Radio Maya Visión
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Cuando hablamos del aspecto social y económico de un país, nos referimos al estado en el que se encuentran los servicios de salud, educación, seguridad, vivienda, servicios públicos de agua, energía, transporte, comunicaciones, hablamos del respeto a los derechos laborales, de la oferta de empleos, del nivel de salarios y por supuesto debemos referirnos a la forma en que la riqueza se distribuye.
El gobierno habla de crecimiento de la economía e hizo cuentas alegres sobre el crecimiento del país, asegurando que este era del 4.2% y no obstante que la cifra no es tan alta y es la más baja de Centro América, los analistas tanto de derecha como de izquierda y hasta los mismos empresarios han puesto en duda la veracidad del laureado incremento y aseguran que la cifra pudo ser mucho menor.
La falta de credibilidad de las cifras gubernamentales esta en consonancia con el panorama muy dramático que sufre la mayoría de familias de la clase asalariada del país, que continua desintegrándose a causa de la forzada migración hacia Estados Unidos que impone la falta de oportunidades reales y el convulsionado estado de violencia que impera en El Salvador, no dudamos de que en el país algún crecimiento se registro, pero es obvio que este se concentro en algunos sectores como el financiero, el de construcción y el de comercio a gran escala, dominado por un reducido grupo de familias que por ahora controlan el poder público a través del partido ARENA.
La ratificación de los convenios 98 y 87 de la OIT podrían presentarse como un avance en materia laboral, sin embargo simultáneamente a su ratificación ARENA a impulsado reformas laborales y leyes penales que se orientan a la limitación y penalización del ejercicio pleno de los derechos que los mencionado convenios establecen, por lo que sus beneficios aun son materia de lucha laboral.
La actividad comercial que se nota en el país es un reflejo de la remesas familiares que en definitiva son la principal fuente de consumo y riqueza de la que se aprovechan los grandes capitalistas salvadoreños quienes pueden sentirse satisfechos de que el modelo económico le reporte ganancias sin importar de que estas sean a cambio de la masificación de la pobreza y del analfabetismo político y letrado de un población que termina con saldos negativos en su condición social y económica.
Radio Maya Visión, Comunicación Total.
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Cuando hablamos del aspecto social y económico de un país, nos referimos al estado en el que se encuentran los servicios de salud, educación, seguridad, vivienda, servicios públicos de agua, energía, transporte, comunicaciones, hablamos del respeto a los derechos laborales, de la oferta de empleos, del nivel de salarios y por supuesto debemos referirnos a la forma en que la riqueza se distribuye.
El gobierno habla de crecimiento de la economía e hizo cuentas alegres sobre el crecimiento del país, asegurando que este era del 4.2% y no obstante que la cifra no es tan alta y es la más baja de Centro América, los analistas tanto de derecha como de izquierda y hasta los mismos empresarios han puesto en duda la veracidad del laureado incremento y aseguran que la cifra pudo ser mucho menor.
La falta de credibilidad de las cifras gubernamentales esta en consonancia con el panorama muy dramático que sufre la mayoría de familias de la clase asalariada del país, que continua desintegrándose a causa de la forzada migración hacia Estados Unidos que impone la falta de oportunidades reales y el convulsionado estado de violencia que impera en El Salvador, no dudamos de que en el país algún crecimiento se registro, pero es obvio que este se concentro en algunos sectores como el financiero, el de construcción y el de comercio a gran escala, dominado por un reducido grupo de familias que por ahora controlan el poder público a través del partido ARENA.
La ratificación de los convenios 98 y 87 de la OIT podrían presentarse como un avance en materia laboral, sin embargo simultáneamente a su ratificación ARENA a impulsado reformas laborales y leyes penales que se orientan a la limitación y penalización del ejercicio pleno de los derechos que los mencionado convenios establecen, por lo que sus beneficios aun son materia de lucha laboral.
La actividad comercial que se nota en el país es un reflejo de la remesas familiares que en definitiva son la principal fuente de consumo y riqueza de la que se aprovechan los grandes capitalistas salvadoreños quienes pueden sentirse satisfechos de que el modelo económico le reporte ganancias sin importar de que estas sean a cambio de la masificación de la pobreza y del analfabetismo político y letrado de un población que termina con saldos negativos en su condición social y económica.
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