Tegucigalpa, 23 sep (PL) El flujo de las remesas a Centroamérica pasa por uno de sus peores momentos dado el repunte de la cifra de indocumentados expulsados de Estados Unidos, advirtieron hoy fuentes oficiales.
Según la presidenta del Banco Central de Honduras, Gabriela Núñez, las remesas familiares al país al concluir 2007 no llegarán a los dos mil 800 millones de dólares, tal como se había proyectado.
El crecimiento estará muy por debajo de lo previsto por el aumento de las deportaciones de los nacionales, subrayó la titular de la casa matriz.
A juicio de especialistas la caída de las transferencias de dinero tendrá un impacto directo muy negativo en la economía de la región, donde los envíos de divisas ocupan los primeros lugares en los ingresos de las naciones del área.
El declive persistirá en los próximos meses, coinciden los analistas, quienes explican el fenómeno como resultado de la ofensiva antiinmigrante del gobierno de Estados Unidos y de su tradicional postura xenofóbica.
Según la presidenta del Banco Central de Honduras, Gabriela Núñez, las remesas familiares al país al concluir 2007 no llegarán a los dos mil 800 millones de dólares, tal como se había proyectado.
El crecimiento estará muy por debajo de lo previsto por el aumento de las deportaciones de los nacionales, subrayó la titular de la casa matriz.
A juicio de especialistas la caída de las transferencias de dinero tendrá un impacto directo muy negativo en la economía de la región, donde los envíos de divisas ocupan los primeros lugares en los ingresos de las naciones del área.
El declive persistirá en los próximos meses, coinciden los analistas, quienes explican el fenómeno como resultado de la ofensiva antiinmigrante del gobierno de Estados Unidos y de su tradicional postura xenofóbica.
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