jornada y reclamó que se aplique la ley contra quienes dispararon de uno y otro bando.
Siempre es el pueblo salvadoreño "el que paga el pato por las políticas desatinadas que estamos viendo. Condenamos cien por ciento todo tipo de violencia", declaró la funcionaria.
Mientras, las autoridades atribuyeron a los jóvenes la rotura de vidrios de vehículos particulares y autobuses, y el ataque a una sucursal del Banco Salvadoreño, donde fueron destruidos algunos cristales y un cajero automático.
Por su parte, el presidente Saca calificó los hechos de "actos terroristas" y responsabilizó de ellos al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, principal fuerza opositora en este país.
Aunque la radio local reportó varios casos de jóvenes lesionados durante los enfrentamientos con las fuerzas del orden, el mandatario se limitó a declarar que sólo ordenará una investigación exhaustiva para capturar a los responsables de la muerte de los policías.
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