(PL) Las autoridades salvadoreñas están preocupadas hoy por el incremento del contrabando de productos lácteos desde Nicaragua hacia este país, según Alfonso Escobar, presidente de la Asociación Salvadoreña de Productores de Leche.
Los contrabandistas, dijo, introducen unas 200 toneladas de queso, para lo que cuentan con medios de apoyo como camiones, lanchas, celulares y bodegas para el almacenamiento.
Las últimas investigaciones policiales indican que este comercio ilícito es un próspero negocio para el crimen organizado, que tiene por lo menos 12 estructuras, con nexos en ambos países, encargadas de controlar la industria del contrabando de queso y quesillo.
Cada una de esas bandas está conformada por más de 20 personas y tienen bases en la zona oriental del país, lo que les facilita la comunicación con grupos similares en Nicaragua.
La Dirección de Aduanas informó que se investiga a tres empresas locales con licencias de exportadores, pero que pueden estar involucradas con este delito.
El director de Aduanas, Gustavo Villatoro, afirmó que estos delincuentes evaden el pago de impuestos y los controles fitosanitarios y aseguró que el queso que traen no es apto para el consumo humano.
Asimismo, el Ministerio de Ganadería considera que el 70 por ciento de esa mercancía está contaminada.
Aduanas y la Policía han manifestado su preocupación porque los presuntos contrabandistas apresados siempre salen libres, incluso con los productos del negocio.
Durante 2005, la Policía Nacional Civil (PNC) incautó alrededor de 767 mil 600 libras de queso con un valor en el mercado local de un millón 686 mil 832 dólares.
En lo que va de 2006 la PNC ha decomisado 103 mil 530 libras de queso, valoradas en 236 mil dólares, y 8 mil libras de quesillo, cuyo valor ronda los 13 mil 722 dólares.
Los contrabandistas, dijo, introducen unas 200 toneladas de queso, para lo que cuentan con medios de apoyo como camiones, lanchas, celulares y bodegas para el almacenamiento.
Las últimas investigaciones policiales indican que este comercio ilícito es un próspero negocio para el crimen organizado, que tiene por lo menos 12 estructuras, con nexos en ambos países, encargadas de controlar la industria del contrabando de queso y quesillo.
Cada una de esas bandas está conformada por más de 20 personas y tienen bases en la zona oriental del país, lo que les facilita la comunicación con grupos similares en Nicaragua.
La Dirección de Aduanas informó que se investiga a tres empresas locales con licencias de exportadores, pero que pueden estar involucradas con este delito.
El director de Aduanas, Gustavo Villatoro, afirmó que estos delincuentes evaden el pago de impuestos y los controles fitosanitarios y aseguró que el queso que traen no es apto para el consumo humano.
Asimismo, el Ministerio de Ganadería considera que el 70 por ciento de esa mercancía está contaminada.
Aduanas y la Policía han manifestado su preocupación porque los presuntos contrabandistas apresados siempre salen libres, incluso con los productos del negocio.
Durante 2005, la Policía Nacional Civil (PNC) incautó alrededor de 767 mil 600 libras de queso con un valor en el mercado local de un millón 686 mil 832 dólares.
En lo que va de 2006 la PNC ha decomisado 103 mil 530 libras de queso, valoradas en 236 mil dólares, y 8 mil libras de quesillo, cuyo valor ronda los 13 mil 722 dólares.
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