miércoles, abril 05, 2006

San Salvador: Un modelo de gestión con poder social

Licda. Norma Guevara

El Concejo Municipal que asumirá el próximo 1 de mayo tiene enormes retos, pues la condición de capital de la ciudad incorpora mayor complejidad a sus problemas y enfrentarlos requiere de una determinación política para apoyarse en la fuerza de las ideas y el talento que se alberga en la gente, en sus organizaciones, procurando que su autoridad medie con sabiduría entre los conflictos existentes. La propia forma en que Violeta Menjívar, asumió la formulación de la plataforma, de manera consultada con representaciones de las y los líderes de diferentes distritos y sectores es un paso importante en la apuesta a un nuevo y mejor modelo de gestión política.

La necesaria interacción con otros entes del Estado, incluyendo el gobierno central tiene mayores posibilidades de ser exitosa si en el diálogo que se genere, se habla asumiendo la voz, los intereses, las necesidades y los puntos se vista de la población capitalina y también de sus usuarios que provienen de otros lugares del país.


Así se fortalece la autoridad real reconocida formalmente en las leyes, así se puede recrear la cultura política con procedimientos esencialmente demo-cráticos y sin duda así podrán atenderse problemas como la vulnerabilidad ambiental, el ordenamiento del comercio en la vía pública y el formal, las necesidades de tranquilidad y recreación y se generarán mejores condiciones para enfrentar unidos necesidades vitales.

La comunicación intensa ha de ser sin duda un elemento determinante, y debe ser directa, franca y sin temor para que sirva como herramienta para reconocer los intereses, las diferencias y las expectativas. Violeta y el Concejo, así como las y los funcionarios municipales y los actores sociales diversos debemos disponernos a transitar sin pausa por un nuevo camino que nos posibilite la construcción común de un nuevo poder local.

Cuando en el gobierno central se dibujan claramente el irrespeto a la Constitución y a las leyes, el menosprecio a la diferenciación de poderes y a los puntos de vista de sectores sociales que están fuera de los grupos empresariales hegemónicos, la democracia está puesta en riesgo, y es precisamente frente a ese modelo político aplastante que debe crearse, recrearse y potenciarse el poder fundamental, el de la gente ignorada, el de la población marginada, el de los sectores sacrificados para potenciar la concentración de la riqueza y el poder dominante.

De manera que un modelo de gestión de gobierno local que sea diferente a aquélla otra tendencia centralista y aplastante es además una necesidad y un deber nacional. No es un problema de moda, sino de modo diferente, humanamente distante al otro y además coherente con el artículo primero de nuestra Constitución que establece con claridad que El Salvador reconoce a la persona humana como el origen y el fin de la actividad del Estado, que está organizado para la consecución de la justicia, de la seguridad jurídica y del bien común.

Se requiere de fortalecer la organización social diversa, de sectores populares, de los habitantes en su lugar de residencia, de movimientos de jóvenes, de mujeres, de comerciantes, de expresiones organizadas de las y los artistas, ambientalistas, de vendedoras y vendedores de mercados, de instituciones educativas, se requiere pues que en el escenario de concertación para hacer una ciudad mejor para todos y todas, se potencien más y más rápido quienes por ahora, siendo sujetos importantes para asegurar el desarrollo democrático de la ciudad y del país, están insuficientemente visibles.

El relegar a la mujer, a la familia, a la niñez debe quedar completamente atrás en un modelo de gestión que iniciará una nueva era por cuanto será liderado por la primera mujer Alcaldesa de nuestra capital.

Relegar a la mujer, esconder a la familia, ignorar y violentar a los menores es reproducción ideológica política del poder tradicional y reaccionario que debe ser modificado en la política municipal y será sin duda uno de los principales indicadores de cambio.

Apostemos todos y todas a incursionar en un nuevo momento político de nuestra querida ciudad capital, San Salvador.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ojala y todo ese planteamiento se realize sin mayores dificultades porque a decir verdad este último alcalde de San Salvador, Rivas Zamora, no tiene clara su visión política e ideológica por eso fue presa fácil de las trampas de la derecha y el reformismo oscuro.

Javier