San Salvador, 4 jul (PL) Miembros de la Mesa Permanente para la Gestión de Riesgo (MPGR) denunciaron hoy ante organismos internacionales al Estado salvadoreño por torturas psicológicas contra la población civil.
La denuncia tiene su base en la represión policial del lunes último, cuando la población y organizaciones civiles realizaron una protesta pacífica contra la política de descentralización del agua, una iniciativa gubernamental que consideraron privatizadora.
Ese día, el presidente Antonio Saca tenía previsto anunciar dicho proyecto en el poblado de Suchitoto, al norte de esta capital.
La Unidad del Mantenimiento del Orden (UMO), miembros del Grupo de Operaciones Policiales Especiales y del Grupo de Reacción Policial dispersaron por la fuerza la manifestación, que terminó con 14 detenidos y varios lesionados.
De acuerdo con testigos, los agentes policiales rociaron gas pimienta y dispararon balas de goma a los manifestantes.
Integrantes de la Asociación de Comunidades Rurales para el Desarrollo de El Salvador (CRIPDES) que fueron detenidas, declararon que cuando eran transportadas en helicóptero a Cojutepeque los elementos policiales las maltrataron psicológicamente.
Las detenidas iban esposadas y sus brazos hacia atrás y cuando la nave había tomado altura los agentes las amenazaron con que podrían lanzarlas en pleno vuelo, burlándose de ellas, relató David Vásquez de CRIPDES.
La tortura de la policía contra la sociedad civil no puede volverse a repetir en la historia del país, exigió Vázquez.
Asimismo, la doctora Jeannette Alvarado, de la MPGR, aseveró que los agentes sobrepasaron los límites de tolerancia.
Añadió que el excesivo uso de la fuerza policial en este hecho es un retroceso hacia los años 70 del siglo pasado, cuando a la gente se le prohibía expresar su descontento por las políticas del Estado.
Por eso, detalló, pusimos las denuncias puntuales en Amnistía Internacional, la Organización de Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
La denuncia tiene su base en la represión policial del lunes último, cuando la población y organizaciones civiles realizaron una protesta pacífica contra la política de descentralización del agua, una iniciativa gubernamental que consideraron privatizadora.
Ese día, el presidente Antonio Saca tenía previsto anunciar dicho proyecto en el poblado de Suchitoto, al norte de esta capital.
La Unidad del Mantenimiento del Orden (UMO), miembros del Grupo de Operaciones Policiales Especiales y del Grupo de Reacción Policial dispersaron por la fuerza la manifestación, que terminó con 14 detenidos y varios lesionados.
De acuerdo con testigos, los agentes policiales rociaron gas pimienta y dispararon balas de goma a los manifestantes.
Integrantes de la Asociación de Comunidades Rurales para el Desarrollo de El Salvador (CRIPDES) que fueron detenidas, declararon que cuando eran transportadas en helicóptero a Cojutepeque los elementos policiales las maltrataron psicológicamente.
Las detenidas iban esposadas y sus brazos hacia atrás y cuando la nave había tomado altura los agentes las amenazaron con que podrían lanzarlas en pleno vuelo, burlándose de ellas, relató David Vásquez de CRIPDES.
La tortura de la policía contra la sociedad civil no puede volverse a repetir en la historia del país, exigió Vázquez.
Asimismo, la doctora Jeannette Alvarado, de la MPGR, aseveró que los agentes sobrepasaron los límites de tolerancia.
Añadió que el excesivo uso de la fuerza policial en este hecho es un retroceso hacia los años 70 del siglo pasado, cuando a la gente se le prohibía expresar su descontento por las políticas del Estado.
Por eso, detalló, pusimos las denuncias puntuales en Amnistía Internacional, la Organización de Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
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