San Salvador, 3 jul (PL) El Ministerio de Economía de El Salvador dio a conocer hoy, preliminarmente, que la población del país es de cinco millones 732 mil 348 habitantes.
De ese total, tres millones nueve mil 333 son mujeres y dos millones 723 mil 15, hombres, según el V censo de Población y el VI de Vivienda realizados en mayo último.
La ministra de Economía Yolanda de Gavidia dijo que la cantidad es menor que la del último censo de población realizado en 1992.
El analista económico, Rafael Barraza, explicó que ya existía la percepción de que las cifras de ese conteo 1992 estaban erradas.
En tanto, el lunes, líderes indígenas del municipio de Nahuizalco, del occidental departamento de Sonsonate, interpusieron una demanda ante la Corte Suprema de Justicia por considerar que el diseño e implementación del censo discriminó a la población indígena.
Demandaron a la titular de Economía y al director de la Dirección General de Estadísticas y Censos, Miguel Corleto, además, por omitir realizar consultas y estudios previos que hubieran permitido un abordaje adecuado e incluyente de este grupo poblacional.
Según los demandantes, reducir la identidad indígena al color de la piel es estigmatizante e infame, pues se vale de categorías usadas durante la Colonia española para establecer la superioridad de la raza blanca sobre la indígena.
La última vez que se incluyó a la población indígena en un censo salvadoreño fue en 1930.
De ese total, tres millones nueve mil 333 son mujeres y dos millones 723 mil 15, hombres, según el V censo de Población y el VI de Vivienda realizados en mayo último.
La ministra de Economía Yolanda de Gavidia dijo que la cantidad es menor que la del último censo de población realizado en 1992.
El analista económico, Rafael Barraza, explicó que ya existía la percepción de que las cifras de ese conteo 1992 estaban erradas.
En tanto, el lunes, líderes indígenas del municipio de Nahuizalco, del occidental departamento de Sonsonate, interpusieron una demanda ante la Corte Suprema de Justicia por considerar que el diseño e implementación del censo discriminó a la población indígena.
Demandaron a la titular de Economía y al director de la Dirección General de Estadísticas y Censos, Miguel Corleto, además, por omitir realizar consultas y estudios previos que hubieran permitido un abordaje adecuado e incluyente de este grupo poblacional.
Según los demandantes, reducir la identidad indígena al color de la piel es estigmatizante e infame, pues se vale de categorías usadas durante la Colonia española para establecer la superioridad de la raza blanca sobre la indígena.
La última vez que se incluyó a la población indígena en un censo salvadoreño fue en 1930.
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