Miguel Lozano*, E-Mail: serviex@prensa-latina.cu
Caracas (PL).- El llamado del presidente Hugo Chávez a construir un modelo socialista para Venezuela desata hoy en este país sudamericano una efervescencia teórica que contrasta con la censura aplicada durante años a las ideas de izquierda.
La propuesta de Chávez es construir un socialismo sustentado en los clásicos, los aciertos y errores del pasado, el ideario del Libertador Simón Bolívar, los conceptos colectivistas de los indígenas y los principios de justicia social del cristianismo originario.
Según la propuesta con la que ganó un nuevo mandato el pasado diciembre con casi 63 por ciento de los votos, se trata de una nueva etapa de profundización de la política aplicada en los últimos ocho años sustentada en la mejor distribución de la renta petrolera nacional.
Sin embargo, el Jefe de Estado considera que se necesita una reforma estructural para erradicar problemas heredados como desempleo y pobreza, a partir del criterio de que la solución no está en los mecanismos del capitalismo y el neoliberalismo.
Sorpresivamente para algunos y pese a los muchos años de propaganda anticomunista, la propuesta tiene una aceptación creciente en la población que, según las encuestas, apoya en casi el 50 por ciento la transformación de Venezuela en una República Socialista.
El proceso más ilustrativo de estos cambios es el del propio Chávez, quien confesó que para 1994 y 1995, cuando acababa de salir del presidio, no tenía todavía una claridad ideológica sobre el futuro que quería para su país.
"Yo no era socialista en verdad (...) inclusive llegué a mencionar como referencia la llamada Tercera Vía" una de la tesis de Tony Blair, entre otros", ha expresado el mandatario venezolano.
"Llegaba a pensar en esos tiempos en un capitalismo con rostro humano, o el capitalismo social, una tercera vía entre socialismo y capitalismo. El paso de los años me convenció que eso era imposible: un capitalismo humano es una contradicción en sí mismo", subrayó.
La primera alusión a construir lo que define como socialismo del siglo XXI, fue lanzada dos años atrás luego de una marcha realizada en Caracas con motivo de una reunión del Foro Social.
La propuesta, como era previsible, provocó un ataque inmediato de los medios de difusión privados y un espacio permanente de intercambio de ideas en el resto de los medios estatales, alternativos y (37) comunitarios.
Pero quizás el rasgo más distintivo es que no se limita a medios de difusión e intelectuales.
En una de las tantas polémicas, una de las participantes escribió en la publicación electrónica Aporrea que sólo en ese sitio se pueden consultar 200 artículos sobre el debate, incluyendo la proyección del Partido Socialista Unido de Venezuela, también expuesta por Chávez.
Según el estimado de Rosalía del Prado, cerca del 20 por ciento de los artículos proviene de colectivos como Brigada Vallesana Simón Bolívar, Asamblea de Socialistas, Organizaciones Populares, PNA Mov. 13 de Abril, Red Bolivariana y personas de esos y otros movimientos.
El debate incluye intercambios como el primer Foro educativo con participación del ex ministro de Educación Aristóbulo Istúriz, durante el cual se abordaron los cambios curriculares de la educación sobre la base del llamado Socialismo del siglo XXI.
En opinión de Istúriz, se debe formar a los docentes para educar a hombres y mujeres del futuro, colocar como centro el ser y dejar a un lado los principios de consumismo y dependencia del sistema capitalista.
En la trinchera opuesta, la propuesta socialista recrudeció los ataques de la oposición, junto a la cual se alistó parte de la jerarquía de la iglesia Católica, con acciones que incluyen viejos esquemas de propaganda como amenazas de la pérdida de la patria potestad.
Los obstáculos, sin embargo, no merman la decisión de Chávez, quien en la toma de posesión de su nuevo mandato 2007-2013 juró "Patria, Socialismo o Muerte" como vía para lograr el bienestar de esta nación sudamericana.
El proceso, sin dudas, no será fácil porque implica el establecimiento de una serie de lineamientos teóricos y paralelamente ir avanzando en transformaciones estructurales, para lo cual Chávez solicitó a la Asamblea Nacional una Ley Habilitante.
El Jefe de Estado considera importante esta legislación, que permite al Poder Ejecutivo dictar leyes sin llevarlas al parlamento, para dar un impulso decisivo al proceso de cambios, incluyendo el rescate de los sectores estratégicos de la economía privatizados al empuje neoliberal.
Las modificaciones apuntan a cambios sustantivos para dar mayor participación a la población en la administración pública, lo cual incluye el análisis de cambios en la división político-administrativa del país y el análisis de la figura de los municipios.
Esta proyección denominada Poder Popular se imbrica en el concepto socialista propuesto que alcanza también una reforma constitucional, para completar un año de gran actividad en Venezuela, que el Jefe de Estado vislumbra punto de partida de una nueva era.
*El autor es Corresponsal Jefe de Prensa Latina en Venezuela.
Caracas (PL).- El llamado del presidente Hugo Chávez a construir un modelo socialista para Venezuela desata hoy en este país sudamericano una efervescencia teórica que contrasta con la censura aplicada durante años a las ideas de izquierda.
La propuesta de Chávez es construir un socialismo sustentado en los clásicos, los aciertos y errores del pasado, el ideario del Libertador Simón Bolívar, los conceptos colectivistas de los indígenas y los principios de justicia social del cristianismo originario.
Según la propuesta con la que ganó un nuevo mandato el pasado diciembre con casi 63 por ciento de los votos, se trata de una nueva etapa de profundización de la política aplicada en los últimos ocho años sustentada en la mejor distribución de la renta petrolera nacional.
Sin embargo, el Jefe de Estado considera que se necesita una reforma estructural para erradicar problemas heredados como desempleo y pobreza, a partir del criterio de que la solución no está en los mecanismos del capitalismo y el neoliberalismo.
Sorpresivamente para algunos y pese a los muchos años de propaganda anticomunista, la propuesta tiene una aceptación creciente en la población que, según las encuestas, apoya en casi el 50 por ciento la transformación de Venezuela en una República Socialista.
El proceso más ilustrativo de estos cambios es el del propio Chávez, quien confesó que para 1994 y 1995, cuando acababa de salir del presidio, no tenía todavía una claridad ideológica sobre el futuro que quería para su país.
"Yo no era socialista en verdad (...) inclusive llegué a mencionar como referencia la llamada Tercera Vía" una de la tesis de Tony Blair, entre otros", ha expresado el mandatario venezolano.
"Llegaba a pensar en esos tiempos en un capitalismo con rostro humano, o el capitalismo social, una tercera vía entre socialismo y capitalismo. El paso de los años me convenció que eso era imposible: un capitalismo humano es una contradicción en sí mismo", subrayó.
La primera alusión a construir lo que define como socialismo del siglo XXI, fue lanzada dos años atrás luego de una marcha realizada en Caracas con motivo de una reunión del Foro Social.
La propuesta, como era previsible, provocó un ataque inmediato de los medios de difusión privados y un espacio permanente de intercambio de ideas en el resto de los medios estatales, alternativos y (37) comunitarios.
Pero quizás el rasgo más distintivo es que no se limita a medios de difusión e intelectuales.
En una de las tantas polémicas, una de las participantes escribió en la publicación electrónica Aporrea que sólo en ese sitio se pueden consultar 200 artículos sobre el debate, incluyendo la proyección del Partido Socialista Unido de Venezuela, también expuesta por Chávez.
Según el estimado de Rosalía del Prado, cerca del 20 por ciento de los artículos proviene de colectivos como Brigada Vallesana Simón Bolívar, Asamblea de Socialistas, Organizaciones Populares, PNA Mov. 13 de Abril, Red Bolivariana y personas de esos y otros movimientos.
El debate incluye intercambios como el primer Foro educativo con participación del ex ministro de Educación Aristóbulo Istúriz, durante el cual se abordaron los cambios curriculares de la educación sobre la base del llamado Socialismo del siglo XXI.
En opinión de Istúriz, se debe formar a los docentes para educar a hombres y mujeres del futuro, colocar como centro el ser y dejar a un lado los principios de consumismo y dependencia del sistema capitalista.
En la trinchera opuesta, la propuesta socialista recrudeció los ataques de la oposición, junto a la cual se alistó parte de la jerarquía de la iglesia Católica, con acciones que incluyen viejos esquemas de propaganda como amenazas de la pérdida de la patria potestad.
Los obstáculos, sin embargo, no merman la decisión de Chávez, quien en la toma de posesión de su nuevo mandato 2007-2013 juró "Patria, Socialismo o Muerte" como vía para lograr el bienestar de esta nación sudamericana.
El proceso, sin dudas, no será fácil porque implica el establecimiento de una serie de lineamientos teóricos y paralelamente ir avanzando en transformaciones estructurales, para lo cual Chávez solicitó a la Asamblea Nacional una Ley Habilitante.
El Jefe de Estado considera importante esta legislación, que permite al Poder Ejecutivo dictar leyes sin llevarlas al parlamento, para dar un impulso decisivo al proceso de cambios, incluyendo el rescate de los sectores estratégicos de la economía privatizados al empuje neoliberal.
Las modificaciones apuntan a cambios sustantivos para dar mayor participación a la población en la administración pública, lo cual incluye el análisis de cambios en la división político-administrativa del país y el análisis de la figura de los municipios.
Esta proyección denominada Poder Popular se imbrica en el concepto socialista propuesto que alcanza también una reforma constitucional, para completar un año de gran actividad en Venezuela, que el Jefe de Estado vislumbra punto de partida de una nueva era.
*El autor es Corresponsal Jefe de Prensa Latina en Venezuela.
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