sábado, julio 14, 2007

El regreso de los gorilas y la dictadura

René Hurtado

Durante la década de 1970, el pueblo identificaba a los militares, a la Guardia Nacional, a la Policía Nacional y de Hacienda, como los “cuilios” o diciéndoles “ahí vienen los gorilas” cada vez que estos llegaban a reprimir al pueblo, cuando se manifestaba en las calles de San Salvador, con la diferencia que esos “gorilas y cuilios” disparaban balas de verdad y mataban a cualquier salvadoreño que se manifestaba y reclamaba sus derechos junto a las organizaciones del pueblo. Cuando eran reprimidos, también los capturaban, los mataban y los desaparecían.


Esta realidad histórica, la recuerdo porque estuve en esos lugares como periodista y ahora se repite la historia como lo ocurrido el 2 de julio en Suchitoto, cuando las organizaciones sociales protestaban contra la privatización del agua, que el actual dictador Tony Saca quiere implementar a fuerza de fusiles, para entregarla al grupo oligárquico y evitar que el pueblo tenga el preciado líquido.

De acuerdo a las informaciones, los “gorilas y los cuilios” llegaron en horas de la madrugada y se escondieron entre los árboles, cercanos a la calle que lleva a Suchitoto y agazapados como criminales- parecidos a Mario Belloso- descargaron su furia en contra pueblo desarmado que interfería la calle con una protesta que no tuvo ninguna característica de terrorismo, pero los “gorilas y los cuilios” iban armados con ametralladora, tanquetas, gases lacrimógenos, garrotes y helicópteros, para maltratar y reprimir al pueblo que tuvo que defenderse con piedras y palos, ante la acción terrorista de la UMO y del grupo de militares que violaron los Acuerdos de Paz y la Constitución.

Pero ahí comienza la otra parte de la historia, cuando a los detenidos se les acusa de actos de terrorismo cuyo objetivo es aplicarles esa ley, para que desaparezcan las protestas del pueblo, desde ese momento se convirtieron en reos políticos de la dictadura arenera que dirige el dictador civil Tony Saca.

Normalmente se dice que hay una dictadura de 18 años y un dictador que hace sus propias leyes y las manda a una Asamblea dominada por la derecha y promulga una Ley Antiterrorista y del Crimen Organizado, para controlar al pueblo y lo más grave y mediocre de esta dictadura, es que los “tribunales especiales” para condenar las luchas del pueblo, han sido instalados en la Colonia Escalón, terreno dominado por la extrema derecha de ARENA y que es favorable a la dictadura y que así como está capturando al pueblo por protestar, tendrá que hacer lo mismo que Hitler, construir campos de concentración y cárceles clandestinos para “meter” preso al pueblo.

Entre los presos políticos que han sido acusados de “actos terroristas” se encuentra la estudiante de periodismo María Chicas, que trabaja como encargada de prensa de CRIPDES y que vergonzosamente, para el llamado defensor de las “libertades” el dictador Tony Saca, ahora tiene que cargar con esta captura arbitraria de esta compañera periodista que trabaja con CRIPDES, que con su sueldo paga los estudios en la Universidad y la mediocridad del presidente Saca, en aplicarle el refrán a esta periodista que dice: “El que con Lobos anda... a aullar aprende”.

Al presidente Saca y a René Figueroa les pregunto ¿No es terrorismo de Estado el que ordena Rodrigo Ávila, junto con la policía y el ejército que utilizó tanquetas, armas de guerra, garrotes, balas de goma, gases lacrimógenos y amenazó con tirar de los Helicópteros a los dirigentes sociales? ¿O es terrorismo de acuerdo a su ley y a su Democracia? “El término terrorismo implica una acción llevada a cabo por grupos no gubernamentales o por unidades secretas o irregulares, que operan fuera de los parámetros habituales de las guerras. El terrorismo de Estado, ejercido por un Estado contra sus propios súbditos o comunidades conquistadas, se considera también una modalidad de terrorismo.

Más que la realización de fines militares, el objetivo de los terroristas de Estado, es la propagación del pánico en la comunidad sobre la que se dirige la violencia. En consecuencia, la comunidad se ve coaccionada a actuar de acuerdo con los deseos de los terroristas de Estado”.

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