lunes, julio 09, 2007

Libertad de expresión y terrorismo de Estado

Licda. Norma Guevara de Ramirios

Un Presidente del país y de su partido como el Señor Antonio Saca está provocando mucho daño al país, a toda la sociedad salvadoreña y evocando en la memoria colectiva del pueblo salvadoreño una época que por el bien de todos y todas, debemos impedir que regrese, la dictadura.

El pilar central de esa nueva forma de dictadura que Saca, su partido y sus colaboradores en diferentes entes del Estado están buscando perfilar, en primera instancia, es un recurso psicológico, el miedo, el temor, el encierro huidizo en uno mismo que lleva a olvidar los valores y el deber ciudadano, y a actuar bajo la máxima del “sálvese quien pueda”. El cálculo del gobierno, y sus asesores a pesar de la agresividad que expresan sus acciones, es sin embargo, esencialmente una manifestación de su propio miedo, defensiva, es acción delictiva, es terrorismo de estado.


A toda costa buscan aniquilar la libertad de expresión, la libertad de pensamiento, la libertad de organización, la libertad del sufragio, la posibilidad de una alternancia de partidos en el marco de elecciones libres y justas, buscan burlar como lo hacían antes de la firma de los Acuerdos de paz, la soberanía del pueblo; es un indeseable retroceso en el proceso democrático que se abrió en 1992.

Esta manera de actuar asumida por Saca y su partido coloca a la sociedad entera en un camino peligroso y nada aconsejable, arrastra hasta su propia gente, a la que guardando las diferencias políticas con la izquierda sabe que el retroceso democrático también afecta las posibilidades de inversión. La escalada de atemorizar y reprimir es un camino de provocaciones, de irrespeto a la Constitución, de desprecio a principios democráticos que ignora la diversidad legítima que existe en nuestra sociedad. La represión a comunidades organizadas en Suchitoto y el señalamiento de las víctimas como terroristas así lo demuestra.

Crean leyes antiterroristas y juzgados especiales no porque crean que debemos defendernos ante un eventual ataque que el país pudiera sufrir como consecuencia de participar, contra la voluntad del pueblo, en una guerra como la de IRAK. Al leer la ley, y desplegada su aplicación contra quienes expresan su punto de vista contra la privatización del agua el pasado dos de Julio, deja en claro que Saca y su gobierno cuando usan la palabra terrorismo, no piensan en locos y perversos como los que secuestraron aviones y los usaron para destruir las Torres Gemelas en Nueva York .

El Presidente y su Ministro de Seguridad y Justicia, en su egoísmo sin límites asumen que el terrorista es cualquiera que al paso de su caravana le silbe, le quiera expresar un desacuerdo, una propuesta o una protesta, o exprese simpatía por otro partido diferente al suyo.

Esta actitud enfermiza, esta forma de dominación por la vía del terror, esta política antidemocrática propia de las dictaduras lo desnuda como un mandatario más parecido a Nerón que a Hitler. No le importaría mandar a quemar el país para después culpar al FMLN, como Nerón culpó del incendio de Roma por él ordenada, a los primeros cristianos.

Pero la historia reciente de nuestra patria y la actuación responsable, serena, valiente, madura y organizada del pueblo, puede ayudar a evitar la consolidación de una dictadura negadora de libertades y derechos; oprobiosa para todos aunque en sus inicios golpee sólo al pueblo trabajador y pobre.

Frente a este rasgo dominante de nuestra realidad se impone como primera y principal misión, manifestarnos a favor de la libertad de las y los prisioneros políticos: Marta Lorena Araujo Martínez, Facundo Dolores García, Manuel Antonio Dolores Escalante, Rosa María Centeno Valle, Héctor Antonio Ventura Vásquez, María Haydée Chicas Sorto, Sandra Isabel Guatemala, José Ever Fuentes, Patricio Valladares Aquino, Clemente Guevara Batres, Santos Noel Mancía Ramírez, Marta Yanira Méndez, Beatriz Eugenia Nuila y Vicente Vázquez.

La libertad de expresión es una libertad de todas y todos, debemos defenderla y con ella comunicar nuestra visión, nuestra indignación, nuestra crítica, nuestra esperanza, nuestra certeza en que a pesar de Saca y su partido, el cambio lo haremos las ciudadanas y ciudadanos, desde abajo, desde el pueblo y en libertad, sin admitir provocaciones de aquéllos que en la derecha se quedaron con ganas de que la guerra continuara y que la dictadura vuelva.

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