San Salvador, 23 ago (PL) El cultivo más antiguo de yuca en América fue descubierto por estudiantes estadounidense en Joya de Cerén, ubicado a 35 kilómetros al occidente de esta capital, reveló hoy un diario salvadoreño.
De acuerdo con El Mundo, el descubrimiento del grupo de alumnos de la Universidad de Colorado, Estados Unidos, constituye la primera evidencia de que los mayas cultivaron este tubérculo.
Según el antropólogo y jefe de la expedición y descubridor de Joya de Cerén, Payson Sheets, encontraron el campo de yuca bajo tres metros de cenizas, entre las ruinas de edificios mayas que incluyen casas, bodegas, talleres, templos religiosos y una sauna comunal.
Explicó que los restos del campo se preservaron gracias a una erupción volcánica.
A Joya de Cerén se le conoce como la Pompeya americana pues quedó sepultada tras la erupción del volcán Loma Caldera, en el año 600 de Nuestra Era.
Decenas de estructuras de esa época permanecen enterradas bajo la ceniza, y los restos sepultados muestran con extraordinaria frescura la vida diaria de los mayas.
Este hallazgo significa un premio para el grupo, pues desde hacía bastante tiempo inquiría sobre el tipo de alimento que consumía esta civilización, además de frijoles y maíz, subrayó Payson Sheets.
Reveló que los restos de yuca se encontraron entre los surcos de las plantaciones de maíz, lo cual indica que ambas plantas eran cultivadas simultáneamente.
Además, se encontraron en terrenos cercanos a las viviendas, lo que hace pensar que estos cultivos formaban parte de un tipo de producción familiar.
"La extraordinaria productividad de la yuca podría ayudar a explicar cómo los mayas, en lugares densamente poblados como Tikal en Guatemala y Copán en Honduras, pudieron alimentar a tantas personas", dijo.
Joya de Cerén, que fue descubierto en 1976 por el citado antropólogo, ostenta desde 1993 el título de Patrimonio de la Humanidad, concedido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
De acuerdo con El Mundo, el descubrimiento del grupo de alumnos de la Universidad de Colorado, Estados Unidos, constituye la primera evidencia de que los mayas cultivaron este tubérculo.
Según el antropólogo y jefe de la expedición y descubridor de Joya de Cerén, Payson Sheets, encontraron el campo de yuca bajo tres metros de cenizas, entre las ruinas de edificios mayas que incluyen casas, bodegas, talleres, templos religiosos y una sauna comunal.
Explicó que los restos del campo se preservaron gracias a una erupción volcánica.
A Joya de Cerén se le conoce como la Pompeya americana pues quedó sepultada tras la erupción del volcán Loma Caldera, en el año 600 de Nuestra Era.
Decenas de estructuras de esa época permanecen enterradas bajo la ceniza, y los restos sepultados muestran con extraordinaria frescura la vida diaria de los mayas.
Este hallazgo significa un premio para el grupo, pues desde hacía bastante tiempo inquiría sobre el tipo de alimento que consumía esta civilización, además de frijoles y maíz, subrayó Payson Sheets.
Reveló que los restos de yuca se encontraron entre los surcos de las plantaciones de maíz, lo cual indica que ambas plantas eran cultivadas simultáneamente.
Además, se encontraron en terrenos cercanos a las viviendas, lo que hace pensar que estos cultivos formaban parte de un tipo de producción familiar.
"La extraordinaria productividad de la yuca podría ayudar a explicar cómo los mayas, en lugares densamente poblados como Tikal en Guatemala y Copán en Honduras, pudieron alimentar a tantas personas", dijo.
Joya de Cerén, que fue descubierto en 1976 por el citado antropólogo, ostenta desde 1993 el título de Patrimonio de la Humanidad, concedido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
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