jueves, diciembre 21, 2006

“DÍA DE LA CONSTITUCIÓN” DE LA REPÚBLICA DE EL SALVADOR

DISCURSO DEL COORDINADOR DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL FMLN,
DIPUTADO SALVADOR SÁNCHEZ CERÉN

SESIÓN SOLEMNE EN CONMEMORACIÓN
DEL “DÍA DE LA CONSTITUCIÓN” DE LA REPÚBLICA DE EL SALVADOR
(PALACIO LEGISLATIVO, 20 DE DICIEMBRE DE 2006)


Señores Presidentes de los tres órganos fundamentales del Estado,
Señores magistrados y magistradas,
Señora Vicepresidenta de la República,
Colegas Diputados y Diputadas,
Diputados y Diputadas del Parlamento Centroamericano,
Señores y señoras ministros y funcionarios en general,
Señores y señoras del Cuerpo diplomático acreditados en el país,
Invitados especiales,
Compatriotas

Dentro de unas semanas hará quince años que, el FMLN y el Gobierno de entonces, firmamos los Acuerdos de Paz, por los que nos comprometíamos a ponerle fin al conflicto armado y al mismo tiempo a darle inicio al proceso de reformas económicas, sociales y políticas que enrumbaran a la sociedad salvadoreña hacia una nueva institucionalidad, garante de la paz con justicia social, superando las causas que habían originado el enfrentamiento armado. Una reforma de la Constitución era uno de esos compromisos.


Quince años es tiempo suficiente para hacer un balance de la reforma a la Constitución, Quiero señalar brevemente aspectos que son de importancia capital para la nación salvadoreña en su conjunto. Eran tres grandes reformas las que debían haberse hecho: Fuerza Armada y Policía, Sistema Judicial y Derechos Humanos, y Sistema Electoral.

La Fuerza Armada, en tanto que institución se apegó a la nueva doctrina, sin embargo ha sido utilizada de forma inapropiada en tareas de seguridad pública y en apoyo a una fuerza internacional agresora y de ocupación en Irak, violando su mandato constitucional.

La Policía Nacional Civil, institucionalmente responsable de un nuevo diseño de seguridad pública, que sirviese de sustento a la nueva democracia, fue también desviada, debilitando su carácter civil y respetuosa de los derechos humanos.

En cuanto a la administración de justicia, lo que los Acuerdos mandan es que la justicia debe en su esencia estar fundamentada en la democracia y la participación de las más relevantes corrientes del pensamiento jurídico en la composición misma de la Corte Suprema de Justicia. Violentando nuestra Constitución, una misma legislatura eligió a 2 tercios de la presente Corte Suprema, sacrificando su credibilidad en aras de intereses partidistas.

El respeto a los derechos humanos, tal como lo recoge la Constitución, ha sufrido retrocesos graves, en particular durante los últimos años. Se persigue y se acosa a la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, por cumplir con el mandato al que la Constitución la obliga.

El sistema electoral es causa de sensible preocupación para importantes sectores ciudadanos, con un Tribunal Supremo Electoral de composición viciada, que no garantiza ni transparencia ni justicia electoral, y con un registro electoral secuestrado, caldo de cultivo para los fraudes.

Los Acuerdos de Paz en su esencia establecían una nueva institucionalidad, eran nuestros anhelos y los anhelos del pueblo. Pero no fue así. Y es a esa gran oportunidad histórica fallida, a la que Schafik se refería hace un año, en este salón, cuando, artí***** por artí*****, señaló, dónde y cómo nuestra Constitución, ha sido violentada, pisoteada, “acribillada y apuñalada”.

Ha pasado un año, y lejos de enmendar su conducta de craso irrespeto y de violación sistemática de nuestra Constitución, el oficialismo no ha cesado de violarla.

Permítanme señalarles al respecto algunos ejemplos:

El actual Presidente de la República violó sin ambages y de manera arrogante durante la pasada contienda electoral el artículo 218, que señala que “los funcionarios públicos están al servicio del Estado y no de una fracción política determinada” y, además, que no podrán prevalerse de sus cargos para hacer política partidista.

Por otra parte, artículos clave del orden económico y social no se están respetando.

Se aprobó una ley antiterrorista, sin que se defina lo que es terrorismo. En realidad el objetivo de esa ley es contar con un instrumento que permita señalar y perseguir como enemigos a los opositores al régimen.

Un fideicomiso fue creado, asaltando nuestra Constitución, para burlar la facultad fundamental de la Asamblea Legislativa de aprobar, mediante voto calificado, el endeudamiento del Estado.

Nuestra Constitución, además de establecer la organización jurídica de la sociedad, señala los fines del Estado en relación a la persona humana, desarrollando sus derechos y garantías fundamentales. La convivencia social exige el respeto de un Estado de Derecho y del mandato constitucional de las instituciones.

Sucesivos gobiernos del partido ARENA le han hecho y siguen haciendo un terrible daño al Estado de Derecho. Se ha instalado en El Salvador un sistema presidencialista al exceso, en esencia autoritario, casi absoluto. No es exagerado señalar que el Ejecutivo se ha convertido en hacedor de leyes, sometiendo a sus dictados a los otros dos órganos fundamentales. Nuestra Asamblea ha pasado a ser, de órgano legislativo a órgano ejecutor de los designios del Ejecutivo. En una palabra, la Constitución de nuestro país, durante los últimos quince años, ha sido pisoteada y burlada. Recordando a nuestro compañero Schafik, aquí hace un año, tenemos que constatar que esta Constitución sigue siendo un cadáver insepulto.

Muchas gracias.

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