Tomado de la Revista Ecotopía
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Somos cristianos católicos de comunidades y parroquias de diferentes departamentos del país que escribimos para las y los hermanos de los municipios de La Palma, San Ignacio, Cítala; ante la amenaza de construcción de la Presa El Cimarrón.
Esta carta con toda hermandad, la entregamos para llamar la atención sobre las calamidades que vendrán a los municipios donde ustedes, al construir la Presa El Cimarrón.
Lo primero que cambiara es el clima, el espejo de agua producirá calor y el clima tan preciado cambiará –el calor hará cambiar la flora, las montañas se marchitarán y se hará semidesértico, muchos árboles morirán por el cambio de clima. Todos seremos afectados, no solo las y los campesinos a los que les inundarán sus tierras- sino toda la zona; son varios miles de manzanas de tierra las inundadas, la agricultura desaparecerá, el maíz, frijoles y otros productos escasearán, serán más caros.
Todos sabemos que la vida se pone cada día más costosa, los problemas sociales son bastantes y grandes: si aumenta la pobreza aumentará la violencia social.
Sabemos también que le precio del recibo de electricidad y el agua seguirá aumentando. Siempre dijeron que con la privatización las cosas serían más baratas. Al contrario todo subió con la empresa privada, y la presa del Cimarrón es la de la empresa privada de las mismas que compraron todo e impusieron el dólar…los ríos son de las y los salvadoreños, la empresa privada ocupará el agua del río, no pagarán por el río, pero si cobrarán la electricidad que producirán, y cada vez más cara, porque esa electricidad la venderán a otros países.
Pero no solo consideramos el problema económico social –esta carta- también lleva espíritu cristiano, le enviamos con fe y confianza en Cristo, de poder explicar toda la desgracia que vendrá sobre las y los hermanos campesinos que serán desalojados de las riveras del Río Lempa, desde Cítala hasta la Nueva Concepción.
Ya tuvimos la experiencia de las presas del Cerrón Grande y la 5 de Noviembre, donde inundaron miles de manzanas de tierras fértiles, donde las y los campesinos sembraban el pan de cada día: maíz, fríjol, ajonjolí, maicillo y muchos otros alimentos.
1. La CEL nunca cumplió lo prometido.
2. Las y los campesinos se volvieron errantes, porque con el poco dinero que les dieron no pudieron comprar otra tierra para sembrar.
3. Nunca progresaron y fueron despreciados, nadie les dio posada al igual que San José y María; vivieron en las barrancas de San Salvador con sus ancianos(as) y niños(as).
4. En los pueblos necesitan obreros y un campesino sólo vive de la tierra.
5. Los productos básicos de maíz, fríjol ya no se sembraron y subieron de precio (además los ricos destruyeron al IRA)
6. Después de 50 años en las orillas de las presas no hay ni desarrollo, ni progreso, es donde vemos más pobreza.
-El valor humano como hijas(os) de Dios, no se toma en cuenta- Las cantidades de dinero que la CEL y el gobierno ocupan para propaganda engañosa, sale del mismo pueblo, no han informado con verdad, hacen como ladrón que trabaja de escondidas.
- Además de ofrecimiento (que son los mismos que dijeron hace 50 años y no cumplieron) –amenazan y no respetan la propiedad privada de los pobres.
Tenemos que denunciar también la posible construcción de la carretera longitudinal con la que secarán muchos ojos de agua y manantiales- la información que han dado esta llena de mentiras, nuestra agricultura nos da la comida. Solo de imaginar que han vendido (digamos regalado) casi todo el departamento de Chalatenango a las mineras extranjeras, que con cianuro envenenarán las aguas de todos nuestros ríos. Con tantas desgracias de injusticia social no podrá haber paz social.
Hay otras maneras de producir electricidad que no matan vidas, ni matan la naturaleza, como son: La energía solar, el sol es un gran foco que tiene más electricidad que todas las presas del mundo. La fuerza del viento: en Europa y otros países producen olas electricidad con el viento. El viento siempre sopla y Dios lo da gratis. La fuerza de las olas del mar, que siempre se están moviendo con furia, tanto en marea alta o baja. La ciencia, Dios la dio para “perfeccionar la tierra”, no para destruirla.
De nuevo les hablamos como hermanas(os): a la inteligencia para que comprendan lo destructivo de la construcción de la presa El Cimarrón (del Chaparral, del Tigre, Sensunapan y otras presas) les hablamos al corazón para amar la creación y no permitir que las y los hermanos campesinos inundados se les tire a la desgracia como “judío errante”.
Les recordamos que el Creador, el Padre Eterno nos dio alma y voluntad para ser valientes en la defensa de la creación y de nuestras(os) hermanos. El dios del dinero no es más poderoso que el Dios creador, que no quiere la desgracia y tristeza de las y los damnificados por las inundaciones y la pagadas, sus tierras.
Que Cristo, el Redentor, nos haga entender que una vida, que vivir en paz, es la riqueza más grande que conquisto desde la cruz.
SI A LA VIDA, NO A LA MUERTE
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