(PL) Autoridades de la estatal Universidad de El Salvador (UES) demandaron hoy (ayer) el retiro de los policías que mantienen cercados ese centro de altos estudios por orden del gobierno.
Los directivos de la UES exigieron "el retiro inmediato del cerco policial, la libertad inmediata y el respeto pleno de los derechos humanos de los miembros de la comunidad universitaria que fueron capturados en los alrededores del campus".
Con antelación, la Policía Nacional Civil aceptó en un comunicado tener detenidas a 31 personas, la mayoría estudiantes que participaron en la protesta realizada la víspera en contra del aumento del pasaje del transporte público y el elevado costo de la vida.
Desde el miércoles, las instalaciones del centro de altos estudios están rodeadas por miembros de ese cuerpo armado y no se permite el paso vehicular en toda el área aledaña.
Ese día, cientos de estudiantes del Instituto Nacional Francisco Morazán marcharon de manera pacífica hacia la UES, cuando fueron dispersados por la Policía con gases lacrimógenos y balas de plástico.
En este contexto, se escucharon algunos disparos que provocaron la muerte de dos agentes de esa fuerza y lesiones a otros.
Apenas ocurrido el hecho, las autoridades gubernamentales responsabilizaron al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional de lo acontecido y desplegaron a los militares por la zona.
También varios funcionarios acusaron a la dirección de la UES de albergar a supuestos estudiantes que protagonizan actos de violencia.
"Señalar a la UES como promotora de los hechos no solo es falso sino irresponsable y tendencioso", expresó el comunicado emitido por la rectoría de la institución, que por ley goza de autonomía.
José Mario Belloso, prófugo culpado de disparar contra los policías, y el detenido Luis Herrador no son, ni nunca han sido, estudiantes de la UES, añadió el documento.
Este jueves, en horas tempranas, agentes policiales salvadoreños irrumpieron en los predios universitarios esgrimiendo que pretendían localizar armas y otras evidencias para esclarecer las muertes registradas durante el enfrentamiento.
Fuentes oficiales aseguraron que el ingreso de contingentes de la Policía Nacional Civil para catear edificios y otras instalaciones de la norteña ciudad universitaria fue autorizado por el Juzgado octavo de paz.
El Fiscal General, Felix Garrid, participó en el operativo militar realizado este jueves para buscar el fusil utilizado contra los integrantes de la Unidad de Mantenimiento del Orden, según las autoridades.
Salvador Sánchez Cerén, diputado por el FMLN, manifestó que los policías fallecidos fueron asesinados no por los manifestantes, sino por francotiradores puestos por el gobierno en la azotea de un hospital contiguo a la Universidad.
También Douglas Hernández, vocero de la UES, denunció que dos de sus compañeros fueron arrestados por los policías y que algunos estudiantes resultaron heridos a raíz de los disparos cruzados entre estos y los participantes en la protesta.
Además, Herbert Rivas, el administrador financiero de la UES en Santa Ana, quien se encontraba dentro del recinto, fue alcanzado por los disparos de los uniformados, añadió Eduardo Espinoza, secretario de Relaciones Internacionales de ese centro.
Los directivos de la UES exigieron "el retiro inmediato del cerco policial, la libertad inmediata y el respeto pleno de los derechos humanos de los miembros de la comunidad universitaria que fueron capturados en los alrededores del campus".
Con antelación, la Policía Nacional Civil aceptó en un comunicado tener detenidas a 31 personas, la mayoría estudiantes que participaron en la protesta realizada la víspera en contra del aumento del pasaje del transporte público y el elevado costo de la vida.
Desde el miércoles, las instalaciones del centro de altos estudios están rodeadas por miembros de ese cuerpo armado y no se permite el paso vehicular en toda el área aledaña.
Ese día, cientos de estudiantes del Instituto Nacional Francisco Morazán marcharon de manera pacífica hacia la UES, cuando fueron dispersados por la Policía con gases lacrimógenos y balas de plástico.
En este contexto, se escucharon algunos disparos que provocaron la muerte de dos agentes de esa fuerza y lesiones a otros.
Apenas ocurrido el hecho, las autoridades gubernamentales responsabilizaron al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional de lo acontecido y desplegaron a los militares por la zona.
También varios funcionarios acusaron a la dirección de la UES de albergar a supuestos estudiantes que protagonizan actos de violencia.
"Señalar a la UES como promotora de los hechos no solo es falso sino irresponsable y tendencioso", expresó el comunicado emitido por la rectoría de la institución, que por ley goza de autonomía.
José Mario Belloso, prófugo culpado de disparar contra los policías, y el detenido Luis Herrador no son, ni nunca han sido, estudiantes de la UES, añadió el documento.
Este jueves, en horas tempranas, agentes policiales salvadoreños irrumpieron en los predios universitarios esgrimiendo que pretendían localizar armas y otras evidencias para esclarecer las muertes registradas durante el enfrentamiento.
Fuentes oficiales aseguraron que el ingreso de contingentes de la Policía Nacional Civil para catear edificios y otras instalaciones de la norteña ciudad universitaria fue autorizado por el Juzgado octavo de paz.
El Fiscal General, Felix Garrid, participó en el operativo militar realizado este jueves para buscar el fusil utilizado contra los integrantes de la Unidad de Mantenimiento del Orden, según las autoridades.
Salvador Sánchez Cerén, diputado por el FMLN, manifestó que los policías fallecidos fueron asesinados no por los manifestantes, sino por francotiradores puestos por el gobierno en la azotea de un hospital contiguo a la Universidad.
También Douglas Hernández, vocero de la UES, denunció que dos de sus compañeros fueron arrestados por los policías y que algunos estudiantes resultaron heridos a raíz de los disparos cruzados entre estos y los participantes en la protesta.
Además, Herbert Rivas, el administrador financiero de la UES en Santa Ana, quien se encontraba dentro del recinto, fue alcanzado por los disparos de los uniformados, añadió Eduardo Espinoza, secretario de Relaciones Internacionales de ese centro.
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