Redacción Diario Co Latino
Jaime Martínez , abogado y ex-miembro de la Fundación para la Aplicación del Derecho (FESPAD), y quien en nombre de esa institución denunció en innumerables veces la existencia de grupos de limpieza social en el país, es del criterio que se debe de investigar a profundidad ese tipo de estructuras dentro de la Policía Nacional Civil (PNC) y su relación con el crimen organizado.
El abogado, quien ahora pertenece al Consejo Latinoamericano del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales (INECIP), asegura que debe de aprovecharse el caso, independientemente de que tenga algún trasfondo político, para dejar en relieve que hay grupos que pueden estar actuando por dinero, o por lo que sea, aprovechándose de su cargo policial y que la PNC debe de abrirse a la investigación externa.
Lo anterior lo declara a raíz de la captura del sargento Nelson Antonio Arriaza Delgado, el ex agente Carlos Geovanni Chávez y Roberto Orlando M., además que se sigue la pista de Rubén D. R., residente en Estados Unidos.
Hasta ahora pese a las muchas denuncias de FESPAD, la Procuraduría de los Derechos Humanos, y otras organizaciones de derechos humanos, las autoridades correspondiente se habían actuado con desatención al tema.
Martínez no cree que se llegue al fondo del asunto pero el hecho debe de dar pie para exigir una verdadera investigación.
Recuerdo que cuando usted fue miembro de la Fundación para la Aplicación del Derecho (FESPAD), en reiteradas veces denunció la existencia de grupos de exterminio.
¿Qué opina ahora sobre el involucramiento de policías que supuestamente han estado operando en estos grupos?
El involucramiento de este jefe policial, porque es un sargento que tenía a su cargo labores de conducción, y de otros miembros de la policía, que por cierto se dice fue una cuestión incidental y no por una investigación, pone de relieve un hecho que ha sido denunciado desde hace mucho tiempo que es la existencia de grupos de exterminio, que no tienen una motivación política, sino un ajuste de cuentas para quien les pague sus servicios que es lo que se conoce como sicariato.
Ya algunos diputados han advertido que también podría haber un trasfondo político. El hecho de involucrar a empresarios de San Miguel. Se dice que esto podría tener relación con bajarle perfil a un líder político que en su momento se relacionaba con la Sombra Negra.
Podría ser cierto, pero al final lo que le debe de preocupar a la población es que ha salido a flote un hecho concreto que demuestra que dentro de las estructuras policiales pueden existir estructuras dedicadas al sicariato, estamos ante un caso que es un indicio innegable de la existencia de estructuras dentro de la misma policía, no como se está diciendo que no se trata de una estructura dentro de la propia policía es una paradoja.
Si es un sargento condecorado el año recién pasado hacía uso de dos o más agentes es una estructura eso hay que destacarlo la razón por la cual se está permitiendo que se conozca la existencia de esta estructura es otra cosa y habrá mucha tela que cortar, no le puedo hablar de eso solo desde el punto de vista criminológico.
Con esos argumentos, ¿qué desenlace ve?
¿Cree que se llegue al fondo la investigación?
No. No va a llegar al fondo de nada. Lo que va pasar es que los van a procesar talvez llegue el proceso un poco más arriba y lo más probable que no se descubra más allá.
Porque efectivamente el caso de la Sombra Negra del año 95 y 96 demostró esto mismo, fueron procesados para entonces Will Salgado, un Sargento de la PNC, hasta un subcomisionado y todo una estructura del puesto policial de la Colonia Milagro de la Paz, vaya a ver quienes están detenidos, nadie, todos fueron sobreseídos, porque la prueba clave que era el testimonio de una policía una agente, se vino a bajo la declaración de ella, porque la amenazaron y tuvo que irse.
La policía en aquel momento, y por cierto bajo la conducción de Rodrigo Ávila, no le protegió a esta testigo, y en lugar de protegerla la acosaron, le hicieron la vida imposible, y en ese entonces no había una Ley de Protección de Testigos y aunque lo hubiera no hubiese funcionado, entonces ella tuvo que irse.
¿Esto prueba totalmente que la Policía siempre ha estado involucrada en este tipo de grupos?
No puedo decir como abogado que lo prueba, yo lo plantearía que indiscutiblemente hay un indicio que demuestra que muy probablemente existen estructuras organizadas dentro de la Policía dedicadas al sicariato, con una cantidad de motivaciones pueden ser simples motivaciones de limpieza social que son como una labor justiciera, de lo que se entiende como justicia con su propia mano, y convirtiendo la justicia en un hecho criminal, pero también y esto sería más preocupante que se demostraría que la existencia de estas estructuras pueden prestarse también al crimen organizado.
¿Criminales que pueden tener todo tipo de motivaciones?
Así, es porque aquí puede ser que haya una red de narcotráfico de por medio. Esto lo dejó dicho el informe del grupo Conjunto de Naciones Unidas que investigó la posible existencia de grupos irregulares armados en El Salvador, a petición del propio ex-presidente de la República Armando Calderón Sol, entre los años 95 y 96, el informe del grupo conjunto claramente dijo y comprobó que los ex-Escuadrones de la Muerte habían mutado a grupos de limpieza social con propósitos múltiples que podían ser utilizados para el sicariato con diversas motivaciones y que no descartaban la posible participación de miembros de la Policía, y exhortó al Estado Salvadoreño a que se investigara, se sentara un precedentes para prevenir futuros hechos pero no se hizo nada.
Lo que se hizo en FESPAD que de acuerdo a la metodología que ellos presentaron, de como diferenciar un homicidio simple, o de un resultado de pleitos entre pandillas, como diferenciarlo de lo que podía ser posibles ejecuciones sumarias del Modus Operandi de estos grupos, del perfil que tienen muchas de las víctimas lo seguiremos rigurosamente y han habido más de 700 casos de este tipo en los últimos 5 años.
¿Qué señales serían importantes para determinar que hay voluntad de investigar?
Si el antecedente de la Sombra Negra nos dijo que llegaron al menos hasta un subcomisionado si en este caso no se pasa del sargento, estaríamos en un caso más pobre que el de la sombra negra. Si a mí me preguntaran cuales serían los elementos objetivos para valorar que si se está tomando en serio el caso, sería que hubiera una investigación real de la Policía.
¿Pero de afuera?
Así es, hay que comenzar a cuestionar las propias estructuras policiales del control disciplinario, porque en esto la inspectoría de la PNC no tenía ninguna indagación al respecto. La propia policía no estaba investigando los hechos, aquí se les detuvo por otras razones, entonces, el caso revela con toda claridad, que no hay ningún control real de quienes son los elementos de la Policía que están aprovechándose de la situación para participar en el crimen organizado.
¿Debería formarse una comisión ajena a la PNC?
Sí. Lo que está pidiendo el ingeniero Ávila, eso no hace más que permitirle a la policía encerrarse en sí misma y estar prácticamente diciendo, déjenme a mí que esta ropa sucia es mía, a mí denme más poder para que yo pueda separar rápidamente a los malos elementos, una problemática que es de orden público.
¿Cómo no puede ser orden público?
Porque no puede ser que tengamos indicios fuertes que dentro de nuestra Policía existan estos grupos criminales, es un asunto de relevancia pública y él lo que tiene que hacer es reconocer que le ha fallado su control, que le ha fallado su inspectoría y abrirlo para ser transparente. La Policía debe rendir cuentas.
Jaime Martínez , abogado y ex-miembro de la Fundación para la Aplicación del Derecho (FESPAD), y quien en nombre de esa institución denunció en innumerables veces la existencia de grupos de limpieza social en el país, es del criterio que se debe de investigar a profundidad ese tipo de estructuras dentro de la Policía Nacional Civil (PNC) y su relación con el crimen organizado.
El abogado, quien ahora pertenece al Consejo Latinoamericano del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales (INECIP), asegura que debe de aprovecharse el caso, independientemente de que tenga algún trasfondo político, para dejar en relieve que hay grupos que pueden estar actuando por dinero, o por lo que sea, aprovechándose de su cargo policial y que la PNC debe de abrirse a la investigación externa.
Lo anterior lo declara a raíz de la captura del sargento Nelson Antonio Arriaza Delgado, el ex agente Carlos Geovanni Chávez y Roberto Orlando M., además que se sigue la pista de Rubén D. R., residente en Estados Unidos.
Hasta ahora pese a las muchas denuncias de FESPAD, la Procuraduría de los Derechos Humanos, y otras organizaciones de derechos humanos, las autoridades correspondiente se habían actuado con desatención al tema.
Martínez no cree que se llegue al fondo del asunto pero el hecho debe de dar pie para exigir una verdadera investigación.
Recuerdo que cuando usted fue miembro de la Fundación para la Aplicación del Derecho (FESPAD), en reiteradas veces denunció la existencia de grupos de exterminio.
¿Qué opina ahora sobre el involucramiento de policías que supuestamente han estado operando en estos grupos?
El involucramiento de este jefe policial, porque es un sargento que tenía a su cargo labores de conducción, y de otros miembros de la policía, que por cierto se dice fue una cuestión incidental y no por una investigación, pone de relieve un hecho que ha sido denunciado desde hace mucho tiempo que es la existencia de grupos de exterminio, que no tienen una motivación política, sino un ajuste de cuentas para quien les pague sus servicios que es lo que se conoce como sicariato.
Ya algunos diputados han advertido que también podría haber un trasfondo político. El hecho de involucrar a empresarios de San Miguel. Se dice que esto podría tener relación con bajarle perfil a un líder político que en su momento se relacionaba con la Sombra Negra.
Podría ser cierto, pero al final lo que le debe de preocupar a la población es que ha salido a flote un hecho concreto que demuestra que dentro de las estructuras policiales pueden existir estructuras dedicadas al sicariato, estamos ante un caso que es un indicio innegable de la existencia de estructuras dentro de la misma policía, no como se está diciendo que no se trata de una estructura dentro de la propia policía es una paradoja.
Si es un sargento condecorado el año recién pasado hacía uso de dos o más agentes es una estructura eso hay que destacarlo la razón por la cual se está permitiendo que se conozca la existencia de esta estructura es otra cosa y habrá mucha tela que cortar, no le puedo hablar de eso solo desde el punto de vista criminológico.
Con esos argumentos, ¿qué desenlace ve?
¿Cree que se llegue al fondo la investigación?
No. No va a llegar al fondo de nada. Lo que va pasar es que los van a procesar talvez llegue el proceso un poco más arriba y lo más probable que no se descubra más allá.
Porque efectivamente el caso de la Sombra Negra del año 95 y 96 demostró esto mismo, fueron procesados para entonces Will Salgado, un Sargento de la PNC, hasta un subcomisionado y todo una estructura del puesto policial de la Colonia Milagro de la Paz, vaya a ver quienes están detenidos, nadie, todos fueron sobreseídos, porque la prueba clave que era el testimonio de una policía una agente, se vino a bajo la declaración de ella, porque la amenazaron y tuvo que irse.
La policía en aquel momento, y por cierto bajo la conducción de Rodrigo Ávila, no le protegió a esta testigo, y en lugar de protegerla la acosaron, le hicieron la vida imposible, y en ese entonces no había una Ley de Protección de Testigos y aunque lo hubiera no hubiese funcionado, entonces ella tuvo que irse.
¿Esto prueba totalmente que la Policía siempre ha estado involucrada en este tipo de grupos?
No puedo decir como abogado que lo prueba, yo lo plantearía que indiscutiblemente hay un indicio que demuestra que muy probablemente existen estructuras organizadas dentro de la Policía dedicadas al sicariato, con una cantidad de motivaciones pueden ser simples motivaciones de limpieza social que son como una labor justiciera, de lo que se entiende como justicia con su propia mano, y convirtiendo la justicia en un hecho criminal, pero también y esto sería más preocupante que se demostraría que la existencia de estas estructuras pueden prestarse también al crimen organizado.
¿Criminales que pueden tener todo tipo de motivaciones?
Así, es porque aquí puede ser que haya una red de narcotráfico de por medio. Esto lo dejó dicho el informe del grupo Conjunto de Naciones Unidas que investigó la posible existencia de grupos irregulares armados en El Salvador, a petición del propio ex-presidente de la República Armando Calderón Sol, entre los años 95 y 96, el informe del grupo conjunto claramente dijo y comprobó que los ex-Escuadrones de la Muerte habían mutado a grupos de limpieza social con propósitos múltiples que podían ser utilizados para el sicariato con diversas motivaciones y que no descartaban la posible participación de miembros de la Policía, y exhortó al Estado Salvadoreño a que se investigara, se sentara un precedentes para prevenir futuros hechos pero no se hizo nada.
Lo que se hizo en FESPAD que de acuerdo a la metodología que ellos presentaron, de como diferenciar un homicidio simple, o de un resultado de pleitos entre pandillas, como diferenciarlo de lo que podía ser posibles ejecuciones sumarias del Modus Operandi de estos grupos, del perfil que tienen muchas de las víctimas lo seguiremos rigurosamente y han habido más de 700 casos de este tipo en los últimos 5 años.
¿Qué señales serían importantes para determinar que hay voluntad de investigar?
Si el antecedente de la Sombra Negra nos dijo que llegaron al menos hasta un subcomisionado si en este caso no se pasa del sargento, estaríamos en un caso más pobre que el de la sombra negra. Si a mí me preguntaran cuales serían los elementos objetivos para valorar que si se está tomando en serio el caso, sería que hubiera una investigación real de la Policía.
¿Pero de afuera?
Así es, hay que comenzar a cuestionar las propias estructuras policiales del control disciplinario, porque en esto la inspectoría de la PNC no tenía ninguna indagación al respecto. La propia policía no estaba investigando los hechos, aquí se les detuvo por otras razones, entonces, el caso revela con toda claridad, que no hay ningún control real de quienes son los elementos de la Policía que están aprovechándose de la situación para participar en el crimen organizado.
¿Debería formarse una comisión ajena a la PNC?
Sí. Lo que está pidiendo el ingeniero Ávila, eso no hace más que permitirle a la policía encerrarse en sí misma y estar prácticamente diciendo, déjenme a mí que esta ropa sucia es mía, a mí denme más poder para que yo pueda separar rápidamente a los malos elementos, una problemática que es de orden público.
¿Cómo no puede ser orden público?
Porque no puede ser que tengamos indicios fuertes que dentro de nuestra Policía existan estos grupos criminales, es un asunto de relevancia pública y él lo que tiene que hacer es reconocer que le ha fallado su control, que le ha fallado su inspectoría y abrirlo para ser transparente. La Policía debe rendir cuentas.
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