El Observatorio de Políticas Públicas y Salud de la UES presentó ayer el informe final de la investigación sobre precios de medicamentos
MARYELOS CEA
Diario El Mundo
Según el más reciente estudio del Observatorio de Políticas Públicas y Salud (OPPS) de la Universidad de El Salvador (UES), el país es una de las naciones con los precios más altos de medicamentos, debido a la falta de control en los márgenes de ganancia de los importadores y farmacias.
“El Salvador da cátedra en precios. Está pagando los precios más altos por los medicamentos en el mundo, en comparación con otros 30 estudios similares que se han realizado en diversos países, que incluye Latinoamérica y Asia”, afirmó Eduardo Espinoza, director del OPPS e investigador principal del estudio.
Uno de los principales hallazgos del estudio, que cuenta con el aval de la Organización Mundial de la Salud (OMS), son los exorbitantes márgenes de ganancia de las farmacias.
Por ejemplo, un frasco de 60 tabletas de ranitidina de 150 miligramos (prescrito para la úlcera gástrica) cuesta un promedio de $29.
El fabricante lo vende a $1, aproximadamente. Es decir, el consumidor final cancela un tres mil 258% más sobre el precio de venta del fabricante.
“Hemos encontrado precios de por ejemplo 270 veces el Precio Internacional de Referencia (PIR), en el caso de los medicamentos de marca. En el caso de los genéricos hemos encontrado precios de hasta 600 veces el PIR”, aseguró el especialista.
En el caso de los medicamentos de marca, el mayor margen de ganancia lo toman los importadores; con los genéricos, las farmacias.
Inaccesibles
“Los datos son realmente alarmantes, el precio de los medicamentos es un factor que incide considerablemente en la economía de los hogares salvadoreños, porque un 50% de su bolsillo se va en salud”, dijo Espinoza.
La OMS califica de “inaccesible” que cuando una persona que gana el salario mínimo se costea un tratamiento de una enfermedad pagando más de lo que gana en un día de trabajo.
“Los salvadoreños tienen que sustraer cuatro días de lo correspondiente a un salario mínimo, para poder comprar el tratamiento de una enfermedad común, eso se duplica en el caso del campo, que son ocho días”, aseveró.
Espinoza subrayó la necesidad de crear una política nacional de medicamentos para regular precios y evitar los abusos en la cadena de comercialización. También consideró importante que los laboratorios sean transparentes al informar de los precios de adquisición o importación de los medicamentos.
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Según el más reciente estudio del Observatorio de Políticas Públicas y Salud (OPPS) de la Universidad de El Salvador (UES), el país es una de las naciones con los precios más altos de medicamentos, debido a la falta de control en los márgenes de ganancia de los importadores y farmacias.
“El Salvador da cátedra en precios. Está pagando los precios más altos por los medicamentos en el mundo, en comparación con otros 30 estudios similares que se han realizado en diversos países, que incluye Latinoamérica y Asia”, afirmó Eduardo Espinoza, director del OPPS e investigador principal del estudio.
Uno de los principales hallazgos del estudio, que cuenta con el aval de la Organización Mundial de la Salud (OMS), son los exorbitantes márgenes de ganancia de las farmacias.
Por ejemplo, un frasco de 60 tabletas de ranitidina de 150 miligramos (prescrito para la úlcera gástrica) cuesta un promedio de $29.
El fabricante lo vende a $1, aproximadamente. Es decir, el consumidor final cancela un tres mil 258% más sobre el precio de venta del fabricante.
“Hemos encontrado precios de por ejemplo 270 veces el Precio Internacional de Referencia (PIR), en el caso de los medicamentos de marca. En el caso de los genéricos hemos encontrado precios de hasta 600 veces el PIR”, aseguró el especialista.
En el caso de los medicamentos de marca, el mayor margen de ganancia lo toman los importadores; con los genéricos, las farmacias.
Inaccesibles
“Los datos son realmente alarmantes, el precio de los medicamentos es un factor que incide considerablemente en la economía de los hogares salvadoreños, porque un 50% de su bolsillo se va en salud”, dijo Espinoza.
La OMS califica de “inaccesible” que cuando una persona que gana el salario mínimo se costea un tratamiento de una enfermedad pagando más de lo que gana en un día de trabajo.
“Los salvadoreños tienen que sustraer cuatro días de lo correspondiente a un salario mínimo, para poder comprar el tratamiento de una enfermedad común, eso se duplica en el caso del campo, que son ocho días”, aseveró.
Espinoza subrayó la necesidad de crear una política nacional de medicamentos para regular precios y evitar los abusos en la cadena de comercialización. También consideró importante que los laboratorios sean transparentes al informar de los precios de adquisición o importación de los medicamentos.
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