San Salvador, 31 oct (PL) Los participantes en un foro de consumidores de la región centroamericana, efectuado hoy en esta capital, denunciaron los abusos de las empresas transnacionales que operan en los países del área.
El debate en torno al tema "Orientación e impacto de la inversión extranjera en los servicios públicos en Mesoamérica" arrojó fuertes críticas contra las políticas neoliberales y las reformas de ajuste estructural que estas llevan aparejadas.
Las promesas de quienes privatizaron fueron falsas, subrayó Armando Flores, director ejecutivo del Centro de Defensa del Consumidor en El Salvador (CDC).
Durante el intercambio trascendió la impugnación contra la entrega de la energía eléctrica y de la telefonía al capital transnacional, cuyo proceso incrementó las tarifas hasta en un ciento por ciento.
La inversión privada en estos servicios, lejos de garantizar mayor cobertura real y calidad de vida en los consumidores, profundizó las desigualdades y la exclusión de importantes sectores de la población.
En Guatemala, por ejemplo, el costo de la telefonía se incrementó en un 200 por ciento desde la privatización de la empresa estatal GUATEL en 1998, según un estudio presentado por organizaciones populares presentes en el encuentro.
El documento afirma que las secuelas de la inversión privada en la prestación de estos servicios son más dramáticas en El Salvador y Panamá, países donde el neoliberalismo se aplicó en su variante más ortodoxa.
Organizado por el CDC en esta nación, al encuentro asistieron representantes de todos los países centroamericanos y también de México.
Con respecto al agua, los congregados advirtieron acerca de las modalidades asociadas a mecanismos de concesión y descentralización, y creación de empresas mixtas.
Graficaron lo ocurrido en San Pedro Sula, Honduras, donde las tarifas del preciado líquido, de 89 lempiras aproximadamente (equivalentes a unos cinco dólares), ahora llegan hasta mil lempiras (casi 50 dólares).
Finalmente los participantes en el foro instaron a los pueblos de la región a enfrentar las acciones expoliadoras de las empresas multinacionales y exigir a los gobiernos los controles necesarios que salvaguarden la soberanía de los estados.
Las políticas privatizadoras en Centroamérica se acentuaron a partir de la aprobación de los tratados de "libre comercio" con Estados Unidos, impulsados por los gobiernos de la región.
El debate en torno al tema "Orientación e impacto de la inversión extranjera en los servicios públicos en Mesoamérica" arrojó fuertes críticas contra las políticas neoliberales y las reformas de ajuste estructural que estas llevan aparejadas.
Las promesas de quienes privatizaron fueron falsas, subrayó Armando Flores, director ejecutivo del Centro de Defensa del Consumidor en El Salvador (CDC).
Durante el intercambio trascendió la impugnación contra la entrega de la energía eléctrica y de la telefonía al capital transnacional, cuyo proceso incrementó las tarifas hasta en un ciento por ciento.
La inversión privada en estos servicios, lejos de garantizar mayor cobertura real y calidad de vida en los consumidores, profundizó las desigualdades y la exclusión de importantes sectores de la población.
En Guatemala, por ejemplo, el costo de la telefonía se incrementó en un 200 por ciento desde la privatización de la empresa estatal GUATEL en 1998, según un estudio presentado por organizaciones populares presentes en el encuentro.
El documento afirma que las secuelas de la inversión privada en la prestación de estos servicios son más dramáticas en El Salvador y Panamá, países donde el neoliberalismo se aplicó en su variante más ortodoxa.
Organizado por el CDC en esta nación, al encuentro asistieron representantes de todos los países centroamericanos y también de México.
Con respecto al agua, los congregados advirtieron acerca de las modalidades asociadas a mecanismos de concesión y descentralización, y creación de empresas mixtas.
Graficaron lo ocurrido en San Pedro Sula, Honduras, donde las tarifas del preciado líquido, de 89 lempiras aproximadamente (equivalentes a unos cinco dólares), ahora llegan hasta mil lempiras (casi 50 dólares).
Finalmente los participantes en el foro instaron a los pueblos de la región a enfrentar las acciones expoliadoras de las empresas multinacionales y exigir a los gobiernos los controles necesarios que salvaguarden la soberanía de los estados.
Las políticas privatizadoras en Centroamérica se acentuaron a partir de la aprobación de los tratados de "libre comercio" con Estados Unidos, impulsados por los gobiernos de la región.